No me asusta ni el silencio ni el vacío si estás tú en mi propio abismo de las intensidades. No me asusta la indiferencia ni la crítica callada, esa indiferencia que es solo demostración de impotencia elemental de quienes no saben ni entienden qué es el vivir y el existir como producto de un Gran Sueño. No me asusta ni el silencio ni el vacío de quienes envidian el Arte de ser un loco soñador acompañado de una musa inmortal. Sus silencios, sus vacíos, sus olvidos no sólo no me asustan sino que me hacen cada vez más grande porque me hacen cada vez más regresar a mi eterna juventud. Y es que en el centro de toda la gravitación poética de mis vivencias yo, loco soñador de imposibles convertidos en realidades, siempre estoy contigo, Princesa de mis elementos primordiales: paz, amor y fantasia. No sé si soy breve e interesante pero al menos soy... y no como tanto astro que se creen centros de gravedad. Eso es lo grave. Yo no sé si soy breve e interesante pero soy. ¿Y quiénes son los del silencio y los del vacío? Personas ajenas al abismo de mi Gran Sueño. Por eso no me asusta ni el silencio ni el vacío si estás tú junto a mí, Princesa de mis musas articuladas en el Arte de la Fantasía hecha Realidad.