Madre, eres como una gota de rocio
sobre el petalo de una rosa. Eres como
un lucero que brilla a toda hora en el firmamento.
Eres madre mia mi fuerza, mi alegria, la razón de
mi vida.
He visto viejita linda tu valor y tu poder
y aunque los años han debilitado tus días,
eres mi viejita linda una fuerza de vida.
Tu piel se ha ido arrugando y tu cabello
ha cambiado de color, en tu cabeza se
asoman hebras de hilos plateados que
embellecen tu marchitado rostro dulce mujer.
El cansancio, el dolor y el sufrimiento dominan
tu semblante y a pesar de todo eso mi linda
viejita tus ojos se iluminan y de tus labios brota
una dulce y debil sonrisa.
Doy gracias a Dios por tan hermoso regalo
me dio una madre que siempre ha estado a mi lado
que he visto envejecer con dignidad y humildad
cada día que pasa a mi madre la amo más.