¡Época gloriosa del vermú y del ponche! Había quienes preferían Martini y había quienes preferían Cinzano; así como había quienes preferían Soto y había quienes preferían Caballero. Ante aquellas disyuntivas existenciales, en cuanto al vermú se refiere yo decidí tirar por la calle de enmedio, la que se encontraba a la salida de la Academia Cima, por ser imparcial y no decantarme ni por Martini ni por Cinzano sino por el vermú a granel que estaba realmente exquisito. Recuerdo que era en la Travesía del Arenal. En cuanto a Martini o Cinzano decía Emilín que eran mejores las chapas de Martini. Para mí, sin embargo, me era indiferente que las chapas de Martini fueran mejores que las chapas de Cinzano o que las chapas de Cinzano fuesen mejores que las chapas de Martini... porque era demasiado evidente que eran iguales a la hora de la verdad. Que lo que era diferente era la manera en que jugases con ellas pero que todas las chapas eran iguales.

¿Cómo olvidar también el problema de los ponches? Soto era más bien para gentes de poco paladar como Juanito de Valverde de Júcar y por eso yo siempre prefería mejor ser de los de Caballero; pues como empezaba ya a ser un caballero era mejor quedar como tal ante las damas.

¡Por eso me gustaba tanto Patty... Shepard por supuesto! Aunque ella era Terrycola y yo estaba, como siempre, en otro planeta.