El Director General del Centro Nacional de Inteligencia, en Madrid, está tomando una cerveza, en su despacho, junto con su ya ex alumno Señor Bento.

- Señor Bento, ahora que estamos hablando de hombre a hombre y sin máscara alguna... ¿qué es el alma?
- Somos muchos los intelectualoides que no sabemos definir al alma.
- ¿Y no será solamente amor sin barreras? ¿Vio usted alguna vez una película que en inglés se llamaba "West side Story" y en español se llamaba "Amor sin barreras"?
- ¡Claro que la he visto!
- Pues quizás eso sea el alma... morir por una causa científica es tan tonto como morir por una ideología cualquiera... pero morir por ti siempre... ¿ha leído usted alguna vez la novela histórica "Morir por ti Siempre"?
- No la conozco.
- ¡Qué lástima me da que no sepa usted nada de valorar las bellas artes! ¿Qué son las bellas artes para usted, Señor Bento?
- Sólo me interesa lo que se vive en un instante nada más.
- ¿Me está usted diciendo que, por ejemplo, el amor más interesante es el que se vive durante un instante nada más?
- ¡Exacto! ¡Eso es! ¡Y si hay que pagar dinero por ello pues mejor que mejor! ¡Así tiene más emoción el asunto!
- ¡Qué absurdo es usted, Señor Bento! ¡Qué absurdo y qué ignorante es usted en el asunto del amor! ¡Vaya urgentemente a buscar esa novela histórica que le he citado!
- ¿Morir por ti Siempre?
- ¡Sí! ¡Morir por ti Siempre! ¡Cómprela y léala despacio... porque quizás así descubra lo que es el alma a la hora de amar! Es muy posible que esa sea la manera perfecta de encontrarnos con el alma.
- ¿A qué se está usted refiriendo?
- A ser un niño y amar a una niña desde que ésta es una niña y luego a seguir creciendo amando siempre a la misma niña y terminar por ser solamente un joven amante amando a esa única niña que siempre está dentro de su corazón pero que ya se ha convertido en una bella y hermosa joven, tan joven como él, y casarse solamente con esa misma niña-mujer. ¿Cree usted en las transformaciones humanas, Señor Bento?
- Científicamente son posibles.
- Eso ya lo sé. Todos los hombres y mujeres de las Ciencias sabemos que eso no es solamente posible sino una verdadeera realidad. Eso lo hacemos todos los días del año. Yo ahora no me estoy refiriendo a una transformación solamente física sino a una transformación total física más espiritual.
- Eso sólo puede ser un milagro.
- Pues quizás eso sea también el alma.
- Ninguna de esas definiciones que usted me ha puesto como ejemplos son definiciones científicas ni están incluídas en ningún vademecum profesional ni en ningún diccionario del mundo.
- Porque quizás definir imaginaciones que se hacen realidades a través de palabras que no están recogidas en ningún vademecum médico ni en ningún diccionario de sabios lingüístas, como por ejemplo idealogía en lugar de ideología, sea también el alma.
- Sabe lo que le digo, señor Director General del CNI... ¡que yo no llego a esas alturas del conocimiento ni a ese tipo de grandeza humana!
- Quizás porque mi más joven investigador sea mucho más alto y mucho más grande de lo que creemos...
- ¿Un Grande de España?
- Algo todavá superior. Un Grande del Universo. Y quizás eso también sea el alma.
- ¿Y quién es el guapo que puede escribir algo respecto a una forma de definir el alma que nos complazca a todos?
- Desde luego, si hablamos de alguien verdaderamente guapo, usted no.
- Reconozco que él es mucho más atractivo que yo... pero más guapo que yo...
- Dejemos de lado el tema de la estética masculina porque eso lo tendrian que decidir las mujeres y... no para ofenderle sino para decir la verdad... entre las que conoce él y las que conoce usted la diferencia a favor de las que conoce él es abismal, señor Bento.
- Tanto como abismal...
- Pues sí. Tanto como abismal porque las suyas no sólo son mucho más atractivas que las de usted sino que, al mismo tiempo, son mucho más interesantes y no tiene que pagar dinero para estar con ellas.
- Admito mi derrota. He sido un verdadero berzas por querer compararme a él.
- Un verdadero berzas no. Ha sido usted un verdadero berzotas que es mucho peor. Porque el berzas sólo es un desconocedor inocente mientras que un berzotas como usted es un verdadero ignorante que cree conocer y no conoce nada. ¿Ha captado la abismal diferencia entres usted y él y entre las chavalas jóvenes y puras de él y las viejas que se dedican al negocio más viejo del mundo de usted? ¡Dos mundos completamente diferentes, señor Bento, dos mundos completamente diferentes entre el de Jota Jota y el de usted!
- ¿Y ese tal Jota Jota sería capaz de decir algo interesante sobre el alma para demostrarme que su mundo es mil veces superior al mío?
- Mil veces no... pero un millón de veces sí...
- ¡¡Que lo demuestre!!
- Para demostrárselo me basta y sobra con algo que leí de Él cuando me enseñó un texto que antes no entendí pero que ahora, después de haberlo leído hasta diez veces antes de opinar, lo entiendo del todo.
- ¡A ver si es cierto!

