Penetro en el mundo de la niebla de la encina hsta llegar a la plaza. Estando en el Instituto San Isidro de Madrid ("On Madrid"), yo creía que era Juan de la Encina y, sin embargo, es Juan del Encina. Más tarde alguien me contó, cantando con cierta nostalgia, que después de la Universidad se volvió a enamorar. ¿Qién no se ha enamorado nunca después de la Univesidad? Yo sí. Yo también. Yo me he enamorado antes de la Universidad, dentro de la Universidad y después de la Universidad... aunque fuese siempre de la misma chica. Rostros. Cuerpos. Miradas. A veces palabras. Todas diferentes y, sin embargo, todas de la misma manera. Quizás para quien me contó cantando, con una pequeña o grande nostalgia vaya Dios a saber, que después de la Universidad se volvió a enamorar, esto que yo cuento sin cantar -porque prefiero el silencio del amanecer- sea imposible de entender. María Moliner se pasó la vida construyendo todo un Diccionario de Lengua Española que ha traspasado las cortinas de la Historia para entrar en el Gran Salón de La Fama. Por eso no me llames enemigo... sino solamente rival...

"La cosa más bella que podemos experimentar es el misterio de las cosas". No sé de quien fue esta frase (hasta pudiera ser mía y no me acuerdo), pero podría valer muy bien para todos los que nos volvemos a enamorar después de la Universidad aunque sea de la misma chavala de siempre. El barrio nunca se duerme y por eso, al volver por la noche, con los lugares más ignotos de mi alma congelados ya por culpa de tanta necesidad de olvido, lo mejor era volver a verla al día siguiente; una vez más como parte de esa estrategia de callejear bajo la luna tumbado el pensamiento en el sofá de nuestra interioridad y así poder escapar de este sempiterno enamorarse después de la Universidad.

Hay bastantes habitantes de este barrio llamado Tierra, por desgracia, que creen que lo de enamorarse después de la Universidad sólo es humor negro... pero es porque nunca han conocido lo que es el verdadero amor: un trozo invisible de este mundo, elaborado con monólogos, historias reales de diferentes personas relacionadas entre sí hasta darnos cuenta de que siempre es la misma chica, la misma chavala, la misma mujer de la que estás enamorado tan de verdad que la tienes y la llevas en ti -en tu propia alma- antes de la Universidad, dentro de la Universidad y después de la Universidad. Como del pasado hecho siempre futuro. ¿Y el presente? ¿Qué sucede en el presente? ¿Qué es el presente?

Empiezo con mi café con leche en Capri, en la Plaza de la Encina de Valdeluz, cuando la niebla (como si Don Miguel de Unamuno y Jugo viniera a ayudarme en mi pelea con la hoja de papel) se está levantando. ¿El presente? ¿Qué sucede en el presente? ¿Qué es el presente? Miro el vaso y las dos bolsitas de azúcar y empiezo a darme cuenta, una vez más, que el presente es volver a enamorarse después de la Universidad.