La puta:
A veces me inclino por tu deseo,
¿Deseas dinero como yo? ¿O a mí?
No se la respuesta del interrogante…
 
Mejor me imagino mi casa bonita,
En vez de la ratonera en que vivo.
Y mi cuerpo virgen y esbelto como antes.
 
Me imagino el mundo sin golpes,
Y sexo malgastado en las calles vacías.
Esos callejones donde las cucarachas oyen…
 
Mis gemidos fingidos y distraídos,
Con intervalos de silencio insensato,
Que preocupa a los hombres lujuriosos.
 
Pero algo me preocupa ahora mucho más,
Que el satisfacer de deseos carnales ajenos,
Creo que me enamore de ti… si, así fue.
 
No sé, tus andrajosas manos me atraen.
Tu hedor perturbador me excita mucho.
Y tu sexo me da orgasmos ocasionales.
 
Maldito y bohemio hombre callejero,
En que hora me hechizaste a traición.
No puedo soltarte, tampoco lo quiero…
 
Vagabundo:
En qué momento empezaste a gustarme,
Usurpadora del lugar de mi amor propio,
Si me quería mucho, antes de encontrarte.
 
Como a Adán, patéticamente me tentaste,
Vil serpiente del deseo y la eterna lujuria.
Eres peor que el Diablo cuando fornicas…
 
Aunque me atrapa tu coito perverso,
Me gusta más tu libre expresión y rebeldía.
Tu sabia visión de las cosas cotidianas.
 
Hay quienes te dicen pecadora y van a la iglesia,
A purgar cada porquería que hacen en las calles.
Y te señalan… jah, que hipócritas seudo-beatos.
 
Buscan en otros mas ruines por la fortuna injusta,
La forma de demostrar sus errores imperdonables…
Religiosamente hablando! Son mucho mas pecadores!
 
No me importa lo que aclamen de ambos, al carajo
La “suciedad” y sus prejuicios. La ley y la bondad.
Me gustas y si el infierno nos espera, alla vamos.
 
Vamos a calcinarnos en propia vida, en la muerte.
Porque tu única sanción será no complacerme.
Y tu único vicio el que te brinde mi sexo ambulante…
 
La puta:
Me rebelo contra las leyes de la gravedad…
Voy a volar tan lejos como sea posible con mis faldas.
Mis medias veladas servirán de descanso para tu andar.
 
Mi delirio será siempre darte mi cuerpo y alma,
Porque a pesar de tus defectos y la norma.
Tu eres mi hombre entero y seré para ti.
 
Y aunque yo venda mi cuerpo, nunca tendrán
Mi espíritu ni mi esencia porque te pertenecen a ti.
No dudes de lo que siento mi sexual amigo.
 
Vagabundo:
Mis manos siempre te buscaran después de la limosna,
Aunque vendas tus senos y tu anatomía errante.
Eres mi ramera, la puta que escogí como compañera.