Nueva mirada al pene de Ellery Sweet
Publicado en Oct 22, 2012
Hace unos meses seguí durante unos días el diario público que la trans Ellery Sweet (Ellery Stanton) tiene abierto por triplicado en tres (evidentemente) redes sociales. Su estado de ánimo cambiante se reflejaba perfectamente en los textos: Me pareció ver en esta chica al viajero que abandona su ciudad por no sentirse bien en ella y busca destinos en el horizonte que sueña con que serán mejores. Y ya alcanzados estos, no puede evitar el echar siempre una mirada hacia el pasado, hacia la que fue la ciudad donde nació. Ellery viaja por el presente con su pene colgando, el cual es su origen, el lugar de donde partió. Aunque, una vez dicho esto, pienso que su transformación en mujer ha sido completa (genitales aparte, y que poca importancia tienen estos en la conformación de una personalidad!) y en su nueva ciudad, lejos del origen no deseado, se mueve confiada y alegre. Esto es lo que deduzco tras retomar su diario este fin de semana y leer con atención sus anotaciones más recientes.
A pesar de haber tenido problemas con la justicia (ella misma cuenta que está cumpliendo un castigo de seis meses de trabajos para la comunidad por agredir a un policía en un taque de nervios), a pesar también de que flirtea con las drogas y que no ha salido aún de la anorexia en que se había metido cuando la visité por primera vez hace unos seis meses, Ellery escribe con tono de humor, a través de una fina ironía, distanciada de sus problemas. De modo brillante desparrama sus gustos y opinones en las páginas de su blog, principalmente acerca de todo lo que tiene que ver con el mundo de la moda y sus accesorios. Y, pienso yo, ha logrado asumir por completo su personalidad actual: la de mujer. Pues ahora ya no cuelga vídeos en páginas porno donde muestra su voluminoso pene y se masturba ante la cam. Ha dejado de hacer esto, lo cual significa que ha entrado en una vida sexual normal, íntima y sin necesidad de manchar de sémen las pantallas de los voyeurs que intentan saciar su hambre real con todo aquello virtual que se encuentren. Ellery ya no se sirve del pene (adosado a su innegable hermosura y femenidad) para afirmarse a si misma (cosa que en mi opinión era más bien negarse, seguir amarrada al macho). Hoy es una joven mujer de 20 años, irónica, con historia, inteligente, con heridas, atenta a todo aquello que acontece en la sociedad. Abierta a diálogos y dando opiniones lúcidas. Se acabó por lo tanto (en el sentido más simbólico que ella se veía necesitada a darle) el pene de Ellery Sweet.
Página 1 / 1
|
A veces veo Muertos
Pero principalmente agradecido porque mi intención al afrontar el escrito era la que vosotras comentáis: Se puede hablar de todo y de lo que menos se habla más se debe hacerlo. No por morbo, si no porque son lugares aún en sombras. Y no es justo. Es vergonzoso que hoy en día aún existan inclinaciones sexuales censuradas. Tan solo los actos de violación son rechazables. Y en algunos círculos aún no lo son.
Mara Ester Rinaldi
Mara Ester Rinaldi
Morgaine Conde L'autremont
J. Alexander R. Brady
Germinal
A veces veo Muertos
daih
A veces veo Muertos
Laura Torless
daih