Luz Celeste (Novela - Cómic - Guión Cine) - 60 -
Publicado en Sep 04, 2012
- ¿Qué es amar hasta lo imposible, Don Andrés?
- Amar hasta lo imposible es saber amar de verdad. - Yo creía que también se podía amar de mentira. - Quienes mienten en el amor nunca pueden saber lo que se ama, señorita Carmen. Imagínese que quiere descubrir qué es lo que piensa algún joven que le gusta. Si miente al estar con él y con otros al mismo tiempo... jamás podrás saber lo que piensa de verdad él; aunque sepa de verdad lo que piensan los demás. ¿Ha comprendido? - Empiezo a comprender otra lección que me servirá para toda mi vida. - Exacto, Carmen. Si un joven le interesa procure no compartir sus sueños con los sueños de los demás; porque es totalmente incompatible y debe de saber ya que el amor verdadero y noble es incompatible con el amor falso llamado libre. ¿La he ayudado a comprender un poco más? Quien ama a una sola persona no puede admitir que esa persona ame a varios al mismo tiempo. Lo que sucede, simplemente, es que el que ama noblemente se va a buscar a la que Dios le ha asignado como verdadera compañera, amiga y amante. Y eso sólo se consigue, a pesar de todo lo que se está viendo y promocionando en este mundo de los estercoleros, cuando un solo hombre y una sola mujer, y recalco lo de un solo hombre y una sola mujer para que no se llame a engaño si después vienen los problemas que se producen y quizás, en muchos casos, ya no tienen solución porque se perdido no solo la nobleza y la honestidad, sino también valores tan básicos y fundamentales para el amor como es la ética de la Naturaleza y la moral de los sentimientos. - ¿Es que la Naturaleza tiene ética? - La Naturaleza humana, y que no se le olvide jamás, la creó Dios y Dios es ética llevada a la sublimación de la nobleza y a estar de acuerdo con los que somos y no en lo se convierten los que rechazan a ser lo que son. ¿Me está atendiendo? - Perfectamente. Sólo me falta aprender lo que es la moral de los sentimientos. - Algo tan sencillo como no jugar con los sentimientos ajenos; porque esa es la pérdida de la dignidad de una mujer o de un hombre. Podríamos extendernos mucho en estos temas pero ya estamos llegando a Madrid y creo que usted, a sus 16 años de edad, ya lo debería haber aprendido perfectamente bien. - Sí, Don Andrés. Ahora lo estoy comprendiendo un poco más y mucho mejor. - Pues si te estás refiriendo a ese joven, el tal Jota Jota, que no quiso saber nada más de compartir su amistad, y tome nota de que digo solamente amistad y nada más que amistad, es porque perdió toda su confianza en usted. No puede existir una amistad sin confianza y si él perdió su confianza en usted es porque debió darse cuenta, rápidamente, que usted estaba solamente jugando mientras él estaba solamente buscando a quien amar de vedad. - Para mí ya es muy tarde... - Entonces sólo guardemos silencio. Es un placer hablar sinceramente con usted pero estoy muy interesado en una pequeña columna de opinión que viene en la prensa y que, precisamente, y yo no creo en las casualidades sino en la acción de Dios para encontrar el momento adecuado de entender debidamente ciertas cosas relacionadas con los sentimientos, habla de la amistad. ¿Quiere usted que le lea en voz alta este pequeño artículo que viene en El Comercio de hoy? Quizás es que Dios quiera que hoy, precisamente hoy, se entere usted un poco más.. - ¡Lea! ¡Lea, Don Andrés! - Algún periodista que no ha querido firmar su texto salvo con una letra que es la D, quizás porque es la letra con la que se inicia la palabra Dios, ha escrito esto que ha titulado "El vino añejo de la amistad". Escuche y ponga atención por si le sirve de algo: La vida se ha convertido en una vorágine de inaplazables premuras. Un transitar de aspiraciones individuales y colectivas que nos llenan de afanes permanentes, a veces hasta esperpénticos, donde proyectar nuestros anhelos y la ineludible necesidad (muchas veces creada de manera artificiosa y no precisamente natural) de apresar oportunidades. Y todos corremos como locos con la voluntad de superar obstáculos. En este maratón en que se ha convertido la vida (una especie de maratón infernal) es muy importante y necesario para nuestra salud mental darnos pausas para vivir y valorar adecuadamente el mundo de nuestras relaciones interpersonales. Es ese entorno de los amigos y las amigas. Un vino añejo que nació en una caverna de la prehistoria (a la luz de un fuego ardiente) y que sigue su existencia a través de miles y miles de años. Me emociona recordar a los amigos y las amigas de la infancia y la juventud y me emociona vivir la amistad en mi vida presente... porque la amistad es tan importante para nuestra felicidad personal que hasta leo un pensamiento de Antonio Gala, donde el escritor dice: "El amor es una relación de amistad con algunos momentos de erotismo". Es también sabio mi propio pensamiento que dice "El compañerismo