Espero y ansío
Tu amor por ti se torna una esperanza cada día,
como la esperanza de un día de invierno
asoma(e) el sol ante su melancolía.
 
Ansiando que mi verdad, sea una dicha vivida,
esperando de ti un refugio, que me guarde como María, con su manto.
Con su manto, delicadamente como una niña que se estremece ante su encanto,
el de mi madre bella y eterna que me vela con el amor que estoy ansiando,
pero deseando el amor de un hombre que me revele sus encantos
ante la pérfida y virginal pasión en que suspira
mi corazón porque te dice que te amo.
 
Espero cada día, tarde y noche con mi silencio y escondido llanto
el deseo que sólo me ames tanto,
tanto como el fuego que carbonice mi cuerpo enamorado,
como en el fin del mundo en que mi único deseo
es el paraíso de tu piel y corazón, y ser juzgada por no haberte amado
con mi cuerpo pero con mi alma y jovial soleado
de una amanecida y bajo un  dolor enlutado.
 
Julio 2009, en el JTP