El Director del CNI se busca en los bolsillos del interior de su americana y saca el papel.

- ¡A ver si es cierto que usted, que se cree tan listo que es más bien tonto del todo, señor Bento, logra entenderlo aunque solamente sea un poco nada más!
- ¡¡Lea!! ¡¡Lea y déjese de monserga!!
- Mil razones tengo para darle a usted un poco de monserga. Por ejemplo, porque es una palabra linda y es buena forma de decirle a usted que es un terco, un latoso, alguien que agobia a las mujeres haciéndose el gracioso pero sin serlo jamás. ¿Quién le ha enseñado a ser de esa manera grotesca y absurda?
- Un sobrino mío al que consentí demasiadas burlas...
- Y se contagió usted... ¿no es cierto?...
- Me contagié pero me salió rana.
- ¿Qué quiere decir eso de que le salió rana?
- Que confié que me enseñaría muchísimo sobre las mujeres y me pegué el chasco más grande de mi vida.
- Vamos por partes. Si le salió rana quiere decir que le decepcionó y le defraudó cuando usted había depositado toda su confianza en él y si, además, usted se pegó el chasco con él es que no sólo le decepcionó y le defraudó sino que se burló continuamente de usted. ¿Me equivoco?

A Don Bento se le saltaron un par de lagrimones.

- No me llore ahora, Don Bento, no me llore ahora. Quizás ahora se de cuenta de por qué entre los compañeros que tuvo usted en el Centro Nacional de Inteligencia le pusieron el sambenito de "el boyagas en bragas que todas se las traga sin saber qué es Fraga de visita en Praga", que reconozco que era bastante cruel pero usted se lo merece por haber sido tan necio. ¿No se da cuenta de que hacer el boyagas es como decir que es usted un inútil? Estoy seguro de que ese sobrino suyo que tanto se burla de usted es un gran especialista en llamar inútiles a los que le creen y, además, los utiliza como tontos útiles para su conveniencia propia. No dicen sus inteligentes ex compañeros eso de Fraga por decirlo, no... sino que algo debe significar porque ninguno de ellos es un tonto útil sino una persona inteligente. ¿Cómo se dejó usted liar tan tontamente por ese sobrino suyo que se las da de listo con personas ingenuas e ignorantes pero que, estoy seguro sin conocerle en persona, huye de las personas inteligentes porque teme que le dejen a la altura del betún?. Bien. Aparquemos ya ese asunto porque ese asunto ni me interesa ni le interesa a nadie del CNI. Leo el texto de Jota Jota que me parece, si no me equivoco, que le va a resultar de mucho más provecho a usted que todas las bobadas de ese sobrino que tanto se burla de usted y así, quizás, aprenda también a saber cómo Jota Jota puede ser simpático pero nunca se burla de nadie ni le trata de tonto útil porque no se aprovecha de nadie inferior a él.
- Lea, por favor. ¡A ver si es cierto!

El Director del CNI toma de su vaso de vino y deja que el señor Bento también tome del suyo, antes de leer...