se busca, la amistad se encuentra y el amor nos sorprende pero ninguno de estos tres sentimientos se deben mendigar". Acertado pensamiento de donde entresaco que, en lo referente a la amistad, que no se mendiga sino que se encuentra y se enlaza en nuestro sentimiento de forma natural, es importantísimo que nunca, bajo ningún concepto, la rompamos. Es como el vino. Cuánto más añejo mejor sabor deja en nuestro ánimo. Sin la amistad nos volveríamos locos de tristeza y sería imposible sentir el compañerismo y el amor. La amistad verdadera es esa palabra que se da y se mantiene a pesar de los pesares... pero existen muchos humanos/humanoides que se comportan con la amistad lo mismo que se comportan con las suciedades del cuarto de baño. Hacen su necesidad (utilizan al amigo o la amiga) y una vez ya sin dicha necesidad, toman a la amistad, se limpian sus ambiciones con ella y la tiran por la cañería del desagüe de las emociones. Sucia manera de entender la amistad. Sucia manera impropia de quienes van por la vida alardeando de don de gentes, de gentes de importancia porque han pateado el trasero del amigo y de la amiga después de haberlo/haberla utilizado o utilizada para el menester de cumplir una necesidad tan sucia como sus propias conciencias. En las tubería de los desagües de muchos "lugares secretos" de bastantes seres humanos (tanto hombres como mujeres por igual) están, atascadas, aquellas amistades que un día les sirvieron para limpiarse con ellas el trasero de sus necesidades. Pero la verdadera amistad perdura... y perdurará siempre mientras existan dos corazones limpios enlazados por esa cinta de colores que es el arco iris de nuestras verdades. Los amigos sinceros y las amigas sinceras jamás tiran por el caño de las tuberías a sus amistades como si de papel higiénico se tratase; porque para los amigos y las amigas de verdad, la amistad, como el vino añejo, es algo tan agradable de saborear, que les dejan ocupar un lugar privilegiado dentro de los sentimientos de su puro corazón. - Por eso digo que para mí ya es muy tarde... - No es tarde. Sólo que debe aprender, en el futuro, cuando conozca a alguien que le interese de verdad, lo que es la verdadera sinceridad tanto para decir sí como para decir no. Decir sí significa compromiso irrompible si existe eso que este autor designa como los sentimientos de un puro corazón. Y decir no es no jugar con esa clase de sentimiento. Porque produce dolor decir sí para acabar diciendo no. Es por eso que este autor maneja con claridad de ideas lo que es la integridad de los sentimientos del puro corazón. Decir sí para derrochar felicidad y decir no par evitar sufrimientos. Lo que no vale para nada es decir sí para luego decir no porque estamos tomando a juego algo tan serio para el corazón de la otra persona y no vale para nada decir no para luego decir sí sólo por la vanidad de nuestros propios intereses. ¿Se da cuenta de que el autor de este texto está totalmente consciente de lo que piensa, de lo que escribe y, sobre todo, de lo que siente? Y Carmen guarda silencio porque recuerda lo de la apuesta con sus estúpidos compañeros de la Facultad y la nobleza de ese Jota Jota que ha encontrado la Liberación. - También viene, ahora que estoy comparando periódicos, otro texto de este enigmático periodista que firma con la D de Dios. Es del mismo tema. ¿Se lo leo? - Sí. Pero no me haga abrir los ojos. - ¿Para no leer en ellos alguna clase de culpabilidad? No se preocupe tanto. Yo también he sido muy mal amigo... en el momento que más necesitaba ser amigo de alguien a quien todos le habían dejado solo... NO abra los ojos y escuche. - Sí. Léalo en voz alta por ver si sigo interiorizando sentimientos verdaderos y termino por comprender los que son los sentimientos verdaderos de lo que es la noble amistad. - Leo. Este lo ha titulado "Por 5 centavos de dólar". Escuche atenta aunque no abra los ojos para no ver el sentimiento que viene expreso entre sus líneas. A veces uno se levanta de la cama, después de un profundo sueño plácido y placentero, y quiere comprender este mundo. Lo que produce tristeza de verdad, a pesar del canto de los pájaros y el sol que nos calienta poco a poco, dándonos generosidad sin pedir a cambio nada más que una presencia amistosa, es que precisamente una verdadera y sincera amistad de muchos años se venga abajo y se destruya por unos miserables 5 centavos de dólar. A veces uno quisiera poder comprender tales absurdos pero se encuentra, precisamente, ante la barrera de lo inconcebible. Si una amistad noble y sincera, de muchos años pasados con alegría y buen humor, se derrumba por tan sólo 5 miserables centavos de dólar, es necesario preguntarse, con la mano en el corazón, ¿qué es la verdadera amistad? Acabo de encontrar dos frases, navegando por Internet, que dicen así: "Todo el mundo quiere tener un amigo, pocos se toman la molestia de ser uno" y "Un amigo nunca te dice lo que