Luz Celeste (Novela - Cmic - Guin Cine) -43-
Publicado en Aug 09, 2012
- ¡Por fin apareces, hija mía! ¿Dónde has estado? ¿Quién es ese extranjero?
- ¡Ya estoy casada, padre Güeppi! ¡Ya estoy casada y he dejado de ser virgen! Un silencio sobrecogedor se apodera de toda la escena y dejan de oírse hasta los cantos de las aves y los ruidos de los animales de la selva. Un silencio que es roto por la voz ronca y gangosa de Inka Kurax que suena como a rugido de hipopótamo resfriado. - ¡¡No es posible!! ¡¡No es posible que hayas perdido la virginidad con un extranjero ajeno a todos nuestros intereses!! - ¡Quizás sea ajeno a tus intereses, Inka Kurax, pero no es ajeno a los míos y, en ese sentido, la decisión, esta vez, la he tomado yo libremente, con toda mi voluntad y no obligada como tú quieres hacer conmigo! - ¿Quieres decir, hija mía, que ya de verdad no eres virgen? - ¡Ya no soy virgen, padre Güeppi! ¡¡Ya estoy unida en matrimonio según dice Dios!! - ¡¡Has traicionado a la tradición familiar!! ¡¡No has consultado conmigo antes de tomar esa decisión!! ¡¡La Niña Blanca nunca aprobaría esto!! - ¡Pero sí lo ha aprobado Dios! ¡Ante el amor noble, verdadero y sincero, ninguna tradición hay que lo apague! ¡Se ha encendido la llama de nuestro amor mutuo y ya no se apagará jamás ni ningún ser humano o inhumano lo podrá apagar nunca! - ¡Pero te has unido a un extranjero y eso está prohibido hacerlo sin consultarlo conmigo! - ¡Este asunto no es de tu incumbencia ni entra dentro de tus competencias, Inka Kurax, sino que sólo es parte de mí y parte de él! ¡Solamente a nosotro dos, hechos ya hombre y mujer unidos en un solo cuerpo, nos incumbe más allá de cualquier tradición que coarte la libertad de decisión por muy jovencitos que seamos! ¡Y eso sí que está contemplado dentro de la Ley de Viracocha! - ¡Debiste haber esperado un poco más, hija mía! - ¡No! ¡He esperado el tiempo justo que debía esperar y no debía esperar más porque estuvo a punto de casarse con otra si no me doy suficiente prisa para evitarlo! ¡Ni más lunas nuevas ni más lunas llenas! ¡No creo, para nada, en eso de las lunas completas porque sólo creo en que es un amor noble, verdadero y sincero hacia mí y hacia nadie más que a mí! - ¡Entonces tendrás que ser expulsada del Pueblo Puka y vagar tú sola por la selva hasta que vuelvas de nuevo purificada si es que consigues, sólo con tus propias manos, matar al Gran Yaguar, hija mía, a pesar de que me duela el corazón por darte esta orden! - ¡A mí ya no me da nadie órdenes nada más que él ya que él es mi único esposo hasta la Eternidad, y por eso es mi dueño y señor! - ¡Esto no lo hubiese permitido la Niña Blanca! - ¡Espere un momento, señor! ¡Ella no es culpable de nada! ¡El culpable he sido solamente yo! ¡Écheme toda la culpa solamente a mí! - ¡Entonces, extranjero, serás tú el expulsado de este Pueblo Puka para no volver jamás! - ¡Te equivocas, Inka Kurax, si él es expulsado para siempre yo me voy para siempre con él! ¡Somos dos cuerpos en un solo cuerpo y no puedo ser ya de nadie más que de él! Interviene, entonces, el Gran Adivino Huatuc, aullando como un lobo herido. - ¡¡Un momento!! ¡¡Sí que puedes ser de otro hombre!! - ¡¡Jamás seré de otro hombre!! - ¡¡Según la Ley de Viracocha puedes ser de otro hombre si te quedas viuda antes de tener el primer hijo o la primera hija!! - ¡¡Pero yo no me quedaré viuda jamás porque nosotros viviremos juntos por toda la Eternidad y nunca vamos a morir ni él ni yo!! ¡¡Siempre seré parte inseparable de él y él será siempre parte inseparable de mí!! - ¿Quién dice eso? - ¡¡El Dios que usted no conoce, Inka Kurax!! - ¡¡Pero la Ley de Viracocha es para nosotros un dios superior a ese Dios desconocido!! ¡¡Así que te quedarás viuda antes de tener el primer hijo o la primera hija!! ¡¡Y pasarás a ser posesión del nuevo Gran Brujo!! - ¿El nuevo Gran Brujo? ¿Ya habéis elegido al nuevo Gran Brujo?