Cambios
Publicado en Sep 10, 2012
![]() ![]() En mi camino habitual, suelo ver un árbol que tiende sus ramas desnudas y grises hacia el muro del jardín vecino. Carente de riego y cuidados, una cantidad de hojas y basura, acumuladas en su cazuela, le dan apariencia de abandono.
Al pasar esta mañana por el lugar, me sorprendió verlo cubierto de verde follaje, matizado con racimos de flores naranjas, que lo asemejaban a una cascada de verdes y de fuegos. No fui yo, la única sorprendida con esta nueva imagen. Las personas que caminábamos por el lugar, nos detuvimos a contemplar el inesperado cambio. No había milagro ni misterio. La enredadera del jardín vecino, una magnífica bignonia, entrelazó sus múltiples zarcillos con las ramas del árbol, le prestó el verde intenso de su follaje y los encendidos colores de sus flores. La bignonia, es como la mayoría de las de su especie, invasiva y en su descontrolado y arrollador avance, ahoga la planta donde se apoya y enreda, hasta matarla. Humanicé, en mi memoria, la imagen del árbol vivo, con las ramas, estiradas hacia el jardín, en procura de la belleza efímera, basada en el cambio de apariencia y que tuvo un costo demasiado alto, cuando fue muriendo, asfixiado por su implacable vecina. Asociado al recuerdo de tantos seres, que no conformes con lo que son, buscan un cambio de apariencia que suele resultar catastrófico e imposible de revertir.
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Ariadna![](http://www.textale.com/images/comprofiler/17163_51596671db8f1.jpg)