Nubes de forma corazon rodean la bella luna llena
agraciada de candente luz blanca y borde amarillo,
inspirando a escribir sin querer,alejando del pensamiento
lo insignificante y como rafagas llegan esas palabras que
conjugan de la nada con lo inpensado, esas palabras
que se convienrten en notas, notas que van dirigidas al aire,
ya que el el aire es sinonimo de nadie, de que existe pero no existe.
Ese mismo aire corre sin querer esas mismas nubes
de forma corazon de las vista de la luna, reinando en ella
el soberano cielo color oscuro, ese cielo cruel que no permite
que las estrellas lo adornen,estrellas tristes en el universo
desenvocando su compleja belleza sin la vista de los
pensantes anonimos  que necesitamos de ellas para
iniciar en el tiempo una carrera en donde los
pensamientos y recuerdos son sus competirdores
luchando contra un lapiz y hoja los cuales son la pista,
pista que tiene un fin, fin que sus competidores no lleguen a la meta.