^ - ¡¡La mayoría democrática del Pueblo Puka lo ha elegido y eso no se puede evitar ya, Pacha Qushi!! - ¿Y cómo va a conseguir ese nuevo Gran Brujo que yo quede viuda antes de estar preñada? - ¡¡Nuestro nuevo Gran Brujo, el Gran Guerrero Balugo, será el encargado de convertirte en viuda antes de que él te pueda preñar!! ¡¡Balugo tiene derecho a poseer tu cuerpo!! - ¡¡Para nosotros dos juntos sólo hay un cuerpo nada más!! ¡¡Para él no soy sólo un bello cuerpo sino también una bella alma!! ¡¡Por eso no seré viuda nunca!! - ¿Qué dice el Gran Adivino Huatuc? - ¡¡Si pudiera escuchar la voz del dios blanco tendría una respuesta apropiada a este asunto, pero el dios blanco está silencioso y sólo puedo hablar por mi propia boca nada más!! - ¿Y qué dice tu boca, patán de patanes? - ¡¡Extranjero, eres un insolente!! ¡¡En primer lugar no me vuelvas a llamar patán de patanes o te mando quemar vivo ahora mismo!! - ¡¡Eso no es posible mientras yo exista, patán de patanes!! - ¿Quién eres tú, extranjero, para insultar a todo el Pueblo Puka? - Yo creo que no he insultado a todo el Pueblo Puka sino solamente a ti y a los que creen en ti, esos Pequeños Brujos que sólo sirven para gozar a costa de las más escogidas hembras de la tribu. ¿O no es verdad que os aprovecháis sexualmente de las Vírgenes del Sol en ocntra de la voluntad de todas ellas y a pesar de lo feos que sois? ¿Os aprovecháis o no os aprovecháis de la inocentes vírgenes, mamarrachos indecentes? - ¡¡No deseo discutir contigo nuestras sanas costumbres!! - ¿Llamas sanas costumbres a violar en contra de sus voluntades a las vírgenes inocentes? El Gran Adivino Huatuc disimula y hace como que no ha escuchado esta palabras de Jota Jota, pero tiene el rostro descompuesto por culpa de la ira ante la gran verdad que ha dicho el extranjero. Ahora sabe, a ciencia cierta, que la bellísima Pacha Qushi nunca abandonará a Jota Jota. - ¡¡Yo ordeno que si la amas de verdad estarás dispuesto a combatir contra Balugo para conseguirla!! - ¡¡No tiene que combatir contra nadie porque no me ha forzado en mi decisión, Inka Kurax!! ¡¡He sido yo, voluntariamente, la que me he entregado a él y sin coacción ni violencia de ningún tipo!! - ¡¡El Pueblo Puka no admite eso!! ¡¡Y si él quiere que seas suya para toda la eternidad tendrá que vencer, en combate a vida o muerte, al Gran Brujo Balugo!! ¡¡Quien venza en el duelo se quedará contigo!! - ¿Eso dice la Ley de Viracocha, padre Güeppi? - Sí, hija mía. Eso dice la Ley de Virachoa solamente en el caso en que un extranjero desee poseer a una de nuestras mujeres. Un extranjero sólo podrá poseer a una de nuestras mujeres si nadie se opone a ello; pero si surge algún rival de entre nosotros, que también te desee, tendrá que combatir a muerte para poder poseerte para siempre. - ¿Por qué habla usted de poseer en lugar de hablar de amar, señor Güeppi? - ¡¡No es aceptada tu opinión en este asunto, extranjero!! Pero si la amas en vez de desearla, tal como dices, debes conseguir su amor combatiendo contra Balugo. ¿Qué dice el Gran Confesor Ichuri? - ¡Inka Kurax, he estado escuchando todo atentamente! ¡Es una declaración de verdadero amor y no solamente de posesión carnal nada más! ¡No es justo que tenga que combatir contra Balugo cuando ya es el esposo de ella! - ¡¡Pues yo ordeno, como Rey Mayor del Pueblo Puka que sigo siendo, que deberán luchar a muerte!! ¡¡Quien mate a su rival obtendrá como precio a la más bella de todas por ser el mejor!! - ¡En ese sentido estoy de acuerdo! ¡Si la ama de verdad tendrá que defenderla de verdad y si un rival la desea también, al ser un extranjero, tiene que aceptar el duelo a muerte! - Todos me conocen como Jota Jota... así que dejad de llamarme extranjero para que sepáis que tengo nombre propio y no como algunos de vosotros que no conocéis quíen es vuestro propio padre. - ¡Paso por alto ese insulto! - No es insulto, Inka Kurax, sino una verdad más grande que ese templo donde tenéis colocado ese altar de piedra que huele a sangre humana inocente derramada por vuestras propias