- Hay que subir esa montaña, Jota Jota.
- ¡Yo por supuesto que puedo subirla! Pero... ¿tú estás lo suficientemente fuerte como para hacerlo?
- Tan fuerte como lo puedes estar tú.
- A eso yo lo llamo equidad de género; porque iguales no podemos serlo jamás, aunque algunos publicistas sociólogos digan que sí. ¡Es imposible que tú y yo seamos iguales aunque somos complementarios!
- Está bien. Es cierto. Pero no te enojes tanto para decirlo y baja la voz.
- ¡No estoy enojado ni enfadado tan siquiera sino que cuando digo las verdades pues digo las verdades y si se entera el mundo entero pues mucho mejor todavía!
- Baja la voz que nos pueden oír.
- ¿Quiénes nos pueden oír?
- Es que han sucedido otras cosas, Jota Jota.
- ¿Qué sucede ahora?
- Ahora no sucede ya nada.
- Pero... ¿quieres volverme loco?
- Más de lo que estás es imposible. Lo que te quiero dar a entender es que han estado sucediendo, de vez en cuando, desapariciones de algunas de nuestras Vírgenes del Sol.
- ¿Cuántas en total?
- De momento han sido, hasta ahora, siete Vírgenes del Sol las que han desaparecido en medio de esta selva.
- ¿Y no han aparecido nunca más?
- De momento, no. Y esa es otra cosa que espero que logres descubrir.
- ¿Descubrir yo a las Vírgenes del Sol para que me llames sinvergüenza?
- No es eso, mal pensado. Quiero y espero que descubras dónde se encuentran.
- Oye, Luz Celeste, ¿y si en vez de subir la montaña damos un rodeo? Sería mucho más cómodo.
- Pero perderíamos mucho tiempo.
- ¿Tiempo? ¿Qué tiene que ver el tiempo con todo esto?
- Pues que es urgente que destruyas a ese tal llamado dios blanco que es un guarro y un mamarracho que está haciéndose pasar por un dios.
- Entonces... ¡subamos la dichosa montaña!
- No se llama Dichosa Montaña sino La Montaña Verde.
- ¿Por toda la vegetación que tiene?
- Por eso y porque estoy segura de que ahí se trajinan a las Vírgenes del Sol que desaparecen misteriosamente en esta selva.
- ¿Quiénes se trajinan a las Vírgenes del Sol?
- El llamado dios blanco desde luego que no; porque no tiene ni fuerza física para mover un kilo de paja ni usando sus dos brazos. A quien me estoy refiriendo es a Jatun Layqa ayudado por él.
- Entonces habla mejor y di que se las trajinaba ya que ahora está totalmente muerto.
- Bien hecha esa corrección, Jota Jota. Ya no se las puede trajinar sino que se las trajinaba.
- Menos mal que reconoces que a veces te equivocas... y ahora no vayamos a discutir por tontera y media y subamos La Montaña Verde pero en esta ocasión yo iré delante de ti y agarrando tu mano izquierda.
- ¿Es que acaso también eres tú machista?
- No. Nada de eso ni tan siquiera nada parecido a eso. No lo he sido nunca y menos lo seré ahora ni en el futuro. No lo he sido, ni lo soy, ni seré jamás un machista. Voy a ir yo delante por dos razones: la primera porque tengo que defenderte de cualquier peligro que pueda acecharte intentando acabar contigo, y la segunda porque físicamente... ¡y hablo sólo de físicamente!... estoy más fuerte que tú.
- Esas dos cosas me convencen del todo. Tienes la virtud de convencer hasta a las piedras.
- Y cuando llegue el momento oportuno hablaré y contaré todo lo que tenga que hablar y contar porque, según la Sagrada Biblia Cristiana, hay un tiempo para estar callado y hay un tiempo para hablar... y si me quisieran quitar la voz, hasta las piedras de los caminos hablarían por mí y hasta gritarían por mí. Así que es la ocasión oportuna de empezar a hacerlo ahora mismo. Los que quieran escuchar lo que tengo que decir, que lo escuchen... y los que no quieran escucharlo que no lo escuchen... pero yo he prometido hacerlo por escrito porque se lo he prometido a Leda.
