No quiero saber más del sufrimiento, ni del dolor su color,
Quiero separarme por completo, de su pútrido olor.
Quiero conducirme hacia un destino bueno, que solo yo sé,
Quiero que me acompañes mi cielo, anda conmigo ven.

Las lágrimas que han sido mi alimento, serán mi recuerdo,
Esas mismas compañeras de hielo, serán mi tormento.
La niebla que me cubre por la noche, es el manto de mi vida,
Un manto penumbra de roche, una sensación exprimida.

Me gustaría irme lejos y no estar aquí, ser un recuerdo lejano,
Un viaje sin retorno que me lleve a mí, encerrado en su manto,
Un efímero recuerdo tenue, solo un pensamiento alegre,
Ese quiero ser al volver, solo para que en ti piense.

Y las nubes como fortaleza serán, me guiaran y me sostendrán,
En este viaje que me llevará, a un lugar lejano, incierto esperará.
El viento es como mi ropaje, y sus caricias como mi alimento,
Como una bestia salvaje, que desgarra tan sencillo momento.

No me importa ya lo que tenga que vivir, si todo lo vivo sin ti,
Mejor me alejo sin decir nada para sí, mejor me voy lejos de aquí.
No tendré retorno, solo seré un recuerdo en tu pensamiento.
De todo me despojo, aun de tu cálido recuerdo.