manos, asesinos. - ¿Y la amas tanto como para ofrecer tu vida por ella? - Más que todo eso... - ¿Hay algo más que todo eso? - Sí. Existe la Eternidad como Ella ha dicho y yo la amo hasta irme con Ella hasta la Etenidad. - ¿Estás intentando evitar el combate porque tienes miedo? - Quizás usted, Inka Kurax, tenga mucho más miedo que yo pues le veo temblando de odio desde la cabeza hasta los pies... y el odio hacia otro ser humano sólo lo produce el miedo que tiene dentro de su cuerpo el que odia y nunca el odiado. ¿O no es cierto lo que digo? - ¿Qué quieres decir con todo eso? ¿Cómo puedes saber lo que siento? - Sólo hace falta mirarle a la cara... tiembla usted por dentro y tiembla usted por fuera... - ¿Cómo te atreves a decir esa osadía? - Porque estoy seguro de que si la perdéis para siempre perderéis a todas las demás Vírgenes del Sol cuando os vean derrotados definitivamente. - ¡¡Sigo sin entenderte, extranjero!! - Me llamo Jota Jota y bien que me estás entendiendo. Que no quieras entenderlo es sólo para hacer como que no entiendes pero bien sabes que digo la verdad. Cuando vuestras mujeres vean a Balugo derrotado habréis perdido todas vuestras fuerzas hipnóticas que ejercéis contra ellas. - ¿Hablas de algún poder extraño? - ¿Poder? ¿Estoy hablando de Poder? ¿Qué crees tú, Inka Kurax? El Rey Mayor del Pueblo Puka se queda sin poder hablar... así que Jota Jota sigue hablando con total serenidad. - Si la perdéis para siempre perderéis para siempre vuestro poder. ¿Qué dicen ahora ante esto vuestros falsos dioses? ¿Qué dice ahora ante esto vuestro dios blanco? Quizás hasta sea muy bueno eso de combatir no solamente por Ella sino por Ella y todas las demás. ¿Estáis dispuestos a aceptar que luche por Ella y por todas las demás? - Entonces... ¿aceptas el combate? - Con esa condición de liberarla a Ella y a todas las demás. - ¡¡No, Jota Jota!! ¡No aceptes la lucha a muerte contra este bruto que sólo es un montón de pedazos de carne inhumana nada más! - No te preocupes, pequeña. Combato por ti que es lo mejor que me puede ocurrir y, además, combato por todas las otras, lo cual es todavía mucho más perfecto según me está indicando Jesucristo. - ¡Pero yo ya soy tuya! ¡Deja que sigan con su poder y vámonos de aquí! - Según ellos no soy todavía tu esposo del todo. - Según nosotros sí lo eres. ¡Eso es lo único que me interesa a mí y no me importa lo que digan los demás! - Pero lucharé no sólo por ti sino para derribarles del Poder. - ¿Porque todavía no estoy preñada? - Posiblemente sea por eso... - Pero... ¿estás dispuesto a morir por mí? - Por ti y por la causa de todas las mujeres de tu Pueblo Puka. - ¡¡Basta ya de palabrería!! ¡¡Que se inicie el combate!! El Gran Curandero, ante la orden de Inka Kurax, se acerca a Luz Celeste y se la lleva hacia donde está, esperándola sentado, su padre Güeppi. - ¡Sólo se la entregaré a quien venza! - Si lo ha dicho usted, que es el padre de ella, nadie puede ir en contra de su decisión. - Tiene muchas ganas de que pierda... ¿verdad, Inka Kurax? ¿También la desea usted? - Un extranjero no puede dirigirse de esa forma acusadora a mí y yo no admito ya que critiques mis palabras; así que haré como que no has hablado. - Veremos si después del combate desea hablar conmigo o incluso tambiémn combatir usted contra mí, si es que tanto le gusta Ella. - Después del combate es imposible; porque un muerto no puede hablar conmigo ni yo puedo hablar con un muerto ni combatir contra un muerto. - Pues no decís eso cuando os dirigís a todo vuestro Pueblo Puka diciendo que los muertos os han dicho cosas que hay que cumplir a rajatabla porque habéis hablado con ellos. Inka Kurax vuelve a poner cara de odio contra Jota Jota. - ¡No te permito que vuelvas a decir eso! - Está bien. No lo diré si usted no me vuelve a hacer que lo diga... pero es la verdad y la verdad nunca es la mentira. Además, con este que usted considera que va a ser muerto, y lo digo por mí, tendrá usted que hablar en un