Atardece en la cárcel presidio de Quito...

- ¡Buenas tardes, caballeros! ¡Observo que estàn todos ustedes muy bien entretenidos jugando al 42! ¡Sigan sigan! ¡Por mí no se desconcentren y sigan jugando al 42 como si ustedes estuviesen bailando el rock de la cárcel precisamente en la Discoteca 42 de Madrid! Esto... ¿qué tal estamos, ex camarada Valdenebros Ríos? ¿O prefiere usted que le llame Vinicio Patricio para seguir teniéndonos confianza mutua?
- Prefiero que me llame Vinicio a secas, mi general.
- ¿Mi general? ¿Ya no soy el feíto general poeta? ¡Vaya, vaya y vaya, cómo estamos de la raya cuando no estamos en la playa! ¿Así que ahora soy mi general y no el feíto general poeta, Vinicio de los amores varios y variados como las galletas Oreo?
- Perdón, mi general Maldonado...
- No. Si la verdad es que prefiero ser feíto de cara como tanto se burlaban y me insultaban todos ustedes, caballeros de la triste figura... o no se acuerdan de cuando todas ustedes, señorías del campo abierto lleno de bellotas alimenticias que de tanto comerlas han echado todos ustedes tripas de cerdos, me llamaban Belfegor? ¿Soy de verdad Belfegor, petirrojo... esto... quiero decir pelirrojo de mierda?
- Yo... la verdad... es que lo de Belfegor fue una metedura de pata.
- Ya veo que además de morro de cerdo también tiene usted patas de cerdo. ¿Quieres que te cuente, pelirrojo de mierda, la Grande y muy Ilustrativa Historia de Belfegor contada por cerdos como tú?
- No es necesario, mi general, prefiero pedirle perdón.
- Pero yo, mientras ustedes siguen concentrados con esto del 42, prefiero contárselo para que no se le olvide a usted porque a mí resulta que no se me ha olvidado, señor del berzal... que quiere decir campo lleno de berzas. Así que no se descuide usted con el 42, no vaya a terminar siendo zapatero, mientras le narro lo que usted parece haber olvidado.
- Lo he olvidado de verdad, mi general, y por tercera vez le pido perdón.
- Perdone usted si quiere pero yo no. Resulta que Belfegor es un demonio que ayuda a la gente a hacer descubrimientos. La seduce a través de inventos ingeniosos que supuestamente les proporcionará riquezas como es jugar a todos los últimos números de la lotería de ciegos. ¿Estoy en lo cierto, pelirrojo de mierda?
- Si, mi general.
- De acuerdo a demonólogos del siglo XVI, su poder es más fuerte en abril. El arzobispo y cazabrujas Peter Binsfeld creía que Belfegor tentaba a la gente a través de la pereza.
- No siga, por favor, mi general...
- ¿Qué le sucede, pelirrojo de mierda, es usted acaso un perezoso mental? Sigo porque quiero saber quién de los dos es Belfegor, usted el pelirrojo de mierda o yo el castaño que suelta castañas. Así que debe saber que Belfegor se originó en Asiria como Baal-peor, el dios moabita con el cual los israelíes se apegaron al Shittim, el cual era asociado al libertinaje, lujuria y orgías. ¿Le suena de algo esto de libertinaje, lujuria y orgías como si estuviésemos en plena selva amazónica, pelirrojo de mierda?
- No siga, por favor, mi general. ¡Soy un pelirrojo de mierda!
- Bonita confesión que le honra, so cerdo fascista... pero debo terminar diciendo que se le alababa en forma de pene y se le describía en escrituras cabalísticas como El disputador, enemigo del sexto sephiroth. Sephiroth es belleza de sendero en hebreo. Su trabajo fue esparcir discordia y guiar a los hombres hacia el mal a través de promesas de bienes terrenales. ¿Quién es Belfegor entonces? ¿Usted, pelirrojo de mierda o yo el general castaño que reparte castañas cuando alguien como usted se las merece? ¿No le gustan las castañas, Vinicio del berzal? ¡Ah, se me olvidaba que a usted le gustan todas las pilongas!
