Dulce amor, rosa cubierta de espinas,
caprichosa que no deja ser regada,
bella entre todas, única entre los jardines.
El jardinero cuida y vela por ti,
alegremente riega tus delicados pétalos,
corta punta por punta marchita,
para que no se noten lo años en ti,
que años son aquellos que no se muestran,
que años son esos que no te hacen envejecer,
es tu belleza que lucha contra los años.
Rosa de la primavera: floreces con locura.
Rosa del otoño: el viento no es tú oponente,
jamás te arrancara los años, que yo llamo pétalos.
Rosa del verano: tus finas y punzantes espinas se muestran al sentir el calor del sol,
tan juguetonas que no se muestran ante el calor del jardinero,
saben que el cuidan de ti y que no le harán daño.
Rosa de invierno: como cálida en el amor como tanto fría como la traición,
eres fuente de admiración, te muestras fría como el invierno mismo,
ante cualquier decepción o a el falso amor.
Las estaciones del año te describen tal como eres,
te hacen fuerte pero a la vez débil,
brindas amor y tomas de él,
deja que mi amor te haga florecer y que sea el que solo tenga los ojos en ti,
aunque sepa que hay otras flores,
nada se iguala a ti y sabrás que este loco jardinero se pierde ante tu belleza.