futuro ya no muy lejano. - ¿Cómo puedes estar tan seguro de eso? - Digamos que son solamente intuiciones mías. - ¿Te estás refiriendo a ti mismo? - Le repito que sí y no se haga el sordo. Me estoy dirigiendo solamente a todos vosotros que os creéis superiores a mí. Los demás no tienen la culpa. - Superior a ti existe nuestro dios blanco. - Yo sólo digo, y no lo olvides nunca Inka Kurax, que mi poder sólo proviene de un solo Dios que no conocéis muchos de vosotros y por eso jamás seré vencido ni por Balugo ni por ninguno de vuestros brujos ni los grandes guerreros que, ante Él, son pura filfa nada más. Más fáciles de vencer que si fueran niños recién nacidos. Por cierto... ¿qué hacéis con los niños nacidos de vuestras relaciones impuras con las Vírgenes del Sol? ¿Es necesario que os vuelva a llamar asesinos? - De nada te servirá todo eso cuando tu cuerpo sea devorado por los yaguares salvajes de la selva y por los buitres carroñeros que ya estarán esperando el festín que les vamos a ofrecer. Jota Jota sólo sonríe... - Has citado animales de tierra y animales de aire pero te ha faltado citar animales de agua, Inka Kurax. - Estoy de acuerdo por una sola vez contigo, extranjero. Me falló la memoria. Quizás hasta ofrezcamos algunos trozos de tu cuerpo a las pirañas del río. Huatuc está ya muy nervioso... - ¡¡Que suenen y resuenen los tambores para iniciar el combate ya mismo!! ¡¡¡Tocad la Música de la Muerte!!! Los tambores atruenan nuevamente en medio del vocerío general. Las antorchas alargan las sombras de los dos luchadores que se van midiendo las distancias antes de atacar. Y en medio de aquel ruido infernal, Balugo lanza todo cu cuerpo contra Jota Jota para aplastarlo contra el altar de piedra pero Jota Jota, reaccionando como un relámpago, esquiva el ataque, asesta un golpe con la palma de su mano en la cabeza de Balugo que queda a merced de él, y le agarra por la cintura haciendo un movimiento para que salga despedido por encima de la cabeza del español. Balugo cae como un pesado fardo, estrellándose contra el suelo. Se ha roto varias costillas y se retuerce de dolor sin poder levantarse para nada del empedrado. - Si no le pides perdón ahora mismo a Ella, por desearla aunque sea la esposa de otro hombre que da la casualidad de que soy yo, te corto el cuello de un solo tajazo. Jota Jota saca su cuchillo afilado y lo coloca justo en la garganta del gigantesco Balugo. - Perdón, Pacha Qushi. - ¡Más alto! ¡Dilo tan alto que lo oigan bien todos y todas los de tu pueblo! - ¡¡¡Perdón, Pacha Qushi!!! - ¿Y qué más, Balugo, qué más tienes que decir para no cortarte el cuello de un solo tajazo? - ¡¡¡No debía haberte deseado porque sólo le perteneces a este hombre!!! - ¡¡¡Debes matarlo, extranjero!!! ¡¡¡Debes matarlo porque era un combate a vida o muerte!!! - ¡Escúcheme bien, viejo y achacoso Inka Kurax! ¡Como dijo mi compatriota Enrique Jardiel Poncela, todos los hombres que no tienen nada importante que decir, hablan gritando! ¡Mátale tú mismo si tanto deseas hacer justicia derramando la sangre de los demás! Jota Jota se incorpora y se marcha en dirección hacia donde se encuentra la que ya es, definitivamente y absolutamente para todos y todas, su bellísima esposa; pero Balugo se levanta del suelo, haciendo un supremo esfuerzo y con gestos de gran dolor, y ataca por la espalda al español agarrando por el cuello a Jota Jota con la malévola intención de estrangularle. El español siente el principio de la asfixia, pero reacciona manteniendo el esfuerzo de sujetar con sus manos los poderosos brazos de Balugo que son terriblementes musculosos. De repente, proveniente de Pacha Qushi, la doble energía surge de su corazón y se transmite a través de todo su cuerpo, hasta que estalla poderosametne en las manos de Balugo que no tiene más remedio que aflojar su presión en el cuello de Jota Jota debido al intenso dolor que le produce la doble energía. Esto hace que Jota Jota, sujetando el brazo derecho de