- No siga, mi general. ¡¡Yo soy Belfegor y no usted!!
- Entonces no le importará que termine y siga usted concentrándose en esto del 42 no vaya a ser que siga perdiendo como siempre que juega a todos los números finales de la lotería de ciegos. Pues, en definitiva, resulta que Belfegor, el señor de la apertura, es descrito como un fuerte demonio con aspecto atlético, de varios metros de estatura, cuernos de carnero, de aspecto humano que cambia en las piernas, ya que en vez de pies posee enormes patas de lobo. ¿Patas de lobo o patas de cerdo, pelirrojo de mierda? Acláreme usted este asunto, señor dueño del berzal que ya mandaré yo que le traigan un buen tacho lleno de berzas para que siga usted engordando como un gorrino, so cerdo.
- Patas de cerdo. Creo que tengo patas de cerdo.
- ¡Bravo, Vinicio a secas! ¿O no le gustaría a usted llamarse Mariano Vinicio para pasar a la historia de los cerdos algo así como más encantador de chavalas castañas pilongas? ¿Quién es el feíto maldonado ahora, pelirrojo de mierda?
- Yo, mi general.
- ¿Cuántos kilos de berzas quiere comer por día, señor dueño del berzal? Así que usted y todos los que son de su ralea... de los cuales hay aqui otros tres fantásticos ejemplares... olvídense de pedirme perdón y a ver si se les quitan esos adornos de la cabeza, señor machón y, de paso, a sus tres amiguitos también machones por cierto; aunque quedan ustedes muy monos de verdad con esos adornos que tienen en la frente en lugar de pensamientos.
-¡Buenos días mi general!
-¡Hombre, pero si tenemos también aquí al ex comandane Tapias Paredes, el de la correa brillante, más conocido coomo "El Comandante Chivato". Veo, con sumo agrado, que has pasado de ser agente del SIM, Servicio de Inteligencia Militar, a ser el friega suelos del SAM. ¿Sigues usando la correa para castigar a tus conquistas femeninas, machón del carajo?
-¿Qué quiere decir eso, mi general?
- No. Si no lo digo yo... sino toda la cantidad de familiares, parientes y amigos de ese gran número de soldados inocentes que han muerto por culpa de tu elevadísima inteligencia. Así que tú, el más destacado comandante agente del Servicio Militar de Inteligencia, abreviemos llamándolo SIM, ha terminado su brillante carrera de chivato oficial para ser el friega suelos del SAM, que quiere decir Servicio Anónimo de Maricas.  
- Lleva usted toda la razón, señor general.
- No se preocupe por eso, cerebrito. ¡Es mucho mejor ser un anónimo marica que un chivato conocido! Y siga usted contando, a mis espaldas, esa preciosa canción de ¡Todos juntos, bien juntitos, cantaremos la canción, todos juntos bien juntitos, la canción del maricón! Preciosa letra, preciosa de verdad. ¿La compusiste tú solito o te ayudaron estos dos tales "La Didí" y "El Moracho"? ¿Cómo están ustedes?
- ¡Bien!
- Más fuerte que no se les ha oído. ¿Cómo están ustedes?
- ¡¡Bien!!
- No. Un poco más fuerte como de hombrecitos en lugar de mariquitas. ¿Cómo están ustedes?
- ¡¡¡Bien!!!
- Ahora sí que sí y que si. Ahora han hablado ustedes tres muy alto y muy clarito. Así que escuchen esta canción a ver si les gusta mucho, so infantiles.