- Hay horas que nos robaron. Horas de felicidad que no fueron y que, a pesar de ello, permanecieron latentes en un rincón-habitante del alma viajera. Hay horas que nos robaron... pero seguro que el viento de las amapolas nos las devolverá entre los trigales de los amaneceres y los pinares del anochecer. Horas que nos robaron... pero a las que no pudieron eliminar de la vida. Horas debidas, horas de vidas que un día habremos de reconquistar y, a través de las sinfonías de una melodía en el viejo acordeón, las recuperaremos en todas sus dimensiones, en todas sus esencias, en todas sus fragantes emociones de eternidad... Como dijo Domingo Ortega: "A quien no sabe sufrir, algo le falta para vencer".
- ¡Dios mío! ¡Eso si que suena a sabiduría!
- También quizás eso sea el alma.
- La Ciencia no puede admitir ningún quizás. Todo lo que se define oficialmente debe pasar por ser una hipótesis empíricamente demostrada y demostrable.
- Pues ahora pienso que estamos totalmente equivocados los que tanto hablamos de Ciencia.
- Demuéstremelo.
- Sigue siendo usted tan necio como siempre. No me extraña que ese personajillo que tiene usted como sobrino le esté bacilando tanto a usted y a los que son como usted que supongo que alguno más habrá incluso dentro de su propia familia. Sencillo. Todo es muy sencillo, pero nosotros los científicos no hacemos otra cosa sino complicarlo tanto que nos complicamos la existencia por complicarlo todo. Posiblemente ese quizás sea más verdadero que toda nuetra logística empírica para demostrar algo. Por ejemplo, no es necesario tener relaciones sexuales con una prostituta para saber lo que es la prostitución y existen millones de casos iguales a eso. Porque quizás muchísimas acciones humanas totalmente erráticas se podrían conocer sin tener que experimentarlas si supiésemos descubrir qué significa una simple y sencilla q. ¿Sabe usted, señor listo, qué quiere decir una sola q sin nada más que añadirle cuando habla el corazón en vez de la lógica?
- Ni idea. Es sólo una letra.
- Pues se equivoca usted, Señor Bento. Querer siempre em pieza por q. Eso quizás también sea el alma. Las cuestiones espirituales superan siempre a las cuestiones científicas; porque los científicos nunca hemos descubierto que una sola y sencilla q es la abreviatura de un querer sin límites y posiblemente la salvaje que ha destruido el corazón de Jota Jota, mi más joven e inteligente investigador del CNI, ha sido capaz de enamorarlo. No de destruirlo como decimos los estúpidos, y yo también me incluyo ahora, cuando afirmamos que "si te casaste la cagaste". Esa inteligente chavala que le ha destruido el corazón no se lo ha destruído para nada... ¡¡solamente se ha introducido dentro de él para hacerle compañía eterna!!
- ¡¡Por Dios!! Eso quiere decir...
- Que eso quizás también sea el alma.
- ¿Eso es posible?
- Posiblemente, sí.
- Pero probablemente, no.
- Querer de esa manera tan ilimitada a una persona sólo sirve para unir a un hombre y a una mujer no por intereses materiales ni por intereses físicos aunque sean una mujer y un hombre totalmente atractivos y hasta muy guapos... sino por las profundas razones que emite el corazón cuando el corazón es tan bueno que sólo busca lo mejor para la otra parte que forma la pareja indisoluble hasta la Eternidad. Ella seguramente sólo tiene 16 años de edad porque Jota Jota solamente tiene 18. ¡Ya está! ¡¡Esas son las coordenadas con las que estaba trabajando Jota Jota cuando recibió la doble descarga de energía!! Posiblemente eso también sea el alma.

Un largo silencio deja a ambos hombres mirándose fijamente a los ojos, hasta que Don Bento puede hablar...