tú quieres escuchar, te dice la verdad y lo que es mejor para ti". Es verdaderamente cierto que la amistad sólo puede tiene una base: la honestidad, la sinceridad y el aprecio mutuo. Siempre que he preguntado a muchas personas si quieren tener amigos y amigas, me dicen que sí... pero veo actuar, observo y reflexiono lo siguiente ¿por qué queriendo tener un millón de amigos como dice la famosa canción muchos no son capaces de dar ese paso sincero, ese paso honesto, ese paso alegre de poder compartir lo que tenemos como seres humanos?. Cierto es que un verdadero amigo no te dice lo que quieres oír sino lo que debes oír. Hay otra frase que dice: "El amigo es aquel que no te hace reír contándote mentiras sino el que te hace llorar contándote verdades". ¿Una verdadera amistad se puede destruir, después de haber sido levantada a través de muchos años de sinceridad, por tan sólo 5 miserables centavos de dólar? Lamentablemente sí. Lamentablemente uno quisiera comprender ¿por qué el pájaro y el sol te regalan su compañía a cambio de nada y, sin embargo, hay seres humanos que no valoran dicha compañía por el absurdo valor de tan sólo 5 centavos de dólar?. Muchas veces he visto derrumbarse amistades sinceras. Lo que no puedo entender jamás es que una amistad valga solamente 5 miserables centavos de dólar. ¿Cuánto vale en realidad una amistad? En la página Catholic.es (lugar de en cuentros de los católicos en la red) un autor llamado Rodolfo Caballero (y citando como fuente "Buenas Noticias") ha escrito que: "Un amigo vale más que nada. ¿Cuánto vale un amigo? Una de las historias más hermosas del “Old Far West” es la que cuentan de Bill, joven vaquero que había sido condenado a muerte injustamente en un pueblecillo. Como toda defensa contra la acusación había sido inútil, no hubo más remedio que la resignación. Pidió a las autoridades que se le concediera un último deseo: dar el adiós definitivo a los suyos. La petición fue aceptada a condición de que otro tomara su lugar hasta su regreso. Así las autoridades evitarían una posible fuga. Fue así como Jack -su inseparable amigo- aceptó ir tras las rejas. Llegado el día fatal, la plaza se llenó de gente que deseaba presenciar el terrible espectáculo. El verdugo ya sujetaba la cuerda. Bill no había regresado aún, por lo que Jack se acercó con paso seguro, dispuesto a ofrecer su cuello por el amigo falsamente acusado. De repente, un hombre se abrió paso entre el gentío. Todos gritaron al unísono: «¡Bill!». El recién llegado subió al patíbulo de un salto, quitó la soga del cuello del amigo. Mas éste no lo consintió. Pero Bill no se perdonaría que ajusticiaran a su amigo en lugar suyo. Como ni uno ni otro daba su brazo a torcer, se desató un noble altercado. Cada uno de los amigos estaba dispuesto a morir por el otro. Los concurrentes se echaron a llorar ante tal insigne muestra de amistad y, a garganta viva, pidieron el indulto. Ese día se salvó sangre inocente, gracias a una amistad desinteresada". Me quedo leyendo el artículo detenidamente y me pongo a pensar qué diferente es ser amigo que da incluso la vida por el otro amigo... a un amigo que destruye una noble, sincera y alegre amistad edificada tras muchos años de convivencia mutua, por el miserable precio de tan sólo 5 centavos de dólar.Y sigo leyendo el texto antes citado: "Este hecho es sólo una imagen de tantas amistades que se cultivan en nuestros tiempos modernos dentro de la selva de cemento armado de todas ciudades de mundo, de la campiña y de la costa. Mientras el orbe siga girando en su propio eje, habrá amigos, hombres dispuestos a darlo todo por el otro. Porque el corazón humano jamás dejará de amar. Y acerca de la amistad no he encontrado una mejor descripción que ésta: «Un amigo fiel es poderoso protector; el que lo encuentra halla un tesoro. Nada vale tanto como el amigo fiel; su precio es incalculable. Un amigo fiel es remedio saludable». Es cierto, el verdadero amigo querrá no sólo lo mejor para ti, sino que seas mejor. Pues el genuino amigo comprende que en la amistad lo primero es el amigo. Por ello, el amigo no dudará en dar la vida por ti. Por eso vale tanto un amigo". Quisiera comprender, entender incluso, por qué tan solo unos miserables 5 centavos de dólar puede destruir esto... pero no puedo... no lo comprendo... no lo entiendo... y entonces me refugio en mi infancia y no deseo crecer hasta llegar a adulto para poder seguir caminando con la sonrisa de un amigo que no pide nada a cambio y que incluso es capaz, por la amistad, de dejarse engañar por culpa de 5 miserables centavos de dólar; porque si valoramos en tan poquísimo precio lo que es una amistad sincera lo mejor es no dejar de ser niño. Los niños no saben nada de centavos de dólar para compartir amistades con otros niños. - Ya, Don Andés, ya... Y el citado Don Andrés cierra también los ojos... para recordar...
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