El general Don Armando Felicísimo Maldonado Feito saca del bolsillo derecho de su guayabera de color crema una casette y la pone en funcionamiento.

- Susanita tiene un ratón, un ratón chiquitín, que come chocolate y turrón, y bolitas de anís. Duerme cerca del radiador con la almohada en los pies y sueña que es un gran campeón jugando al ajedrez. Le gusta el fútbol, el cine y el teatro, baila tango y rock and roll, y si llegamos, y nota que observamos, siempre nos canta esta canción.
- Perdón, mi general.
- Está usted perdonado, ex comandante de la correa brillante... pero justicia es justicia... porque ustedes tres juntos, maquinando siempre en cómo engañar a los inocentes, hasta eran capaces de burlarse del mismísimo Franklin y todos sucesores. Justicia es justicia. ¡Hagan ustedes el favor de no tratarme de señor general porque miren, por donde, el general Maldonado soy yo, por supuestísimo, pero miren también por donde yo tengo los pantalones bien puestos. ¿Qué tal están ustedes dos, escuálidos espectros y fantasmas de sainete?

"La Didí" y "El Moracho" sólo bajan la cabeza.

- ¡Vaya par de cuatros! ¿Qué tal el 42? ¿Cómo va el 42? ¿Les encanta mucho jugar al 42? ¿Cómo les explico yo a todos ustedes, hombrecitos de ciudad bullanguera y no me hagan bulla por favor, que también sé yo tener mis propias aventuras en esto del 42? Tenemos tiempo suficiente para que les narre alguna de esas aventuras aunque ustedes la palabra narrar no saben ni lo que significa. ¿Les explico la diferencia que hay entre narrar bien unas cuantas aventuras del 42 y sólo contar chismes de zapateros perdedores?

Ante el silencio de los cuatro, que han dejado de jugar al 42 ante la sopresa general que les ha dado, el general pide al carcelero que abra la puerta, entra tranquilamente y se sienta en una de las literas.

- ¡Aquí! ¡Desde las distancias cortas es la mejor manera de narrar aventuras del 42! ¿Les gustan o no les gustan a ustedes las aventuras del 42? ¿Les cuento, por ejemplo, la aventura que tuve con la rusa? ¡Fue muy emocionante, interesante y amena!
- Mi general...
- Perdone, ex comandante Tapias Paredes... pero resulta que cuando usted me dirija la palabra tenga en cuenta que yo no soy sordo como una tapia y que también las paredes escuchan, como bien decía el Director de América Latina que se las daba de más listo que Don Simón Bolívar junto con todos sus esclavos aduladores lame botas de la Revolución Cultural a lo Mao, y no cuente nada indebido pues sus palabras pueden ir en su contra en el juicio sumarísimo que le están preparando todos aquellos a quienes usted trató de hijos de mala madre, que fueron bastantes por cierto. Así que guarde silencio por si los moscos le llegan a picar, lo cual sería lamentable para su gruesa figura, y oiga con atención mi aventura con la rusa del 42. ¡Pero por favor, no se corten ustedes ni un pelo por mi presencia y sigan jugando al 42, que es un juego muy interesante porque yo narro historias personales sólo para personas inteligentes o cultas y miren por donde ustedes cuatro no son ni chicha ni limonada!
- ¿Qué quiere decir eso, mi general?
- Ex comandante Tapias Paredes... ¿qué cree usted que quiere decir eso?
- Supongo que nos está llamando animales ignorantes...
. ¡Exacto! ¡No son ustedes cuatro ni inteligentes ni cultos! Pero... ¿qué clase de animales son ustedes?... porque resulta que hay animales muy inteligentes como los caballos del Ejército y otros muy ignorantes como los mosquitos de playa que son realmente molestosos cuando de ciertas cuestiones de amor se trata porque son muy picosos y picantes. ¿A qué grupo de animales pertenecen ustedes cuatro?
- ¿Quizás a los perros?
- ¡Frío, frío, ex comandante! ¡Muy frío! Los perros son muy inteligentes y no están ustedes a su altura.
- ¿Buitres?
- Un poco de buitres sí que tienen ustedes cuatro, pero me estoy refiriendo a las alimañas en general ya que yo sigo siendo general y por eso hablo en general. Y ya que saben bien que son ustedes cuatro alimañas considérense bichos repugnantes de esos que tanto abundan por los lugares barriobajeros de esta ciudad al igual que los de otra ciudad cualquiera por supuestísimo. ¿Les gusta que diga por supuestísimo en lugar de por supuesto porque por supuestísimo da algo así como más énfasis al asunto de los insultos? ¿Me están ustedes cuatro enTendiendo?... porque si me están ustedes entendiendo resulta que otros un poco más inteligentes que ustedes cuatro... pero también muy ignorantes... también me entenderán cuando yo vaya de viaje, por ejemplo a la Madre Patria España y hable cara a cara con ellos.