- Entonces las definiciones del alma son infinitas...
- Por supuesto que sí. Y posiblemente esa manera infinita de amar sea también el alma. Los científicos solamente materialistas, porque hay que aclarar que hay científicos que no son solamente materialistas sino que creen profunda y rotundamente en el Espíritu de Dios, el Espíritu Santo del que habló Jesucristo, sacrificamos demasiadas posibilidades porque manejamos solamente el cálculo de la probabilidad como si la probabilidad fuese la diosa creadora de la existencia... y por eso no somos capaces de ser jamás como son Él y Ella. Y esa manera de sacrificarse los dos unidos para siempre y de manera totalmente inseparable sea también el alma. Eso debió ser el origen de la Humanidad a través de Adán y Eva. ¿Qué le parece, señor inteligente? ¿Qué le parece ahora a usted, con todos mis respetos Señor Bento, el joven pensamiento del más inteligente de todos nosotros?
- Sólo puedo decir que estoy totalmente perdido...
- ¿Perdido quizás porque ellos hayan sido elegidos por Dios como los nuevos Adán y Eva de una Nueva Era en la Humanidad que rompe con todo lo establecido por la Historia que tanto hemos manipulado sin conciencia alguna quienes dirigimos a nuestras sociedades? No me estoy refiriendo a esa extraña y absurda Secta denominada Nueva Era que tiene que ser aniquilada por completo, sino a la Poshistoria para aclarar el asunto debidamente.
- Repito que yo estoy totalmente perdido...
- Y, sin embargo, ni Él ni Ella se pierden nunca. Nosotros nos estamos perdiendo las mejores maneras de vivir y ellos están gozando las mejores maneras de existir. ¿Comprende la gran diferencia? Pues eso también es el alma.
- ¡¡Me rindo, Señor Director General del Centro Nacional de Inteligencia al cual he demostrado, por mi forma de hacer estupideces a lo largo de toda mi vida, que no puedo pertenecer!!
- Pero... ¿comprende ahora por qué tengo tanta urgencia en crear el Departamento del Centro Internacional de Corazones? Quizás eso también es el alma.
- ¡¡¡Basta ya!!! ¡¡¡Por favor, un descanso porque no puedo más!!!
- Está bien. Tomemos algo de comer mientras descansamos.

El Director General del CNI pulsa un botón del tablero de mandos que tiene sobre su mesa y, pocos segundos después, aparece una bellisima señorita de apena 16 años de edad.
- ¿Me llamaba para algo, Jefe?
- ¡Victoria!... por favor, sírvenos un menú para los dos...
- ¿De carne o de pollo, señor?
- De carne, Victoria, de carne...

Y ambos queda en silencio de nuevo, mirando los dos hacia la alta ventana desde la que se contempla un cielo de color azul intenso, hasta que diez minutos después vuelve Victoria con el carrito metálico donde lleva los dos menús. Ambos hombres reaccionan.

- ¡Está muy bien, Victoria!
- Gracias, Señor Director.
- ¡Está muy buena, Victoria!

Ella se marcha sin responder a Don Bento.

