Luz Celeste (Novela - Cómic - Guión Cine) -53-
Publicado en Aug 26, 2012
Avenida Padre Huidobro de Madrid. Sala de Reuniones del CNI...
- ¿Para qué otra vez una Sesión Extraordinaria, Señor Director General? - Señor Bento... quizás sea porque he descubierto que hay algo más importante que la inteligencia... - ¿Algo más importante que la inteligencia en un ser humano? - Sí. Lo más importante del ser humano no es su capacidad intelectual sino su capacidad de amar. - Demasiado romántico se está volviendo usted... - No. Señor Bento, no. Le estoy hablando del alma humana. - ¿Y se puede saber qué tiene que decir el alma humana a la Razón? - Ya estoy comprobando que, en el caso particular de usted, la inteligencia que pueda tener su alma es una inteligencia muerta. Deberíamos empezar todos a medir y clasificar a las personas en seres humanos con alma viva y seres humanos con alma muerta... quizás de esa manera seríamos todos más inteligentes y diferentes por completo a lo que somos. Las enciclopedias están llenas de personajes que han sido y son muy inteligentes pero la gran mayoría de todos ellos no fueron más que inteligentes con almas muertas y eso a pesar de sus grandes sabidurías. - ¿Y no es la sabiduría lo máximo que podemos ofrecer a la humanidad quienes somos inteligentes? - Se equivoca usted otra vez Señor Don Benito Bento Julián... ¿no se llama usted Benito Bento Julián? - Sí. Así me llamo... pero mis amistades me conocen como "El Molinero" - ¿Y por qué "El Molinero" en lugar de "El Sabio"? El Señor Bento se pone rojo de vergüenza. - ¿Por qué se pone usted tan avergonzado, Señor Bento? ¿Nos quiere contar a todos los aquí presentes, que somos sus compañeros y algunos hasta pueden ser sus amigos, por qué le llaman "El Molinero" en lugar de "El Sabio" siendo usted quizás el más destacado de mis hombres, exceptuando a Jota Jota por lo que ya se ha comprobado? - Me da vergüenza decirlo. - ¿No dice usted que la inteligencia vale más que el alma? Los seres tan inteligentes como usted no deberían tener vergüenza ante algo tan elemental. ¿Por qué le dicen "El Molinero"? - Bueno... lo diré si no sale de esta Sala... - Lo que salga de esta Sala no será nada oficial sino oficioso... ¿conoce la diferencia entre oficial y oficioso? - Oficial quiere decir que es de oficio, o sea que tiene autenticidad y emana de la autoridad para ser hecho público. Oficioso quiere decir, por contraposición a oficial, que hace o dice alguien sin formar ejercicio del cargo público que tiene. - Entonces considere que no va a salir de entre nosotros ni va a hacerse público por qué le llaman "El Molinero" en lugar de "El Sabio" y no le de vergüenza decirlo porque estamos entre nosotros que nos llamamos inteligentes para saber comprenderlo todo. - Está bien. Es un mote que me viene desde que era adolescente y veía a alguna chavala guapa. Para hacerme el más machote de toda la pandilla de zagales me acercaba a poca distancia de todas ellas y le cantaba en voz muy alta lo de "Que polvo tiene el camino que polvo la carretera que polvo tiene el molino y que polvo la molinera"... ¡Jajajajaja!... ¡Que me parto de risa!... - Así que usted se parte de risa siempre que canta esa jota a las chavalas guapas, Señor Benito Bento Julián. ¿No está codificado en este nuestro Centro Nacional de Inteligencia como una jota de las denominadas guarras e impropias de un hombre inteligente? Hablando de todo esto de jotas guarras y jotas elegantes... ¿por qué no aprende usted un poquito, aunque sea un poquito nada más, de nuestro joven Jota Jota para dirigirse a las chavalas guapas, Don Benito? - Porque no doy más de mí. - Buena confesión por su parte. Vamos a ver, Señor Bento, ¿usted ha salido alguna vez fuera de España? - Sí. Estuve un año entero en Brasil. - ¿Un año entero en Brasil? - Si. Aprovechando que mi padre era brasileño. - ¡Muy bien! ¡Pero que muy bien su excelente experiencia fuera de España! ¿Haciendo patria acaso? - Pues sí. Haciendo patria. - ¿Y también les cantaba esas marranadas a las chavalas guapas brasileñas? - También... también... ¡Era la monda! ¡Sobre todo en las fiestas a las que acudía! - ¿Qué clase de fiestas? - Nada del otro mundo. Solamente bodas, bautizos, primeras comuniones y cumpleaños nada más. No me invitaron jamás a ninguna fiesta de alta clase