A los cuatro de les quitaron las ganas de seguir jugando...

- ¡Perfecto! ¡Mucho mejor si no quieren ahora jugar al 42 porque bastantes años tendrán todavía para seguir haciéndolo aquí mientras la sociedad humana se libra de gentes coom ustedes! Resulta que mis aventuras del 42 me daráN la oportunidad de llevar a cabo mi imprevisto viaje a la Madre Patria España, exactamente a la ciudad y capital de Madrid. ¿Saben ustedes qué encontré en uno de esos imprevistos viajes míos a la Discoteca 42 de la calle Claudio Coello?
- Supongo que pesonas...
. Supone ustd demasiado, ex comandante Tapias Paredes, porque no sólo encontré a personas... sino que en dicha discoteca vi a jóvenes y jovencitas que habían caído y estaban cayendo en drogas, alcohol y sexo descontrolado por culpa de seres tan ordinarios como ustedes. Resulta que después de mis visitas cerraron ya el local pero... ¿cuántos jóvenes y jovencitas cayeron por culpa de alimañas como ustedes cuatro? ¿Me pueden decir el número de víctimas que han muerto ya o están irremediablemente enfermas para toda su vida por culpa de ustedes y otras gentes como ustedes? ¡Van a tener muchos años por delante para hacer números por ver si aciertan el total de jóvenes y jovencitas -algunas de ellas incluso menores de edad- que se han caído de la vida y se han hundido en la muerte porque existen alimañas como ustedes cuatro! ¡Muchos años por delante van a tener para contar el número exacto de seres muertos o están enfermos por su culpa!
- Perdone, mi general, pero yo sólo voy a estar unos pocos meses en prisión...
. Se equivoca usted, ex camarada Valdenebros Ríos, porque si cree que todas sus amistades se van a poner a trabajar en la labor de que salga usted de la cárcel como si no ocurriese nada y seguir siendo gente que parece honrado pero no lo es, está muy equivocado. Hemos desmantelado a todo su equipo, ex camarada, ex colega, ex compañero... pero jamás ex amigo... ya que esto ya no es una partida de 42 donde uno pierde puntos por menso, sino una partida de mus de las que aprendí en mis esporádicas visitas a España. Les acabo de echar un órdago al juego, ustedes lo han aceptado, y alguien de ustedes puede llevar 31 puntos pero yo también los llevo y soy mano.. Sigan ustedes jugando al 42 entre ustedes solamente porque yo he hecho ya todo lo justo y necesario para que ninguno de ustedes cuatro salga de la cárcel sin cumplir la condena completa, porque para saber jugar al mus hay que saber tirarse faroles y ustedes sobre eso no tienen ni idea... ¿verdad que no tiene usted ni idea de lo que es un farol de mus, "Didí"? ¿Verdad que tampoco lo sabe usted, "Moracho"? ¿Os ha comido la lengua el gato? Ahora vamos a saber bien quiénes son los ratones y quién es el gato que se come a los ratones; porque ustedes creen que son tan listos que me la van a dar con queso, pero resulta que yo no soy ningún ratón y ustedes cuatro si lo son. Ratones y, además, rateros. Pero van a tener mucho tiempo, muchos años, para saber cómo he conseguido descubrir sus juegos de este tinglado que tenían montado y que no era sólo nacional sino internacional a muchos niveles. Por supueto que hay quienes saben mejor investigar e informar que usted, Antonio David Tapias Paredes que sólo tiene la dignidiad de ser llamado el "Gran Gordo Tripero". ¡Cómo ha engordado usted a costa de de los demás sin importarle si se morían o no se morían de hambre! Pero resulta que los militares sabemos perfectsmente qué significan ciertos apodos como los que tienen ustedes cuatro. Aquí va a tener usted mucho tiempo para hacer instrucción en vez de ser usted quien da instrucciones a los demás. ¿O no se dedicaba usted a dar instrucciones a los demás para para ocultarse detrás de ellos, incluídas mujeres también, pero sin medir exactamente las consecuencias a las que se está llegando a nivel mundial? ¿Es usted el novio de la muerte?
- Yo... no quise hacer tanto daño...
- Eso se lo dirá usted, en todo caso, al juez Patoño... pero ya le afirmo, de antemano, que pasará muchísimos años antes de salir de aquí, si es que sale alguna vez de aquí porque podría usted incluso morir antes de eso, jugando al 42 con sus tres inseparables compinches. Quizás hasta se lo pasen ustedes verdaderamente felices trabajando de pinches en la cocina de este presidio para ocupar los ratos muertos entre 42 y 42. ¿Ven cómo sigo siendo el general feíto y ahora mucho más feíto porque ahora no hablo de poesía sino de tristes realidades? ¿Qué les sucede magros chuchis? ¡¡Vamos a ver!! ¡Todos a una como si fuesen ustedes la tuna! ¿Qué les ocurre ahora, magros chuchis, que de repente se han quedado callados? ¿No eran ustedes como obispos a la hora de amenazar con dar ostias, magros chuchis? ¿Ya no les resulta, nenes de la leche, gracioso lo de que me de por escribir versos a las chicas guapas? ¿Siguen ustedes siendo nenes de la leche o ya les han salido los dientes de verdad? ¿Quién es el primero que se atreve a darme una ostia? Mientras todos ustedes y sus esbirros, que son un mogollón de valientes todos juntos, me insultaban por la espalda resulta que yo solamente estudiaba... ¡y ya ven todos ustedes y sus esbirros, que son un mogollón de valientes todos juntos insultando por la espalda, lo que he podido a llegar a ser por estudiar solamente cuando ustedes, maricones de mierda, no hacían más que insultarme por la espalda! ¿qué han alcanzado a ser ustedes, señores mierdas secas?

