Canción a la vida eterna (Poesía)
Publicado en Aug 08, 2012
!Cielo placentero que alimentas
la vida alegre de todos los creyentes! !Cuántos misterios, oh tú, encierras en todos tus caminos y en tus fuentes! !La esfera sosegada y limpia de todo tu espacio esplendoroso es brillante magnitud que linda con el espejo armónico de tu reposo! !El norte donde vive la profunda estampa que tienes tú por ojos es lugar para que se hunda el placer de todos mis arrojos! !El este donde siempre brilla el sol en el atardecer magnánimo es lugar donde siempre se arrodilla mi cuerpo para encender el ánimo! ¡El sur donde tu presencia es cuerpo de divina estructura angelicada es lugar donde yo encrespo mi alma para tí tan delicada! !El oeste donde refulge tu imagen de pausa hermosa e inacabada es donde aldmiro el paisaje y desnudo me acuesto en la alborada! Mares infinitos son tus horizontes donde la vida siempre se eterniza mucho más allá de los trasmontes, mucho más acá de la ceniza. El viento translúcido de los siglos es un tiempo sin horas ni segundos; un tiempo de silencios sin peligros de caer en el abismo de lo profundo. Nubes erguidas como torres blancas son los quehaceres de este ánimo que el futuro siempre enlaza a todo lo eterno del álamo. !Vida eterna es la prometida que se casa con quien cree en lo no visto! !Vida eterna es la presentida en la obra libérrima de Cristo!. La juventud es perenne en este ambiente donde toda tu luz se hace diáfana y se hace también toda tu luz presente en la claridad de toda la mañana. Allí en los brillos atemporales de los astros se encienden todos los sistemas de los grandes oleajes y los cantos en forma de millones de teoremas. No hay distancias insalvables para todos los anhelos y deseos y en el futuro todo es probable de hacerse posible y sin rodeos. Se debe amar sin continencia esta vida eterna que va más allá del método materialista de la ciencia y el reflexivo pensamiento del maná. La libertad ha abierto sus compuertas revelando un tiempo sin final y se abren también todas las puertas al perdonado pecado original. Es el son de todas las trompetas de los ángeles de Dios en la ciudad y las espumas de los mares están abiertas con todo el espesor de su bondad. La plateada faz de esta Tierra bendecida está por el Señor y el Destino del mañana es la cera del panal y la voz del ruiseñor. Surge todo el color de los espacios y el aroma inunda el esplendor de las flores que se abren en el prado infinito en todo el derredor. Desnuda la primavera entera los cálices suaves atesora. Ha llegado el tiempo sin espera. Ha llegado el milenio sin la hora. La carretera y el espejo se unifican en un mismo instante de pasión y se entona todo lo que codifican el alma viviente y su oración. Tenue sueño en el leve tiempo es el que se viste de romance en este eternizado ya momento de alma, de amor y de trance. Amor es la palabra que resuena en los valles de todo el panorama y Paz acompaña la enhorabuena de este entorno que solo ama. Vívido el ámbito de los pájaros y extensa toda la mirada en este mundo libre de avaros y de gente mala y extraviada. Aquí el cielo es un infinito remanso de esperanza y calma donde descansa el pacífico instinto y se recogen corazón y alma. No existe el vacío ni el abismo en sus naturalísimas playas y crecen el algodón, el lino, los árboles frutales y las bayas. El verde jardín de la floresta es suave lecho para el hombre y todos participan de la fiesta al no existir ni el rico ni el pobre. Pasa el tiempo de manera mansa sin la prisa del nervioso desatento pues no hay fortuna que se amasa ni lugar para el triste descontento. Es una era nueva y más humana sin prostitución de los sentimientos. No existe mujer testaruda y vana ni existe hombre duro cual cemento. Los hipócritas no tienen entrada en esta vida firme y selectiva. No hay murmuración ni envidia insana y sólo habita la armonía viva. El falso judas ha desaparecido; no está la santa desalmada; por la noche todos somos conocidos pues tenemos la conciencia clara. El único trabajo que hacemos es vivir con arreglo al comportamiento natural y ya nos ha dejado de perseguir el dedo acusador del inmoral. El verbo es duro y sin soeces ni vocablos maldicentes o mal hablados: el tono es suave, los nombres alegres y los adjetivos están bien expresados. Es un modo de vivir eterno con bendiciones a todos los presentes y está fuera la inquina del enfermo y la peste de todas los injurientes. Olvidada la censura del envidioso y anuladas las miradas sucias no hay nadie que sea perezoso y no le importa si es morena o rubia. La mujer será allí emparejada a un solo hombre que sostiene el hogar con su soldada justificada con el trabajo digno que mantiene. Ella es compañía complementaria al mismo nivel en todas las labores pero son ellos quienes dan la indumentaria y son ellos quienes las regalan flores. La mujer coopera mansamente, el hombre escucha sus razones y entre diálogos discurre blandamente el tiempo otorgado a los amores. !Canción a la vida eterna donde tú y yo somos iguales!. !Canción a la hora tierna y al futuro de los inmortales!.
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