Cuando nos pusieron el 2-45-49-63 en casa fue un acontecimiento más importante, para nosotros tres, que saber que Neil Armstrong pondría sus pies en la Luna. La abuelita Rufina veía a aquella especie de mochuelo negro de reojo como diciendo "¡cuerno quemado! ¿qué clase de pajarraco será este que ha cazado mi yerno?". Mi padre Emiliano no decía nada, como siempre que pasaba algo parecido, pues ahora sabía que no tenía excusa algua para no llamar y decir dónde se encontraba. Mi madre Rosario, por eso mismo, era la más feliz, junto con mi hermana Isabel que ya se veía "flipando" con su amiga Adelita chismes sobre los camareros del barrio. Por su parte, Emilín estaba mosqueado y no se encontraba bien, puesto que cualquier novedad de los avances tecnológicos le hacía perder, a marchas aceleradas, sus influencias despóticas sobre nosotros tres que, al revés que todos los demás, nos frotábamos las manos de gusto... y Maruchi soñaba con su novio mientras Estrella movía la cabeza como diciendo que aquello no acabaría bien.

- ¿Dígame?
- ¿Es el Bar El Puente?
- ¡Sí! ¡Este es el Bar El Puente!
- ¿Tienen ustedes a Carlos III?
- ¡Sí... pero es para hombres...! ¿Qué desea?
- ¡Que le aproveche mucho!
- ¿Dígame?
- ¿Eso eso?
- ¡¡Cholates Hueso!!
- ¡Le acaba de tocar a usted una cesta llena de ajos, cebollas, cebollinos y cebolletas!
- ¿Dígame?
- ¿Es usted Abilio o es usted Emilio?
- ¡Yo soy Abilio pero también está aquí Emilio!
- ¡Que se ponga entonces Emilio al aparato!
- Soy Emilio... ¿dígame?
- ¿Puedo hacer un pedido grande?
- ¡Si supera las 25 pesetas se lo llevamos a su domicilio!
- ¡Entonces envieme con el mozo de la tienda una caja grande con un kilo de butifarra, otro kilo de chistorra, dos paquetes de galletas marías de Fontaneda, tres kilos de arroz SOS, cuatro botellas de Anís del Mono, kilo y medio de tomates para ensalada, tres botes de aceitunas campurrianas, una tarrina de margarina y dos de harina más una docena de huevos bien frescos!
- ¡Estupendo pedido! ¿A qué domicilio se lo enviamos?
- ¡Al portal número 54 y pregunten por la familia Aranzana y no se olvide también de añadir una manzana!
- ¡Aquí el Bar El Paleto!
- Saca Pazos de la portería, recibe el balón Mezquita, éste se lo pasa en corto a Valderas que lo lanza en profundidad hacia donde se encuentra Pahuet, Pahuet lo para con el pecho, lo baja y antes de que toque el césped lo envia hacia la cabeza de Romero, Romero da un cabezazo magistral ¡¡¡y gol, gol, gol del Elche!!!
- ¿Dígame?
- ¿Está Maruchi?
- ¡No está Maruchi!
- ¡Bla, bla, bla, bla y bla!
- ¡¡Que le estoy diciendo que no está Maruchi!!
- ¡Bla, bla, bla, bla y bla!
- No me entero de nada ni él se entera de nada... ¿qué hago?
- ¡Mándale a la mierda!
- ¡¡Vàyase usted a la mierda!!

La cosa, como pensaba Estrella, no terminó bien cuando se enteró mamá.¡Felices tiempos aquellos del 2-45-49-63!