Los cuatro guardan silencio...

- ¡Pues nada, machones varios! ¡Hasta el año que viene en que en tal día como hoy y a tal hora como ahora, les volveré a hacer una visita! ¡Si se aburren mucho, machones varios, hagan el pino creyendo que están en un pinar u ordeñando vacas bajo la dirección del ordeñador que pueden ustedes llamarle, para ser más chistosa la broma, señor Ordóñez con todo los honores que un hombre guapo se merece, maricas de la eme! ¡Por supuestísimo, ginesillos de las calzas verdes, que no faltaré a la cita del año que viene! ¡Les visitaré cuantas veces sean necesarias, año tras año, para que ninguno de ustedes ni de sus cien mil hijos de becerros que les siguen como borregos me olviden! ¿O se dice los cien mil hijos de San Luis pero quitando lo de San porque en estos asuntos ninguno de ustedes es precisamente santo y lo dejamos entonces en los cien mil hijos de Luis por no decir algo peor? Sigan ustedes jugando al divertido entretenimiento del 42 y les repito que tengan cuidado con este juego no vayan a ser zapateros... ¿o no es cierto, ex comandante castrense? ¿Le han castrado ya o espera usted a que los del castro le salven de la catástrofe?

Sin recibir respuesta alguna de los acongojados y acojonados reos, el general Don Armando Felicísimo Maldonado Feito se marcha dejando totalmente desolados a "Los Cuatro Mafiosos de Quito" que es como se les conoce a nivel inernacional en el mudno del hampa. El carcelero vuelve a cerrar el candado de la puerta mientras se dirige al fefe de ellos.

