Los gemelos Renteria
Publicado en Aug 01, 2009
"El que este excento de culpa que tire la primera piedra" decia el padre Gregorio y de repente todos lo feligreses pegaban chico salto voteando para todos lados y se agachaban en las bancas de la iglesia. Don Priciliano quien un tiempo fue monaguillo de la iglesia cuando estaba el padre Chuy decia - No asuste padre Goyo.
Allá por el ranchito "Los Aguacates" vivia Don Agustin quien tenia su jacalito en lo alto de una montaña algo caliza pero bien macisa para establecer una pequeña casita, alli vivia con sus dos hijos y su mujer, Doña Esperancita asi le decian en Los Aguacates. Sus hijos ambos tenian 20 años, eran gemelos. El que habia nacido unos minutos despues se llamaba Juan , y el otro que era el mayor por esos minutos se llamaba Jaime, la familia tenia los apellidos Renteria Sanchez. Como a una hora de camino estaba el rancho que se llamaba El Suacito, alli vivia don Lupe Resendiz Ochoa quien estaba casado con Doña Rosa Chavez Román, habian llegado hacia 15 años de Dolores Chiuhuahua con su familia, tenia 4 hijos: 2 mujeres y 2 hombres. Todos ya estaban casaderos. La familia era muy trabajadora y tranquila, pero cuando los hijos de Don Lupe se embriagaban con mezcal eran de armas tomar. En los pueblos cercanos no los querian. Los gemelos Renteria estaban interesados en Rosa y Maria, hijas de Don Lupe. Pero Tomas y Julian eran algo celosos y no aprobaban esa relación. "Este noviazgo de los muchachos no va a traer nada bueno" decia doña Rosa y en verdad esta relación iba a traer una desgaracia a la región. Los amigos de los gemelos iban hasta Los Aguacates a decirles que sus cuñados les pensaban hacer daño en especial a Jaime el mayor de los dos, pero pensaban que jamás se iban a animar a enfrentarseles. Era un miercoles de ceniza, lo recuerdo muy bien, los tenian en la iglesia de cuerpo presente a los gemelos, los habian encontrado a la orilla de la carretera con varios tiros de gracia en el rostro y sin ninguna pista de quienes habian sido. Eso si su cruz de ceniza bien pintada en la frente. El padre Goyo oficiaba la misa en la iglesia de los Aguacates para estos dos muchachos, mientras el monaguillo hacia el toque de las campanas, en la puerta estaban Rosa y Maria llorando por la muerte de sus novios. Jesús Eduardo López 2009
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rooney
Falta que la desarrolles
un poco mas.
Saludos
Rooney