- ¿Quién es Leda?
- Solamente una periodista brasileña pero nada más que amiga mía sin otra cuestión de por medio.
- ¡Ah, bueno! Te creo. Sigue hablando pero no dejemos de caminar hacia arriba.
- Lo que quiero decir es que a quien le guste que le guste y a quien no le guste que se aguante... porque yo me aguanté durante mucho más tiempo de lo que tú imaginas guardando silencio pero ahora se van a enterar muchos de quién soy yo hablando verdades como puños. Pude haberlo arreglado a puñetazos contra ellos ya que hablamos de puños pero lo voy a hacer sólo con palabras para que nos las olviden nunca jamás... porque los puñetazos se olvidan muy pronto pero hacer la puñeta es lo que más molesta y como me hicieron tanto la puñeta ahora se van a enterar bien enterados todos ellos juntos o por separados. Lo dejo al gusto de cada consumidor. Hubo muchos y siguen habiendo muchos así que hay que cortarles de raíz sus chulerías para con los más inocentes.
- ¡Eres el chaval más valiente del mundo!
- ¡De eso nada! ¡Y además ni intento serlo! ¡Si soy el chaval más valiente del mundo es nada más que para ti y porque tú existes!¡Ser un guaperas Superman salvador de la Tierra no me interesa para nada poque luego te haces muy famoso y llega lo que llega!
- ¡Jajajajaja! ¿Qué llega luego?
- Que tienes que correr y salir de naja para que no te devoren las fanáticas y eso no va conmigo ni ha ido nunca conmigo. Conmigo sólo ha ido siempre Jesucristo que sí es capaz de salvar a la Tierra pero yo sólo soy nada más que un mandado como cuando tú me mandas tirar todas las noches la basura. Y ya que de basura estamos hablando pues hay que acabar tirando toda la basura y...
- ¡Calla, calla ya, que nos pueden oír! ¡Eso es lo que yo te quería decir!
- ¿Qué querías decirme que ya no me acuerdo?
- ¡Claro! ¡Como hablas tanto y sin parar! ¡Te quería decir que para mí, aunque solamente para mí porque las demás pueden opinar lo que quieran, eres el chaval más valiente del mundo!
- ¿Y se puede saber por qué nos estamos hablando tan alto los dos?
- ¡Porque ya estamos a bastante altura! Pero es cierto, llevas otra vez razón, bajemos la voz aunque ya estemos tan altos porque a este paso se va a enterar el mundo entero.
- Pues que se entere el mundo entero porque ya es hora de que se enteren. Sólo te he amado a ti y nada más que a ti. Sólo me interesas tú y tú eres tú y sanseacabó la Historia. Pero debes de saber que en la Literatura Española hubo un tal José María de Pereda, que no hay que confundirlo con José María Pemán que era otro distinto, que escribió "Peñas arriba"... y si es necesario subir peñas pues las subimos y ya está; porque no pasará nada malo si tenemos cuidado al subir y no nos resbalamos hasta caer en El Gran Lago del cual nunca saldríamos vivos; ya que si caemos en dicho lago podemos morir ahogados porque, para que te enteres y sepas que yo también sé bastante de Geografía, un gran lago tiene mucha agua y, por supuesto, eso no nos va a suceder porque estamos en esta selva para algo mucho más importante que para morir. No tendría ninguna gracia que muriéramos por haber llegado hasta aquí... y como no tendría ninguna gracia... ¡que se mueran ellos!. Así que vamos a cumplir con nuestra misión porque no es misión imposible ni ninguna película parecida a "Misión Imposible" para que te enteres de que también sé bastante de Cine.
- Está bien, Jota Jota, como tú quieras... pero te corrijo que no es nuestra misión sino nuestra obligación.
- Pues mejor me lo pones todavía.
- Yo te pongo lo mejor que tú desees.
- Eso ya lo he comprobado. Lo mejor que yo deseo eres tú.

Y, subiendo los dos, siguen ascendiendo Él delante y Ella detrás agarrada a la mano derecha de Jota Jota. A la luz que reverbera reflejos vegetales es una preciosa chavalilla que ya se ha hecho mujer y es la única y verdadera esposa de Jota Jota.