- Entiendo, Valdenebros, que quizás ustedes se van a aburrir demasiado por jugar tantísimos años al 42, pero le pediré al alcaide del penal que, para que desentumezcan ustedes un poco los músculos, si se puede llamar músculos a esos grandes pedazos de carne grasienta que tienen a lo largo y a lo ancho, sobre todo a lo ancho, de sus cuerpos... que les deje salir los domingos y fiestas de guardar hasta el Valle del Chota para que, dirigidos por usted, Valdenebros, se ocupen en la emocionante tarea de contar, uno por uno, todos los enebros que se encuentran en dicho Valle y asi no se aburran demasiado sus compañeros de toda la vida escuchando la tabarra esa de sus apocalípticas "visiones", don Vinicio, que por supuesto no se las cree ni el padre José María cuando viene a escuchar sus sonfesiones soporíferas y a comulgarle el primer domingo de cada mes que digo yo que es cosa muy curiosa que tenga que ser solamente el primer domingo de cada mes cuando toca comulgar. ¡Vaya manías tiene el padre Jose María! ¿Es que no puede ser el primer lunes de cada trimestre por ejemplo? Porque a mi eso de comulgar solamente el primer domingo de cada mes me parece una verdadera chorrada y eso que sí soy creyente verdadero. ¿Qué de malo tiene comulgar solamente el primer lunes de cada trimestre que es otra chorrada por cierto? Pero puestos a decir chorradas ¿qué clases de chorradas ve usted en sus visiones apocalípticas que cuando se las oigo se me ponen los pelos de punta y eso que soy completamente calvo, don Vinicio? ¿Qué puede usted interpretar soñando cosas tan raras como espadas echando fuego y atravesando cuerpos de lagartijas mientras suena el reloj del campanario de la Catedral y un murciélago de color verde atrapa entre sus garras a un conejo blanco? ¿Qué se puede entender de todas esas chorradas que usted visiona por las noches, don Vinicio? ¿No será que está usted haciendo creer que, al ir por ahí contando todas esas "visiones" raras y apocalípticas que dice usted soñar mientras duerme desde hace solo unos días, y que no son más que disparates, el muy Señor Doctor Días Gomes de Vascoencelos, portugués de nacimiento, brasileño de nacionalidad y residente en nuestro Ecuador, muy celoso por cierto de su profesión de psiquiatra y de su origen vasco, le declare psicótico total y así saldría usted para siempre de este presidio para ir a pasar el resto de su vida en la fabulosa, lujosa y comodísima Residencia del Doctor Caballero para pasarlo tan en grande como el escudero de Don Quijote, con desayuno, comida, merienda y cena, bien surtido todo ello de manjares exquisitos y totalmente gratis? ¿No será esa su intención, don Vinicio y, si de paso, conoce usted a alguna buena y guapa moza, llevársela al huerto en cualquier descuido de la celadora por muy celosa que se ponga ésta? ¿No será que quiere usted burlarse de la Ley pasando todo el resto de su vida en la Residencia del Doctor Caballero, haciéndose pasar por escudero, porque sabe que allí tendría usted piscina climatizada todo el año, juegos de ping pong, parchís, damas y ajedrez, hilo músical, una librería bien repleta por si le da por la cultura, hermosos jardines para pasear con las chavalas guapas y todo ello viviendo gratis, a cuerpo de rey y atendido por bellísimas camareras y enfermeras como si fuee usted Alí Pachá en el Paraíso de Mahoma conocido como Walhaya donde no se sabe quien venga o quien vaya? Porque otras cosas peores que eso he visto yo en la vida pero ingeniarse e inventarse "visiones" terroríficas para que le declaren psicótico y salvarse de este presidio para el resto de la vida es la primera vez que lo veo. En fin, ya tengo que marcharme para descansar antes de mi cena, señor bellón, que se cree usted tan bellón que con solo mirar a la chica más guapa del barrio ésta se cae demayada en sus brazos de lo bellón que se cree usted que es, don Vinicio. Y, además, que me he enterado que se las da usted de poeta y cantor haciendo gala de ser galo. ¿De verdad sabe usted cantar poesía mejor que Jaramillo