Hotel Río Napo, en Coca...

La hermosa periodista brasileña Leda Melo de Carvalho, tumbada boca arriba en la cómoda cama de la habitación del hotel, está pensando en voz alta.

- Ternura... ¡qué hermosa palabra! Significa actitud cariñosa y afable; expresión de cariño, afecto y amistad. Es la cualidad esencial de alguien que es afectuoso y cariñoso. ¿Cómo será, en realidad, ese tal Jota Jota en su vida íntima y privada? Sólo me lo puedo imaginar afectuoso, cariñoso, tierno...

De repente interrumpe su monólogo, se levanta de la cama, se acerca al mueble bar y se prepara un cóctel sin alcohol.

- ¡Brindo por ti, Jota Jota! ¡Brindo porque no hayas muerto todavía y porque te lo mereces de verdad! ¡Ya no me importa tanto que cumplas con tu prometido reportaje periodístico único y original, sino que aparezcas vivo otra vez por aquí!

Da un pequeño sorbo a su cóctel sin alcohol

- Tú debes ser algo así como un ángel celestial más que un joven bohemio que llega a convencer a cualquier persona porque tienes una voluntad positiva y contagiosa; sobre todo si esa persona es una mujer hermosa a las cuales les dedicas tus mejores sonrisas cuando hablas con el corazón de aventurero sin límites de cara siempre al futuro y por eso siempre eres joven.

Después se sienta ante la mesa, deja el cóctel al alcance de su mano derecha, saca su computadora portátil y empieza a escribir al Director del "New York Times" mientras va pronunciando, en voz alta, lo que está escribiendo para entenderse mejor a sí misma.

- Estimado Señor Director del "New York Times" de la ciudad de Nueva York, Míster Joseph Donaldson: sé que me están ustedes esperando con urgencia mi prometido gran reportaje sobre la Convención celebrada en el Hotel Melíá Florida de Madrid, pero quiero decirle que todavía no lo he escrito y que es necesario esperar algunos días más no para recibir ustedes ese prometido reportaje sino otro mucho más original y muchísimo más interesante, relacionado con el mismo tema de la Ley de la Atracción Universal, para sus lectores y sus lectoras. Quizás piense usted que me he vuelto loca y que me quiero quedar con el dinero que me han pagado por anticipado... pero no deseo que piense usted que les he estafado ni que tengo intención alguna de estafar a nadie y menos a ustedes que me han dado la oportunidad de poder formar parte de su plantilla fija si consigo escribir algo verdaderamente sobresaliente. Lo que sucede es que estoy segura de poder ofrecerles dicho reportaje pero espero que tenga usted la caballerosidad de esperar algunos días más. En realidad escribir sobre la Ley de la Atracción Universal ya lo han hecho demasiadas personas y nada interesante se dijo en la citada Convención del Hotel Melíá Florida de Madrid o, por lo menos, no se dijo nada nuevo sobre el asunto; así que me encuentro en la población ecuatoriana de Coca, muy cerca de los ríos ecuatorianos llamados Napo y Coca, esperando la llegada de la inspiración de alguien que me va a regalar, sin recibir nada a cambio por ello, datos muy importantes para poder realizar ese reportaje que, estoy totalmente segura, les va a sorprender tanto a todos ustedes como a sus lectores y lectoras. Las verdaderas noticias interesantes de verdad deben ser algo inédito, interesante, sorprendente y, sobre todo, inesperado. Si usted cree que estoy loca y que no estoy siendo sincera hágamelo saber de inmediato... porque, en el caso de que ustedes duden de mi, estoy dispuesta a devolverles todo el dinero que me han pagado por anticipado y dejar de escribir para siempre en su digno y famos diario. No me dolería, en absoluto, si me quitan la oportunidad de ser una periodista más entre ustedes, porque lo único que me dolería de verdad es que esa persona no me pueda ofrecer lo que me ha prometido. No le conozco nada más que por unos breves minutos en el Hotel Meliá Florida de Madrid y unas pocas horas en esta ciudad de Coca... pero me sobra y me basta con su palabra. Espero que usted también crea en la mía. Respetuosamente, Leda Melo de Carvalho.

Después envía el mensaje y se asegura de que ha llegado a su destino, apaga la computadora, toma el vaso del cóctel sin alcohol y se lo bebe de un trago sin detenerse a pensar; pero sigue meditando en voz alta...

- No comprendo a esa tal Carmen Vergara Ordóñez, la señorita de los Palominos. No comprendo cómo ha sido incapaz de evitar que un chico así se haya ido con una chavala que sólo ha visto una vez en su vida. No lo comprendo. Como mujer no la comprendo y como ser humano tampoco, a no ser que sea la propia voluntad de Dios. ¿Quién cree eso? ¿Quién cree que la voluntad de Dios es superior a la voluntad de cualquier persona inteligente de este mundo? ¡Quizás sea solamente eso! ¡Quizás sea verdad que Dios es el Ser Superior que interviene en nuestros destinos! Al parecer, puede ser cierto que entre un hombre y una mujer puede haber una verdadera amistad sin nada más que amistad. Quizás sea también cierto que Carmen no puede competir con la otra porque no le comprende o no le entiende. Quizás sea que para comprender algo así es necesario ser como un niño y como una niña que se aman desde siempre. Quizás el Espíritu Santo anide en el corazón de ese tal Jota Jota y la nativa salvaje que, posiblemente, sea más civilizada que nosotras, las de esta parte del mundo que somos escépticas ante las posibilidades de los milagros de Jesucristo. Quizás esa chavala que se lo ha llevado al interior más profundo de su selva virgen y natural nos lo haya arrebatado para siempre. Pero, por otro lado, sé y estoy segura que, de alguna manera, él volverá. Estoy dispuesta hasta perder mi prometido y ansiado puesto de trabajo y que nadie más me contrate como reportera, pero será lo que Dios quiera y no lo que yo deseo. Para trabajar hay muchas profesiones y muchos lugares en los que ganarse la vida pero solamente muy pocas veces en la vida suceden cosas tan increíbles que merezcan la pena esperar a que se produzcan.

Se tumba, de nuevo, sobre la cama y se queda profundamente dormida porque está muy cansada.