Balugo, consiga desasirse de la presa y, mirando de frente a Balugo, comienza a transmitir la doble energía a través de su brazo derecho. Balugo va cayendo hacia el suelo y allí, sin ser soltado por la firmeza de la mano derecha de Jota Jota, comienza a dar convulsiones mortales. - ¡Déjale ya, por favor! - Porque me lo has pedido por favor, Pacha Qushi. Jota Jota suelta a Balugo que sigue retorciéndose en el suelo de dolor. - ¡¡¡Es necesario que lo mates de inmediato!!! - ¡Vuelvo a repetirte, esperpéntico y deprimente viejo, que le mates tú si tanto estás deseando que este combate termine en muerte! ¡Yo sólo soy un ser humano para la Vida y no un animal para la Muerte! ¡Yo no le haré daño a ningún humano ni a ninguna humana a no ser que Ella me lo pida; pero ha sido Ella, mi esposa, la que ha decidido que no muera Balugo aunque no se merezca estar vivo. No es nuestra finalidad ir matando a nadie. ¡Ella y yo pertenecemos a la Vida y no a la Muerte! ¡¡Somos líderes de las Fuerzas del Bien y no líderes de las Fuerzas del Mal!! - No entiendo nada, extranjero. El combate era a vida o muerte. Si no le has matado empiezo a pensar que no debo dar permiso a que mi hija siga a tu lado. - ¿Y usted siendo su padre no entiende nada de lo que yo estoy sintiendo por Ella? - Son raras tus costumbres. Deberías haber matado a tu enemigo. Balugo se merece la muerte por desear a tu esposa y por eso creo que no debes permitir que siga vivo. - Ya pidió perdón. - Pero te volvió a atacar por la espalda. Eso se llama traición y la traición se castiga siempre con la muerte. - Ya sufrirá bastante por causa de esa traición, porque no dejará de sufrir por el resto de su vida el dolor que le producirá la traidora acción en su conciencia. Será más duro para él el dolor espiritual que el dolor material. - Dudo que pensando así hagas feliz a mi bellísima hija. - ¡Muchísimo más feliz que pensando como piensa usted! - ¿Qué dices tú, amada hija? - He sido yo la que le ha pedido que le deje vivo. Y es por eso por lo que le amo sin medida, infinitamente, hata la Eternidad... porque perdona a sus enemigos y es capaz de seguir sonriendo a pesar de tanta envidia que suscitan sus actos generosos. Él es dador de vida y no dador de mouerte. Yo soy igual que Él. Por eso Dios hizo que nos uniéramos. No sólo pienso que es mi esposo sino que siento que es mi esposo perfecto. Creo que las parejas humanas deberían unirse de esta manera. Sintiendo él y sintiendo ella que forman el matrimonio perfecto. - ¡¡Escuchen todo ustedes, respetable Pueblo Puka!! ¡La felicidad no se compra, se puede vivir mucho mejor si se aprende que la felicidad nunca se compra sino que siempre empieza por Fe! Se puede vivir mucho mejor si se comprende que la felicidad no proviene de la posesión sexual de carácter violento como saben hacer la mayoría de todos vosotros, machos indecentes, que tenéis por costumbre llavar a cabo vuestras indeseables orgías. Hay que ir, y es necesario ir, mucho más lejos en los sentimientos para profundizar en ellos antes de cometer vuestras bárbaras acciones. Es necesario profundizar en el pensamiento para descubrir otra manera más completa para los dos, para el hombre y la mujer al mismo tiempo, poder disfrutar de la vida incluídas las relaciones sexuales. Amar de verdad consiste en amar de forma noble y sin traición. Amar es cuando dentro de uno mismo se descubre esa energía de amor sin límites hacia una sola persona de sexo diferente hasta conseguir una buena existencia. Ya es hora de que dejéis de hacer los imbéciles consumiendo esas mierdas de yopos verdes y otras drogas que consumís para intentar llegar a hacer actos amorosos violando la libertad de vuestras hembras porque sólo amáis lo materialista. Hay personas que tienen menos materia pero son mucho más felices porque tienen, sobre todo, energía espiritual. Las cosas no son como parece que son o, mejor dicho, como os dicen vuestros brujos que son. El amor no debe ser nunca una apariencia