social. - Con ese comportamiento eso es del todo imposible. ¿Y cantaba jotas guarras en esas ocasiones en que acudía a fiestas de categoría inferior? - Siempre que me achispaba que era en todas las ocasiones. ¡Era la monda lironda cantar eso del polvo de la molinera a las chicas guapas brasileñas mientras les lanzaba tapones de botellas de champán para ver si les daba en la cabeza! - Pero... ¿está usted bien de la cabeza, Don Benito? ¿Le parecía gracioso eso? - Bueno... sólo me reía yo. Ellas se ponían muy serias. - ¡Lógico! Por cierto... ¿cuando dice achisparse quiere decir embriagarse? - Esto... bueno... sí... era amonarse un poco... - ¡Muy mono debería ponerse usted en esas ocasiones! - Si. ¡Jajajajaja! Me encantaba hacer el mono titiritero un montón. - ¿Y se reían las chicas guapas brasileñas cuando usted hacía el mono titiritero mientras les cantaba lo del polvo de la molinera y les tiraba tapones de botellas de champán para ver si les daba en la cabeza? - ¡Yo me reía muchísimo y entonces, en medio de la juerga general, les pedía que se viniesen conmigo! - ¿A dónde? - ¿Puedo decirlo? - ¡Hable, hable usted sin pudor, ya que me parece que no conoce lo que es el pudor! - Pues a que se vinieran al huerto conmigo. - ¿Eso quiere decir a la cama? - Sí. ¡Jajajajaja! - ¿Así que le parece a usted una linda y graciosa manera de hacer patria española haciendo todo eso? - Señor Director General... ¡se toma usted demasiado en serio la vida! - ¡Me tomo la vida como se la debe tomar todo buen caballero! Una cosa es ser alegre y otra cosa es querer hacerse el chistoso sin tener gracia alguna. Debemos saber siempre, como caballeros que somos, quién es el caballero y quien es el caballo... no vaya a ser que le pase lo que a nuestro excompañero, por fortuna ya jubilado, Don José Luis Yagüe Marcos, conocido por todos como "El Facha Marquitos" que, a pesar de ser tan magro de carnes, cuando enseñaba su fotografia donde se le veía montado en un burro nadie sabía si el burro era el que iba arriba o el que iba abajo. - ¡Jajajajaja! ¡Qué tío! - ¿Así que también le parece gracioso lo que hacía el Señor Yagüe antes de jubilarse y menos mal que ya se jubiló hace bastantes años porque ni él me tragaba a mí ni yo le tragaba a él por la enorme diferencia de clase que existía entre mi forma de ser noble y su forma de ser bruto? ¿Así que usted también hacía patria española haciendo el burro, Señor Bento? Qué más jotas guarras canta usted cuando se achispa, se amona o se embriaga que todo eso significa estar borracho como una cuba y no me venga con el cuento de que también ha estado en Cuba porque no me lo creo... ya que en Cuba, por mucho menos que eso, le habrían metido cien años de cárcel por lo menos. - Sí. Cuando ya estoy muy subido de tono canto lo de todas las mujeres tienen en su cuerpo un cuarto oscuro por eso los hombres tenemos una vela junto al culo. - ¡Basta! ¡Ya es suficiente para saber qué clase de hombre es usted y con qué clase de mujeres se lía cuando está de farras! ¡Menos mal que no todos somos como usted! Por cierto... usted está casado... ¿verdad? - Sí. Estoy arrejuntado. - Éramos pocos y parió la abuela... ¿y tiene usted hijos? - De ella. - ¿Les enseña usted esas canciones basura a sus hijos? - Alguna que otra vez... pero sobre todo a mi sobrino mayor; mi discípulo más aventajado. Bien. Ya es suficiente. Sigamos hablando del tema por el cual les he reunido hoy a todos ustedes y usted, Señor Bento, cuando termine esta reunión haga el favor de quedarse un rato hablando conmigo porque tengo asuntos privados que hablar con usted. - Ya lo ve, Señor Director, al final soy yo siempre el que prefiere usted para resolver asuntos principales. - Sí. Vamos a tener que resolver un asunto principal entre usted, el más sabihondo de todos mis hombres adultos. Les he reunido hoy para saber si alguien ha podido descubrir algo más importante sobre la Ley de la Atracción Universal. Algo que podamos incluir en nuestras futuras investigaciones pero, por supuesto, fuera del contexto en que trabajó Jota Jota porque ya sabemos que esa investigación ya no está prevista en nuestros planes. Silencio total... - Está visto que, a partir de ahora, en nuestras futuras investigaciones sobre cualquier asunto serio vamos a tener que tener mucho más en cuenta el elemento