Aunque nadie lo entienda.
Publicado en Oct 12, 2012
Y aunque nadie lo entienda…
Yo quisiera poder volver en el tiempo una y otra vez a tus labios. Quisiera de nuevo disimular nuestras ganas y besarnos torpemente fingiendo aun un accidente. Mirarnos aterrados con una sonrisa de esas que enamoran sin permiso. Verte de reojo mientras finges no hacerlo también tú. Pasar a un lado tuyo con la esperanza de que me beses aun con publico indiscreto presente. Quisiera de nuevo hablar de cualquier cosa… Pelear por un volante político, reír de la nada, preguntar si merezco un no se que que no recuerdo. Pedirte que me acompañes a algún lugar los dos solos, jugar a los orgullosos, mantenernos lejos por minutos, explotar de deseos y comerte a besos… Que ahora no son torpes; son exactos. Tocarte como si el tacto fuera nuevo para mi, rosar mi lengua con la tuya con suavidad como queriendo imponer ternura con locura… De esas veces que la droga y el placer es bucal. Y mientras escribo y revivo el instante me recorre un escalofrió por todo el cuerpo… El dolor en el estomago que me provoca placer y malestar. Y vuelvo a la redacción por el puro placer de recordarte… Conmigo, nosotros… Tu, yo, tus labios, los míos, tus sonrisas poco frecuentes, tus brazos firmes, la facilidad de abrazarnos y la urgencia de mirarnos. La promesa de que esto no pasaría de aquella puerta blanca, y mis ganas de pedirte que volvieras a besarme aunque fui yo quien te pedí que te fueras. Mi torpeza al no correr por el pacillo y besarte de nuevo, con sabor ya no a alcohol, si no a ‘Ojala te den ganas de besarme mañana, en una semana, en un mes, o algún día… otra vez’ Pero solo te mire alejarte, sin voltear, sin despedirte… No hice nada, aun sabiendo que no habría un después. Y me conformo con recordar… Releer mis sentimientos solo para provocar el espasmo en el estómago que con cualquier excusa se quiere manifestar.
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Gino