A ti que me has dado nada,
derramo en cada letra
mi alma enamorada.
 
A ti, que en tus hermosos ojos
me demuestras total apatía,
declamo de mi pecho ronco
mi más humilde poesía.
 
A ti, que llenas de sangre mis venas
y de suspiros mi aliento,
te confieso, que aunque me causes penas,
más amor por ti siento.
 
Desgarras los latidos
del corazón que por ti vive,
sumergiéndose en el río
de llanto que mis ojos exprimen.
 
A ti que me has dado nada
y sin embargo me has dado todo,
reposas mi amor en tu mirada
y te deseo felicidad ante todo.
 
Y a pesar de este cruel castigo,
aún sigo mirando al cielo,
sonriendo a la esperanza sigo,
que algún dia me des consuelo.
 
No te culpo por tan cuel desaire,
comprendo que solo eres un sueño,
materia viva convertida en aire,
estrella que desaparece en el cielo.
 
A ti, que nada me has dado,
y sin embargo te amo como a nadie,
te deseo como nunca he deseado,
y te adoro de una forma irremediable.
 
A ti que nada me diste
y sin saber me regalaste
las bellas palabras que no dijiste
pero que en tus ojos reflejaste.
 
A ti... a ti dirijo mis palabras,
a ti regalo mis sueños,
a ti venero el alma,
a ti te sueño.