Noche de ebriedad
Publicado en Aug 13, 2012
Cielo abrumador, en una noche de invidentes,
más ciegos por la vida, que por el alcohol, fiesta que culmina en un camino pedregoso, en el que una silueta femenina se arrastra. Riega el sendero un llanto de mujer, queriendo expulsar la nada de su vientre, que teme dar frutos y vivir eternamente, botella en mano, ebria sin nombre. Aullando un idioma inexplicable, va de la mano de un hombre confuso, teme que ella caiga de los tacones, zigzagueante andar, débil, poderoso. Buscando saber que es la vida, sigue en el miedo absurdo de la embriaguez, el momento en blanco da verguenza, pierde la cordura por una estupidez. La sangre en sus venas se alborotan, grita: imbécil, estúpida, tonta seductora, desenfrena su cuerpo latigado, inerte; maulla su alma, la vida que lleva. Neurosis de bien y mal, un estropajo hinchado de emociones, horror al vacío más que a la muerte, despertar o no despertar es el dilema, en una noche de ebriedad, que repetiría con gusto.
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Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
sigue en el miedo absurdo de la embriaguez”
Un momento pequeño en la vida de esa mujer, envuelta en el vaho del alcohol acompañada y dirigida por el compañero que carga la inconciencia pero la considera prudente. La “búsqueda”, esa palabra infinita de horizontes lejanos la lleva una y otra vez sabiendo que aún en el rechazo, lo volvería hacer tal vez como el escape temporal a su angustia
Hacía tiempo que no te leía ALONDRA, me alegro y felicitaciones
raymundo