por muy salvajes que sean vuestros instintos y por muy salvajes que os volváis tomando eaas asquerosas sustancias para daros una valentía ante ellas de la que carecéis por completo. El amor o es noble y verdadero o no es amor ni nada que se parezca al amor. Porque el amor o es una verdad o es una mentira y no hay término medio. No existe término medio cuando el amor es verdadero. O sábéis amar a una sola mujer o no sabéis amar a ninguna mujer por mucho que se empeñen en haceros creer lo contrario. Siempre hay una gran diferencia entre lo que solamente vemos y lo que de verdad sentimos. Más allá de lo que vemos existe lo que, en verdad, somos... y la mayoría de todos vosotros, los hombres del Pueblo Puka, no sois ni la mínima parte de lo que yo soy. ¿Sabéis quien soy yo en realidad? Alguien que ama de verdad a una sola mujer y que la ama para toda la Eternidad y lo jura ante Dios y los hombres. El amor es siempre necesario vivirlo con ocho sentidos. La inmensa mayoría de todos vosotros sólo lo vivís con los cinco sentidos materiales pero nunca utilizáis los tres sentidos espirituales. Por eso fracasáis a la hora de amar y por eso sois impotentes a la hora de amar. Hay solo una realidad amorosa y lo de amar a varias mujeres sólo es una falsedad de vuestros falsos dioses. Falsos dioses que además no existen. ¿Quiénes os hacen creer en esos dioses que no existen? Pensad en el Poder y encontraréis la respuesta. Vuestros reyes y vuestros brujos son los que os hacen creer en esos falsos dioses que no existen. El amor es sólo una realidad concreta cuando se ama de verdad a una sola mujer pero a la mayoría de vosotros sólo os han enseñando a amar a través de los instintos animales. Por eso os alimentan de drogas. Pra convertiros solamente en animales. Quienes creemos en ese Dios que casi ninguno de vosotros conoce sabemos amar tanto en lo material como en lo espiritual Por supuesto que amamos la belleza de una mujer, porque así las hizo Dios, pero también amamos lo que hay dentro de esa mujer. La belleza interior también puede tranformar el exterior y hacerla más bella de lo que imagináis cuando de verdad la amáis. Esto no es una definición sino una Verdad y la Verdad, en sí misma, surgida de Dios, supera a cualquier definición... porque forma parte de sus milagros. Es necesario tener un interior espiritual para poder entender que la espiritualidad es la verdadera coordenada 16.18 que vosotros ni imagináis lo que es. Ella y yo no somos iguales; pero Ella y yo somos una unidad y esa unidad es indestructible. ¿Alguno de vosotros quiere enfrentarse a otro duelo a muerte conmigo? ¿Qué dices tú, Inka Kurax? Si tanto hablas de ofrecer la vida por la mujer que más te gusta... ¿quieres luchar o no quieres luchar contra mí para ver si me la quitas?. Inka Kurax comienza a palidecer. - ¿Por qué no contestas, Gran Rey Mayor del Pueblo Puka? ¿Te gusta o no te gusta tanto como para luchar a muerte por Ella? - ¡Yo... no puedo... no... no puedo... - ¿Qué es lo que no puedes hacer, Inka Kurax? - No puedo hacer nada hasta que hable el dios blanco. Luz Celeste sonríe y vuelve a hablar para sus adentros. - Sigue controlándole... sigue neutralizándole... y está anulando y destruyendo a Huatuc. - ¿Por qué no conjuráis a todos vuestros falsos dioses para que me destruyan a mí en este mismo instante? Por una razón bien clara: mi Dios si existe y el el máximo Poder sobre la Tierra... mientras que vuestros falsos disoes no existen. Si existieran... ¿por qué todos vuestros brujos, incluido ese bruto de Balugo, no pueden hacer nada contra mí? ¿Creíais que era mentira que iba a luchar hasta el final por conseguir el amor de Ella y, de paso, liberar a todas las demás mujeres de vuestro Pueblo Puka? ¿Alguno de todos vostros quiere ahora luchar a muerte conmigo por poeeerla? ¿Qúe dices tú ahora Inka Kurax? ¿Quieres tú luchar conmigo ya que tanto la deseas o no es verdad que la deseas? Al Rey Mayor Inka Kurax se le vuelve pálido el