Hoy, sábado 18 de agosto de 2002, después de tener una corta pero muy intensa tertulia con mi gran amigo Carlangas (que es precisamente izquierdista) he llegado, tras ir pensando y de regreso a mi casa, en todo lo hablado con él, a una curiosísima paradoja existencial.
Resulta que Jesucristo, que no tiene ninguna clase de iedología política, ni social, ni económica ni tan siquiera religiosa o militar, es, como todos sabemos, favorecedor de los más necesitados y, por eso, solamente en el terreno de las ideas sociales (y no en ideologías de ningún género, ni clase, ni tipo) podemos decir que es izquierdista. Pues bien, la paradoja existencial en la que estoy reflexionando en estos momentos, es que en la Cruz del Monte del Calvario, quien estaba crucificado a su derecha fue quien creyó rotundamente en él (y eso que era el de la derecha), se salvó y está en el Reino de Dios y, sin embargo, el que estaba crucificado a la izquierda (que era izquierdista) no sólo no creyó en Jesucristo sino que se burló de Él y, aunque fuese izquerdista (y esta es la enorme paradoja existencial) se condenó y fue a parar a los infiernos.
Paradojas de la Existencia. Si me animo escribiré una serie de pequeñas (pero grandes) paradojas de la existencia que se me vayan viniendo a la memoria y que conozca yo en primera persona. Buenas noches y que Dios ampare a todos los que quieran ser amparados por Él.