LEER A DIOS
Publicado en Aug 27, 2012
A Dios hay que leerlo en todo cuanto vemos. En todo cuanto perciben nuestros cinco sentidos. Teología de los objetos y los animales. Teosofía de lo panteístico. Leerlo, es hacer auténtica oración. No repetir, de manera mecánica, fórmulas eclesiásticas. Leerlo en cuanto vemos, es reverenciarlo y descubrirlo en su creación. Él es ella. Ella es Él. ¿Y tú, cómo puedes estar por fuera de la creación? ¿Hay un lugar fuera de Dios, donde se pueda estar? Leo a Dios cuando camino, en las enormes letras de las montañas. Lo leo con las móviles letras del río. Un bosque es un párrafo. La cordillera es una página completa. Lo leo. Lo releo. Es un libro cuyas páginas no pueden cerrarse. Leo a Dios, también, en el pequeño abecedario de las hormigas. Millares de pequeños abecedarios, como notas de pie de página, para descubrirle a Dios sus silencios . Sus gritos. Leo a Dios cuando Él descansa de leerme.
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