La Paz De No Vivir
Publicado en Oct 11, 2012
Justo cuando el día apago mi última luz, tú insistías encendiendo una veladora, yo quería estar a oscuras contigo y tú querías estar viviendo conmigo a solas.
Todas las noches era el mismo culto que de verdad anhele que amaneciera, aquella noche parecía noche de luto o ¿sería que de verdad lo era? … Por la mañana de verdad te vi más desvelada y desganada que nunca y te juro que yo me sentía feliz aunque el peso colgara en tu nuca. Y me pediste en tu cuello un masaje pero trate de no hacerte caso ¿acaso no comprendes el mensaje? No quiero que agonices en mi ocaso. Quisiste verme pero descubriste que no era yo el mismo de ayer, y comenzaste a recordar mis ojos tristes mezclando el ti el dolor con el placer. Pero el día nublado y la misma triste canción te hacían caer cansada en tu cama rota, y aunque no dormíamos juntos en ese colchón nos soñamos juntos y a la misma hora. Y la canción a desarmonizar y la canción se volvía insoportable, y aunque esa canción te hacia llorara aun seguías escuchándola en el aire… Y te cansabas de escuchar esa canción molestándote como una sucia mosca, y comenzaste a limpiar tu habitación procurando que volaran mariposas. Esa luz era ya insoportable para mí como para ti era insoportable aquella peste, fue entonces que yo anhele la paz de no vivir justo cuando tú me susurrabas: ¡Vete! Y yo corrí por ti lejos de ahí, y yo sentí por fin poder perderte… aunque tu primero me perdiste a mi yo te deje ir cuando me dejaste salir de las rejas de tu mente.
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