espiritual humano de lo que hemos estado haciendo hasta hoy. - Eso escapa un poco a mis conocimientos científicos, Señor Director General. - Ya lo sé, Señor Bento, ya lo sé. Lo que quiero hacerles entender a todos, y más a usted que se cree el líder natural de todos mis hombres, es que vamos a tener que esforzarnos mucho más cuando de seres humanos se trate cualquier investigación nuestra. - Eso es lo difícil. - Veo, Señor Bento, que todos los asuntos ya le están pareciendo demasiado difíciles. ¿Es que usted ha llegado ya a su máximo límite de desarrollo intelectual? - La verdad es que estoy sorprendido... - Soprendido... ¿de qué? - De que un joven de tan sólo 18 años de edad tenga ya más personalidad que yo. - Eso no es tan difícil, Señor Bento. Hay muchos chavales jóvenes y muchas chavalas jovencitas que tienen más personalidad que usted. Y ahora no me interrumpa, por favor. Creo que debemos incorporar, a partir de hoy mismo, algo del conocimiento espiritual en nuestras investigaciones. No les hablo exactamente de tener que estudiar un Doctorado en Teología pero vamos a tener que estudiar un poco mejor lo de la existencia de Dios. Posiblemente eso nos ayudaría a tener muchos más aciertos en nuestros trabajos. A lo mejor necesitamos sentir nuestras almas mucho mejor para poder separar el Bien del Mal. Me parece que, conociendo algo más de Dios, nos vamos a tener que evitar tantos gastos públicos en comprar ínstrumentos físicos, elementos químicos y otros aparatos super modernos. Por lo que he podido observar en este caso del joven Jota Jota, que ya se nos ha escapado a nuestra inteligencia, quizás usó conocimientos teológicos mientras nosotros intentábamos estudiar la Ley de la Atracción Universal simplemente con proyecciones materialistas aplicadas a la biología humana. ¿Y qué es la biología humana sino un Diseño de Dios? Vamos a tener que estudiar eso mucho más de lo que ustedes creen. No me importa si creen o no creen en la existencia de Dios pero les voy a sugerir o les voy a pedir, sin ninguna clase de prejuicio de por medio, que vayan investigando dando un lugar a Dios. Si creen en su existencia les será más fácil y si no creen en su existencia quizás hasta les sirva de provecho para comprender a los que sí creen en Él. Es posible que en este Centro Nacional de Inteligencia tengamos que tener mucha más Fe de la que hasta ahora hemos tenido. Fe cierta para quienes creen en Dios o Fe ciega para quienes no creen en Dios, pero vamos a tener que poner más Fe en nuestros trabajos. En eso estoy pensando desde que se marchó Jota Jota y, como no sabemos si volverá o cuándo volverá, vamos a tener que hacerlo sin su ayuda. Me parece que en vez de tener tanto orgullo por llamarnos Centro Nacional de Inteligencia deberíamos empezar a ser tan humildes para llamarnos Centro Universal de Corazones; porque me parece que poniendo el corazón más que simplemente el cerebro tendremos más éxitos en nuestros futuros Proyectos. Probablemente sea el Amor lo que de verdad debería mover las acciones humanas y no tanto fríos certebros como tenemos nosotros. Si lo conseguimos habremos dado un paso adelante. Quizás aplicando primeramente el Amor podríamos decir lo que dijo el astronauta Neil Armstrong cuando llegó a la Luna. Ustedes lo recordarán. Dijo: "Un pequeño paso para un hombre y un paso gigantesco para la humanidad". Quizás Jota Jota sea, en cierta manera, una versión juvenil de Neil Armstrong. Y ahora, por favor, pueden todos ustedes volver a sus labores menos usted, Señor Bento, ya que tenemos que hablar muy seriamente los dos. - Muchas gracias por confiar en mí, Señor Director General. - No se precipite tanto y deme las gracias al final. Todos los compontes del grupo especial de investigadores del CNI salen, tranquilos, de la Sala. Pero pensativos. Y se quedan a solas el Director General y el Señor Bento. - Síéntese frente a mí, Don Benito, y míreme a la cara. Don Benito Bento Julián hace lo que se le pide y se queda mirando fijamente a los ojos del Director General del CNI. - ¿Usted se cree que tiene poderes hipnóticos con las chavalas guapas, Don Benito? - Esto... bueno... un poco... - ¿De verdad se cree usted esa majadería? Entonces... ¿por qué no ha conseguido, con todos mis respetos a su señora esposa, casarse con alguna de