Mi amor por ellos.
Publicado en Sep 14, 2012
Como las branquias de los peces, latente, demasiado visible, muy obvio es mi amor por ellos. El tiempo se detiene para perderme en sus ojos llenos de saber. Una alegría me invade, eso que dejo atrás cuando los veo es lo único verdadero, lo único que hace que mi corazón bombee suficiente oxigeno. Sus rostros como el durazno que aún no se ha mordido. Sus manos llenas de cachorros alegres. Sus bocas cargadas de preguntas que difícilmente puedo saciar y que no quiero saciar, para que la duda sea su fiel amiga. El supuesto tiempo ya sé ha llevado a aquellos más pequeños, pero aun en estos veo el reflejo de los que me robo aquel intruso, mientras tanto aprovecho antes que venga el asalto de los calendarios. Es por esto que los respiro, y como ese globo de cumpleaños me desinflo en cada una de sus partidas, para seguir amando a los nuevos, a el que el tiempo y el entorno le robará el saber de sus ojos, el mismo que morderá el durazno y transformará los cachorros en lobos y sus bocas se saciaran de preguntas y respuestas acompañadas siempre de dudas. Pero siempre que me refleje en sus ojos llenos de saber, esa alegría seguirá invadiendo ese yo que todos creen, para que brote lo único y verdadero, mi amor por ellos.
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Maria Eugenia Olavarria
Maru.
Post Data: Disculpa que no te respondí antes. Saludos.
Umberto Senegal
Esa palabra "ellos", a lo largo del contenido, va llenándose de referencias sentimentales, eróticas, maternales con dobles y múltiples implicaciones semióticas.
Esos que morderán los duraznos, que van a saborear los duraznos que ofreces, -tú misma eres un durazno de tantas maneras para ellos-quienes estuvieron en tu vida, quienes se fueron, quienes están o puedan llegar al escuchar tu invitación, van a morder tambiénmuchas otras frutas que se adivinan en tu poema.
Me da la impresión que sigues el consejo de Cocteau: "El poeta, a quien nada limita, trae en ocasiones una perla de las profundidades a las cuales el sabio demuestra que es imposible bajar". Baja, sin temores, a las simas de tus sentimientos. Un abrazo desde Calarcá, Quindío, Colombia.
Maria Eugenia Olavarria
Debo confesarte que me halagan mucho tus palabras. Yo, apenas gateo en un mundo desconocido, no tengo escuela de poesía, soy mala con la gramática y sueño con ser escritora, pero como decía Cocteau: "Escribir es un acto de amor. Si no lo es, no es más que escritura."
Me gustaría que leyeras un poco mas de mis textos y poesías y siéntete libre de criticarme, que es lo que mas megusta, ya que quiero aprender. Saludos y gracias de nuevo.
Maria Eugenia.
Umberto Senegal
Un literario acierto tuyo, por ejemplo: responder a mi cita de Cocteau, con otra que la complementa, del mismo autor francés. Me agradó esa forma de dialogar. De continuar una idea con base en la referencia anotada. Si observas muchos de mis comentarios, notas al margen para quienes habitamos este filantrópico espacio de Textale, a los amigos con los cuales voy encontrándome poema tras poema, ensayo tras ensayo, prosa tras prosa por aquí, descubrirás que me encanta compartirles libros, autores, música, detalles de índole literaria, cultural, política, filosófica, etc, que dentro del estilo y los contenidos de cada cual puedan ayudar a desarrollar algún tipo de escritura.
Creo que siempre se me escapa y se hace presente de cuerpo entero, el profesor que soy. Trabajo con niños de tercero de primaria ( de 8 años a 11 de edad) en un corregimiento de mi departamento: Barcelona. Juan Manuel Serrat contribuyó económicamente a levantar esta escuela cuando un pavoroso terremoto la destruyó, en 1999. No lo hago con poses magistrales, simplemente me agrada compartir aquello que es producto de mis disciplinas. A partir de mi perfil, puedes entrar a mis blogs y creo que nos conoceremos un poco mejor, apreciada amiga. Y conste que desconfío ciento por ciento de alto porcentaje de los perfiles que encuentro aquí en Textale. Por ahí anda una damita solicitándole noviazgo a cantidad de Textaleros.
Singer
Maria Eugenia Olavarria
Maria Eugenia.