rostro otra vez... - ¿Qué os pasa, Gran Rey Matyor? ¿La deseáis o no la deseáis? ¿Eres capaz de luchar contra mi a vida o muerte por Ella? - Yo... no... no puedo... - ¿Tan impotente eres? - No puedo luchar hasta que el dios blanco no le diga al Gran Adivino Huatuc lo que debo hacer. Luz Celeste sonríe y vuelve a pensar para sus adentros. - Sigue anulando... sigue eliminando... sigue destruyendo a Huatuc y todos los brujos juntos... - Vuestros falsos dioses, que además no existen, no pueden hacer absolutamente nada más que meteros miedo. Entoces pensad... ¿quiénes están interesados en que tengáis miedo? Lógicamente quienes tienen el poder de dirigiros y asutaros. Ved a vuestro alrededor y los enocntraréis. Siempre los peores enemigos de la liberación humana son los que más cerca están de vosotros. Siempre son los que aceptáios para que os gobiernen y los aceptáis, en oontra de cualquier lógica humana, para que os gobiernen como dictadores. Eso es lo que ellos llaman mayoría absoluta, nombramiento por aclamación y otras lindas palabras que os tapan la realidad. Por eso aceptáis. Porque no tenéis el coraje, el valor y la sabiduría suficientes para abrir los ojos. Estáis siempre dormidos porque a vuestros brujos les conviene que estéis siempre dormidos. Ichuri pregunta cortando el discurso de Jota Jota. - ¿Qué es para un extranjero amar a la más bella de todas nuestras jóvenes mujeres? - Desde el comienzo de la vida humana siempre convivimos como seres humanos cuya verdadera patria es la misma Tierra para todos. Asi que no me sigáis llamando ya más veces extranjero porque no lo soy. Para el amor no existe ninguna clase de frontera, ninguna clase de barrera, ninguna clase de tabú y ninguna clase de brujería. Eso es para mí amar a la más bella de todas vuestras jóvenes mujeres. Amor sin barreras. Muchos de vosotros desconocéis lo que se llama la libre decisión que deben tener todas ellas para elegir a quiénes quieren que sean sus verdaderos compañeros, sus verdaderos amigos, sus verdadero amante... y observad que digo compañeros y amigos en plural y amante en singular. Habéis olvidado algo esencial y es que el amor verdadero no es el amor libre sino el amor noble. Es el amor noble el que destruye fronteras, destruye barreras, destruye tabús, destruyes maleficios y hechizos, destruye a los personajes diabólicos. Observad todos los horizontes que os rodean. ¿Veis alguna frontera real? No. Las fronteras no existen en la Naturaleza sino que las imponen quienes tienen intereses ocultos para ello. Ni para mí ni para Ella existen. Por eso yo no soy un extranjero sino un hombre nada más. Muchos de vosotros solo tenéis deseos impuros argumentando que son vuestras pasiones; pero no sabéis que la mayor pasión es amar a un solo ser humano del sexo diferente y no desear a las otras, a las que pertenecen a otros ya o pueden pertenecer a otros en el futuro. ¿Qué tiene que decir ante esto vuestro Gran Rey Mayor Inka Kurax?. ¿Digo yo la verdad o la está diciendo él? ¡Habla claro Inka Kurax para que todos podamos entenderte! La voz gangosa de Inka Kurax suena ahora como el croar de los sapos. - Yo... no... yo no tengo por qué contestar... porque soy el Rey Mayor. - ¿Qué clase de Rey Mayor es el que se ve sometido a los caprichos de los adivinadores y los brujos? ¿Gobiernas tú o gobiernan ellos? Inka Hurax, totalmente crispado su rostro, se queda mudo. - ¿Enmudeces ante la Verdad de Dios? Os preocupáis sobre el destino de vuestro pueblo. ¿Quién sabe adivinar el destino de vuestro pueblo? ¿por qué el Adivinador Huatuc está tan callado ahora? Ella no es para mí lo que yo deseo sino algo todavía mejor que lo que yo deseo. Ella es mi Destino. Somos algo más de lo que dicen que somos. - ¿Qué es ese algo más? - Ser verdaderos amantes solametne con la mujer y el hombre que soñamos con los ojos bien abiertos. Esa realidad no la conocen los que no saben soñar de esa manera. ¿Y vuestros sueños? ¿Son vuestros verdaderos sueños o