con esa voz de pato botijo que tiene, señor galo? ¿Es usted, de verdad, un bardo cantautor, señor galo? ¡Adiós, señor galo bellón y deje de ver tantas "visiones" que luego pasa que de verdad que se cree usted más galo bellón que el citado Jaramillo! Si alguno de ustedes cuatro desea hacer sus necesidades ya saben que detrás de la puerta de hierro está una hermosa letrina. No se olviden, después de hacer sus necesidades más perentorias, tirar de la cadena. Y si necesitan papel ahí tienen ustedes el enorme pilón de las guías telefónicas de todas las provincias de la República porque no les van a servir para otra cosa ya que tienen ustedes prohibidas las llamadas telefónicas de por vida. Si quieren que les visiten sus familiars hagánmelo saber para tomar nota en el calendario porque tienen derecho a la visita de un familiar o amigo, si es que les queda alguno que quiera seguir siéndolo, cada semestre; por lo cual deduzcan ustedes y hagan cuentas, como hacían cuentas exactas de todas las ganancias que acumularon con sus criminales acciones contra la sociedad, de que exactamente tienen derecho, cada uno de ustedes, a dos visitas al año. Sigan ustedes con el 42 y cuando estén aburridos me avisan para que les traiga la cena antes de irse a dormir. Y usted, señor galo bellón de bellota, no me cuente sus "visiones" apocalípticas a mí sino al padre José María que sí está permitido que les venga a visitar cuantas veces ustedes quieran; pero olvídese de salir de aquí para ir a vivir a pleno lujo en la fantástica y fabulosa mansión de la Residencia del Doctor Caballero por muy escudero que intente usted hacernos creer que es. Si desea choteo, o si está usted de verdad como una chota, ya tendrá ocasión de chotear mientras cuenta los enebros del Valle del Chota, don Vinicio Patricio Valdenebros Ríos... ¿o no será que, de repente, ve usted todas esas "visiones" apocalípticas porque se acaba usted de hacer Testigo de Jehová de la Iglesia de los Últimos Dias, o de las Ültimas Horas, y le ha afectado al coco el último Libro de Juan el Evangelista despues de abandonar a la comunidad cristiana porque no se comia ni una rosca con las chavalas suecas que venían de visita?. Si cree usted que estamos en las Ültimas Horas ¿por que no escribe un breve artículo explicativo y lo envía al diario El Comercio para que se lo publiquen, precisamente, en las Ültimas Horas y así deja de robar los escritos de otras personas con mucha más imaginación que la suya y que no ven "visiones" raras cuando escriben sino que cuentan aventuras interesantes de verdad y no las panfiladas de usted? ¡Hasta luego señores y les llamo señores porque yo, al menos yo, seré un simple y sencillo carcelero del penal de Quito pero tengo educación, buenos modales y mejores principios que ustedes cuatro juntos, que de señores no tienen ustedes nada... así que sigan jugando al 42, al 43, al 44 o al número que más se les antoje. Y si se aburren de verdad pueden pedirme una baraja de naipes de Tarot para que se lean entre ustedes, los unos a los otros, cual va a ser su futuro jugando a las brujerías. ¿O no es cierto que sabe usted jugar a las brujerías, señor Valdenebros?. Tendrá todo el tiempo del mundo para enseñar también brujerías a sus tres colegas. Si necesitan una fotografía para pinchar alfileres les puedo traer, por ejemplo, las de Hugo Chávez, que buena cabeza tiene en las fotos y está tan pirado que necesita una limpia; o sea que le curen la locura. ¡Háganlo con él y habrán hecho ustedes un gran favor a la Humanidad!¡Pasen ustedes un buen 42, brujos sin escoba, y dejen en paz las fotografías de las personas cultas, decentes y honestas! Una última advertencia: cuando tengan ustedes la oportunidad de salir de recreo por el Valle del Chota tengan mucho cuidado al caminar no vayan a caer a un precipicio y vayan al Whalaya antes de tiempo y se encuentren que, por culpa de esa precipitación, ningún harén de hurís desnudas les estará esperando que es lo que suele pasar siempre con los ilusos. ¡Cuidado con el precipicio!