- Siempre metiendo la pata, señor Bento, siempre metiendo la pata... y menos mal que es la última vez que tengo que soportarle. Aprenda usted a ser tan humilde como lo es Él y tan sabia como lo es Ella; porque al parecer muchos científicos, incluídos seudocientíficos como usted, creen que una chavalilla de 16, porque es guapísima y tiene un cuerpo escultural, es un ser inferior a cualquier hombre. Posiblemente usted trata a las mujeres con menos consideración que a su burro. ¡¡Hay hombres así de burros como usted, señor Bento!! Hombres que comenzaron por creer en las ideas de Schopenhauer y terminaron por creer que las mujeres, sobre todo las más bellas y hermosas, son solamente como gallinas para poner los huevos bien calientes y deseados por ellos! ¿Continuamos, señor inteligente?
- ¡¡Ya no más, por favor!! ¡Ya no más! Estoy totalmente derrotado.
- Pues nunca se le ocurra enfrentarse inteligentemente contra Él porque Él le derrotaría todavia de manera más fulminante de lo que he hecho yo. También una sola mirada de contacto entre Ella y Él haya podido servir para descubrir que una mirada de esa clase tan superior es también el alma.
- ¡¡Puede parar ya de dejarme en ridículo!!
- No hace falta que grite usted tanto. Estamos completamente a solas y Victoria no tiene por qué enterarse. ¿Se cree que está usted hablando con un pobre e inocente pastor de ovejas y cabras, Don Bento, al cual intenta asustarle dando chillidos de comadreja e insultándole como si fuera un estropajo en lugar de un ser humano? Está usted ante alguien que tiene altos estudios y relaciones sociales con las personas más cultas y educadas de España y el resto del mundo... así que hágame el favor, antes de irse definitivamente de mi despacho y de todo el edificio del Centro Nacional de Internacional, de levantarse muy despacio, sin hacer ruido, e irse a lo más profundo de la Serranía de Cuenca, por poner sólo un ejemplo y por ser una de las más cercanas a la provincia de Madrid, y dar allí todos los gritos que quiera acompañados, eso sí, de palabrotas contra Dios... que me parece que usted, y los que son como usted, son grandes, ingeniosos e inteligentísimos hombrecitos para decir, en voz muy alta porque para eso desayunan ustedes con los huevos bien calientes, y para que les oigan los demás y así demostrar sus hombrias de hombreras caídas, porque son más bien grotescas sus maneras de vestir, palabrotas contra Dios, la Virgen y todo los Santos. ¿O no es cierto, señor Ventoso?
- No. No soy ventoso.
- Ya sé que es usted Bento... pero lo he dicho por la ventosidad que acaba usted de expulsar hacia el exterior. ¡Váyase ya rápido a seguir con su pedorrea en alguno de esos lupanares que tanto frecuenta porque voy a tener que abrir las ventanas para  no asfixiarme! ¿Es que le ha dado miedo que yo haya mencionado a Dios y lo que dicen ustedes, fieros machistas, contra Dios?

El Señor Bento se levanta lentamente porque cierta cantidad de excrementos tiene ya adosados en su trasero...

- Yo nunca podré ser como antes...
- Pues eso que gana usted y todas las mujeres que usted persiguió. Posiblemente eso de poder ser como antes sea también el alma. Ser como antes pero sin tener que volver a empezar, para no olvidar aunque se haya superado al olvido. Quizás sea ese Milagro de las Coordenadas 16-18 que ha usado Jota Jota. Seguro estoy de que esas dos coordenadas son las que utilizó para pedir ese Milagro a Jesucristo. Y además lo debe haber pedido tanto para lo físico como para lo espiritual y no solamente para ellos sino para muchas parejas de hombres y mujeres como ellos, que han tenido que soportar todo lo que han soportado ellos, que han sabido reaccionar ante Dios como han reaccionado ellos;: o sea, con respeto, agradeciéndole lo que son y lo que les ha dado y, desde luego, con tanta educación y cultura que nunca jamás dicen palabrotas contra Él. Posiblemente eso sea la mayor y mejor manifestación del alma... así que... ¡ya puede usted irse de aquí a echar vientos a otra parte porque necesito refrigerar mi vida!

Mientras el señor Bento abandona el amplísimo despacho, sin haber probado bocado alguno, el Director del CNI se levanta, abre los ventanales para dejar pasar la hermosa luz del día y vuelve a pulsar el timbre que sirve para avisar a Victoria; la cual se presenta pocos segundos después.

- ¿Me necesita para algo, Jefe?
- Sí, Victoria... por favor... ¿podrías ser tan amable de querer compartir con este viejo el sabroso menú del día? De sobra sé que te encantaría hacerlo invitada por un joven guapo y atractivo pero... ¿tendrías la amabilidad de hacer conmigo la excepción que confirma la regla?
- Pör supuesto que sí, Jefe... porque estoy segura de que hablar con usted, mientras como un suculento menú, es tener la oportunidad de aprender muchas cosas nuevas que los jóvenes que conozco ni tan siquiera serían capaces de enseñarme. Sé que, mientras dure la comida, aprenderé mucho más que en esos mugrientos pubs donde no escucho más que estulticias y mucho más que en esas malolientes discotecas donde sólo aprendo a matar el tiempo bailando como una boba robot rodeada de bobos robots y terminando con dolor de cabeza, cuerpo y extremidades y sin haber conocido nada interesante.
- Gracias, Victoria...