Dile a la Luna que venga
que alumbre como centella,
me déje mirar en la arena
el rostro de ella .

Que el viento vehemente
se apiade de tu Bajel
y lleve a puerto seguro
al amor, que trae con el.

Sentado mirando el amanecer
y el amanecer no era.
busque su hermoso cuerpo
en el rocio de primavera.

La lluvia penetra mi cuerpo
el aire como loco me marca,
poco a poco se acorta el tiempo
y la espera eterniza mi barca.

Libertad en sus sueños
duerme,vuela,reposa el día,
¡ Tambíen se muere mi mar !
y zozobra mi agonía .



JO. GARCIA
SEPT/2012.