28 Incomódate con el llamado sexual del rinoceronte sobre la mesa del comedor.


2 Escucha si la danzarina que responde es tu abuela.


3 Asiste silencioso a las legiones de ángeles que rodean al zancudo: tu mejor argumento.


4 Recuérdale a las olas la suprema dulzura de logaritmos florecidos en el tenedor.

5 Redobla los abalorios del esquizofrénico cuando cuestione el plumaje.


6 Reclínate en el espacio que dejen los cangrejos o alaba en voz alta.


7 Traiciona sólo con puntos y comas y algún estilete de hielo.


8 Arrodíllate sobre las colmenas encendidas cuando caigan amapolas.


9 Resume los museos y bibliotecas en el maullido de la hiena preñada.