los sueños que os imponen vuestros adivinos y brujos?. - ¡¡¡Yo, el Gran Confesor Ichuri, declaro que es la mejor declaración amorosa que he escuchado en mi larga vida y después de haberlo escuchado sé que sólo pueden provenir de Dios!!! ¡¡¡Eso le da todo el derecho del mundo a Jota Jota para vivir como esposo de Ella donde quiera, en el lugar que Él quiera, donde consideren los dos que van a ser más felices!!! ¡¡¡Pero, por otro lado, es necesario también que ese amor lo demuestre siendo desterrado por tres lunas completas de nuestra ciudad!!! ¡¡¡Tienes que irte a la selva a defenderte del Gran Ysguar solo con tus propias manos y si vuelves vivo... Ella, la más bella de todas, será tuya para toda la Eternidad !!! - ¡Si Él tiene que irse yo me voy también con Él! ¡Repito, por última vez, y a ver si lo entendéis todos bien claro, que me voy con Él a pasar esas tres lunas completas en las cuales, por supuesto, ninguno de los dos creemos... porque el valor no se mide por los actos violentos sino por los actos valientes... y eso son dos cosas distintas y tan diferentes que hasta son opuestas. - ¿Qué dice ante esto el padre de ella? ¡¡Habla ya, Güeppi!! - Con todo el dolor de mi alma tengo que admitir que se vayan los dos juntos. - Es cierto, Güeppi, y así será; pero tampoco es justo que se vayan con las manos desnudas. Si con sus manos desnudas ha derrotado limpiamente al Gran Brujo Balugo, se ha ganando el premio de llevar un cuchillo bien afilado para combatir contra las fieras de la selva. Es algo que ha ganado por méritos propios. - No es necesario que me déis ningún cuchillo afilado porque sigo teniendo el mío propio y bien afilado que está. No me lo he ganado por ningún mérito sino porque me pertenece. Si tenemos que irnos de la ciudad por tres lunas completas no quiero, para nada, que me déis ninguna clase de regalo. Lo que yo he ganado nadie me lo ha regalado y prefiero que siga siendo así por siempre. Nos iremos solos pero mi cuchillo viene conmigo. No tengo nada que agradeceros a ninguno de vostros, creyentes o no creyentes de Jesucristo, porque ninguno de vostoros me habéis regalado nada ni me habéis ayudado en nada y no quiero que me realéis nada ni que me ayudéis en nada. Sólo admito la ayuda de Dios y no la de ningún ser humano... y lo digo por experiencia... pero os advierto que si vuelvo alguna vez por aquí será de una manera totalmente distinta a como he venido ahora. - ¿Quién eres tú? ¿Otra clase de adivino de los muchos que dicen que son? - No. Yo no existo para ir publicando adivinanzas sino para ir demostrantdo verdades. Si alguien os dice que he caído os estará mintiendo porque os juro que volveré pero no de la misma manera que he venido ahora. Tengo una misión que realizar porque alguien pide mi ayuda. Volveré para ayudar a quienes me están pidiendo ayuda. - No le entiendo nada, hija mía. - ¡Adiós, papá! ¡Yo sí que le entiendo del todo! ¡Esa es la gran diferencia que existe entre Él y tú! - ¡Vete con él si tanto lo deseas, hija mía, pero estás rompiendo las tradiciones de la Ley de Viracocha por casarte con ese extranjero! - ¡No pensaste ni dijiste tú eso cuando te casaste con la Niña Blanca! Güeppi se da cuenta de su error proque también la Niña Blanca fue, en su tiempo, una extranjera. - Llevas toda la razón, hija mía. ¿Quién soy yo para culparte si yo también cometí esa acción? Sólo lo hago porque quiero lo mejor para mi bellísima hija. - Pero resulta que tu bellísima hija tiene su propia visión de las cosas y también resultra que Él es el hombre que siempre ha estado dentro de mi corazón desde el mismo día en que nací. ¡Adiós, papá! ¡Me voy con Él y lo haría un millón de veces si tuviese que repetir lo mismo un millón de veces más! Jota Jota y Pacha Qushi se introducen en la selva y se pierden de la vista de todos los demás... - ¡Cuánto debemos aprender todos, Güeppi, para llegar a ser como ellos! - Llevas razón, Ichuri.
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