vals de basurero III
Publicado en Oct 30, 2012
Para su desafortunada suerte todas las personas a su alrededor los habían reconocido, “los famosos ladrones callejeros”, así los llamaban las personas de fuera del callejón, estaban dispuestos a encerrarlos y de ser posible torturarlos para que le indicaran a aquellas vacías personas en donde se encontraban los demás, el joven después de haber noqueado accidentalmente aquel vendedor de comida, a los ojos de aquellas vacías personas, mostro una sonrisa, una sonrisa macabra y perturbadora para los demás, sus ojos de aquel joven estaban puestos en su puño y que estaba cubierto con la sangre que había brotado del hombre noqueado, pero antes de demostrar su verdadera naturaleza olvidada, tomo Argis del suelo, empezaba a mostrar un poco de conciencia, pero no tanta para caminar por voluntad propia, el joven lo carga a un lado de su cuerpo, pero eso no cambiaba el hecho de que estaban rodeados por las vacías personas.
Tenía el joven tres sencillas opciones a tomar que cualquiera cambiaria el curso de su vida, la primera era simple y complicada, tenía que atravesar a la multitud hueca con mucha rapidez, eso contando con que tenía que salvar a Argis, lo cual era lo complicado porque sin duda los atraparían, la segunda opción era abandonar a Argis y salvarse a sí mismo, podría escapar entre la multitud sin problemas, pero no le parecía abandonar a querido y viejo amigo de su pasada niñez, su camarada, aquel que le ayudo en su propósito de mejora en la fría y húmeda vida que ambos tenían, la tercera opción era entregarse y esperar lo mejor, pero el sabia que eso no pasaría, al momento de tenerlos en su poder, la tortura se interpretaría como un abrazo, lo que les pasaría después sería algo mucho peor, y Argis en su condición, seria presa fácil. El tiempo por alguna razón se había detenido, todo a su alrededor estaba estático mientras pensaba sus probabilidades decadentes, se daba cuenta que la nieve en sus pies estaba de color rosa, Argis se estaba desangrando, de ninguna manera el joven lo podría abandonar, era intentarlo todo o nada, era la primera opción, pero antes de moverse a hacer su desesperanzado intento de huida…. -Espera, aun hay una cuarta opción- -hay un espejo roto frente a ti, rómpelo y toma todos los pedazos que puedas colega- -¿Eso en que me ayudara en salvar a mi amigo?- el joven cuestionado, pero sin el temor de que aquella voz provenía de su propia cabeza llena de mugre. -Lo has sentido, es lo que tienes que hacer, no hay otra manera de que puedan salir sin ser perjudicados- contesto la intangible voz de aquel joven preocupado. el joven siguió las instrucciones de la voz sin bajar a Argis que ahora lo había movido a su espalda, para su temprana edad, no pensaba en hacer lo que estaba a punto efectuar, la cuarta opción era lo más radical que se le pudiera imaginar, iba en contra de toda la educación que le fue dada, pero no tenía otra opción, al hacer lo que le había pedido la voz, fue un movimiento de solo segundos, rompiendo el espejo y tomándolos directamente del aire en el que estaban suspendidos. -Es ahora o nunca colega, unas vidas por otras- dijo la voz seriamente.
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Santa Cassandra Aguilera Hernndez
Creo que te falta pulir un poquito de tu redacción y quedará genial :D
dean