ellas? - Porque no quise... - ¿Porque no quiso o porque las chavalas guapas no son lo que usted opina de ellas?... porque ha de saber que llevo ya mucho tiempo haciéndole un seguimiento muy especial y me he enterado de varias confidencias que va usted proclamando entre sus amistades o de bar en bar. ¿Son las chavalas guapas lo que usted va diciendo de ellas? - La verdad es que, a veces, me parece que me he pasado un poco. - ¿A usted le parecen prostitutas todas las chavalas guapas que se atreven a pedir a un hombre que baile con ellas? - ¡Me ha cazado usted como a un conejo! - Pues ya es usted mayorcito para dejarse cazar como un gazapo. Por otra parte usted, según consta en su Expediente, estuvo alistado en las Fuerzas Boinas de los paracaidistas. ¿Es eso cierto o es algo que nos ha querido meter en su Curriculum Vitae para hacerlo algo interesaante? - La verdad es que estuve con los paracaidistas de Alcantarilla pero nunca formé parte de ellos. Era solamente de los que recogían la basura y cosas así. - O sea que, en palabras directas, usted la única boina negra que ha usado es la de sus años vividos en su pueblo... ¿es eso cierto?... - Pues sí. Todavía tengo unas cuantas de recuerdo. - ¿Recuerdo sentimental acaso? - No. Nada de recuerdo sentimental sino de recuerdo nada más. - Es usted más mentiroso con su Curriculum Vitae que los ligues de James Bond... que sólo existían en la imaginación de Ian Fleming. Nos ha estado engañando a todos... excepto quizás a ese tal Jota Jota a quien le envidia porque él si ha viajado mucho más que usted, con mucho mayor provecho para todos nosotros y haciendo patria de verdad; como hacen patria los verdaderos caballeros españoles. Así que tengo que darle una noticia y no sé si cuando la oiga usted me va a dar las gracias como antes dijo. - Espero que sea algo de un traslado a otro lugar del CNI. - Pues se quivoca. Desde este momento deja usted de pertenecer al Centro Nacional de Inteligencia de España y como tiene tanta experiencia como barrendero con los paracaidistas de Alcantarilla, pues le he buscado un buen trabajo para que usted se jubile con cierta dignidad. - ¿A algún Departamento de Secretaría? - ¡Usted está soñando dormido, Señor Bento! ¡Cómo vamos a destinarle a un lugar donde hay tantas chavalas guapas si usted no sabe tratar ni con una solamente de ellas! Le he buscado algo mucho más cómodo y dónde usted podrás seguir diciendo sandeces a las chavalas guapas que pasen por las calles! - ¡Dígame! ¡Dígame! ¡Eso sí que me interesa! - Pues nada. No se hable más. Firme usted en este Documento Oficial la renuncia voluntaria a seguir perteneciendo al CNI. - ¡Traiga! ¡Traiga ese Documento acá que ipso facto lo firmo! - Vaya. ¿También sabe usted latín como dice su Curriculum Vitae o es que sólo ha aprendido lo de ipso facto y sine qua non que, por cierto, lo saben hasta los estudiantes de primaria? - ¡Me ha vuelto usted a cazar como a un conejo! - ¡Déjese ya de pensar en tantos conejos y firme la renuncia! Don Benito Bento Julián firma sin decir ya ni media palabra más. - ¡Y ahor afirme usted este contrato si es que quiere seguir trabajando en España! - ¡De España no me voy ni a tiros! ¿Qué Secretaria es, por favor? - Una Secretaría ambulante, Señor Bento, una Secretaría ambulante. - ¡Fantástico! ¡Así podre viajar por toda la patria rodeado de chavalas guapas! - Entonces lea bien el Documento antes de firmar. - ¡Nada! ¡Nada! ¡Firmo a ciegas! ¡Una Secretaría ambulante es lo que más he deseado! Don Benito Bento Julián firma el Contrato de Trabajo mirando al tendido como si fuera Manolete siendo admirado, desde lo alto, por Antonia Bronchalo Lopesino, nombre real de la artista conocida como Lupe, el gran amor del famoso torero. - ¡Acaba usted de firmar un grandioso contrato laboral hasta su jubilacíón como barrendero de la ciudad de Cuenca! Al escuchar esto, Don Benito Bento Julián, se desmaya y cae al suelo. - ¡¡Doña Remedios!! ¡¡Por favor Doña Remedios!! ¡¡Venga usted de inemdiato y traiga el frasco de sales para los desmayos!! Rápidamente aparece la cordobesa empleada como ama de llaves del CNI y entra con toda urgencia. - ¡¡Jesús, María y José!! ¡¡La de cosas extravagantes que hay que ver y aguantarles a estos señores tan inteligentes!!
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