Luz Celeste (Novela - Cmic - Guin Cine) -71-
Publicado en Nov 07, 2012
Jota Jota y Luz Celeste están bajando, lentamente, hacia el Valle del Valor. Van cogidos de la mano, Jota Jota delante, y con sumo cuidado para no resbalar y caerse.
- Ten mucho cuidado, Luz Celeste, no te vayas a resbalar y caer al precipicio. - Si me resbalo tú serías siempre capaz de conseguir que no me caiga al precipicio porque te gusto demasiado cómo para que dejaras que me sucediese esa desgracia. - Pos supuesto que lo impediría pero... ¿y si el que se cae soy yo? - Entonces yo también me tiraría para morir los dos juntos. - ¡Venga ya, chavalilla, no digas cosas imposibles! - No hables tan alto, Jota Jota, porque nos pueden oír. - Venga ya, chavalilla... - Venga ya... ¿qué?... - Que tú no te vas a morir nunca y como yo quiero estar siempre a tu lado tampoco me da la real gana de morir no vaya a ser que te pierda de vista para siempre. Ella se tapa la boca para no reír. - Escucha, Luz Celeste... ya estamos muy cerca. Ahora nos escondemos entre estos arbustos y podemos estudiar el plan a seguir. - No tardes mucho en elaborar el plan no sea que se nos acabe el plan que hay entre tú y yo. -¡Eso jamás, Luz Celeste! ¡Eso jamás voy a consentirlo! Ella le tapa la boca a Él para que se calle mientras sigue conteniendo la risa... hasa que Él vuelve a entrar en razón y acaricia el rostro de su bellísima esposa. - Entrando en contacto contigo nada malo puede sucedernos. - No seas tan aprovechado. - No pienses tan mal de mí. Es para estar totalmente convencido. - ¿Es que no te he convencido del todo? - Que no sigas pensando tan mal de mí, por favor. Quiero estar totalmente convencido de que nadie nos vea para hacerte daño. - Venga... ¿qué plan se te ocurre? - En primer lugar, deduzco que el Salón de Oro es el lugar donde desarrollan las Vìrgenes del Sol sus reuniones y donde las visita, todas las noches, ese Gran Brujo del que tanto me has hablado. - ¿Jatún Layqa? - Sí. Ese demente total. - Menos mal que ya no te puede oír... porque era gigantesco y pesaba mucho más de cien kilos en bruto. - ¡Qué bruto! - No eleves la voz... - Y como no tiene ninguna clase de refinamiento, con sus más de cien kilos de bruto, es un verdadero bruto pero de los de verdad... de esos que sólo saben hacer el bestia. - Cierto, Jota Jota, tenía más de bestia que de ser humano... pero recuerda que ya no existe. - ¡Ayvá! ¡Se me estaba olvidando que ya está muerto! - Baja la voz, por favor... y razona que ya no puede visitar más veces a las Vìrgenes del Sol atrapadas en este lugar. - Quizás su fantasma si pueda hacerlo. - No seas tonto, Jota Jota. Tú y yo sabemos perfectamente que los fantasmas no existen. - Bueno... pues solucionado ya el problema de Jatún Layqa hay que reconocer que era un verdadero fantasma... - ¿Cómo dices? - Que era de esos tipos que van por la vida haciéndose el fantasma. De esos que dicen que ligan de tres en tres cada día y que echan unos trescientos polvos cada noche con cada una de ellas. Supongo que se referirán a los polvos de la madre Celestina porque lo otro lo dudo. Ella se esfuerza, otra vez, para contenerse la risa. - Que no digas tonterías, Jota Jota. - Que no digo tonterías, Luz Celeste, sino que se me escapan sin querer queriendo porque te quiero mucho. - ¿Qiénes son los que se te escapan sin querer? - No. Que quiero decir que se me escapan sin querer queriendo porque te quiero mucho. - ¿Te estás refiriendo a chavalas guapas? - ¡Que va! Me estoy refiriendo a las ideas y a las tonterías que digo cuando estoy tan pegado a tu cuerpo. - Ponte ya serio. - Y además... - No continúes con eso y sigue desarrollando el plan estratégico para cazar al dios blanco. - Te advierto que yo me enrollo muy rápido y me desenrrollo más rápido todavía desde que era mucho más pequeño que ahora. - Pero.. ¿puedes decirme ya qué debemos hacer ahora? - En serio, Luz Celeste. Fíjate bien en esa puerta de cristal que es solo una apariencia. No se ve nada tras ella... luego, si el cristal es siempre transparente, me da la sensación que no es una pirámide de cristal como Dios manda. - Déjate de pensar ahora en lo que Dios manda y sigue mirando, y no tanto a mí precisamente, para ver qué deduces. - Es verdad. Ya te estoy mirando demasiado... - Bien. Mírame todo lo que quieras pero pon atención también a la pirámide o lo que sea eso que tenemos delante de nuestros ojos... - Estás mejor cada vez que te miro a ti y no te puedo mirar más porque soy muy tímido. Otra vez se esfuerza Luz Celeste para no soltar la carcajada. - ¿Qieres mirar ya a la pirámide de cristal que no es como Dios manda y dejar de decirme piropos porque esto se pone muy serio? - Ya la veo mejor. El cristal sólo es una cubierta nada más. Dentro de esa edificación no hay una pirámide exactamente sino que debe ser el laboratorio de trabajo del dios blanco. - Y si el dios blanco está dentro de su laboratorio estamos perdidos... - No. Ningún dios blanco ni ningún dios negro o de cualquier otro color puede tener el mal gusto de vivir dentro de un laboratorio. El domicilio del dios blanco o dios negro o dios de cualquier otro color es el Salón de Oro de ese Palacio. Dentro de la falsa Pirámide de Cristal sólo está su laboratorio y supongo también que, a estas horas, estará completamente dormido echándose la siesta dentro del Palacio Dorado y esperando noticias. - Vaya. Parece que ya estás otra vez en forma. - Si no me sigues mirando tú a mí no sigo mirándote yo a ti y a ver si te concentras tú también para que lleguemos a algo positivo. Ella ya casi no puede aguantar la risa. - Cállate, que me estás reprimiendo Jota Jota, y eso es bastante grave en un matrimonio cristiano. - Está bien. ¡Usemos el silencio y no la violencia para que no se nos despierte ese bruto! Pero en cuanto le vea le voy a soltar tal tortazo que le quito la divinidad de una vez por todas. - No quiero que uses la violencia, Jota Jota. Esta es una lucha del líder intelectual de las Fuerzas del Mal contra el lìder natural de las Fuerzas del Bien. Tienes que destruirlo solamente usando más inteligencia que él y asi poderme liberar a mí y a todo mi pueblo. - Te repito que a todos los de tu pueblo no los voy a liberar. - Está bien. A los culpables no los liberes. - A mí me gustaría ver aquí al Don Bento a ver qué haría él. - ¿Quién es ese tal Don Bento? ¿Otro de tus deleznables amigotes? - Ese no es mi amigo y nunca jamás ha sido mi amigo. Sólo es un compañero del CNI. El más viejo de todos y el que se cree el más inteligente de todos. Sólo un compañero nada más con quien no hablo casi nunca porque ni me entiende ni me entenderá jamás por qué he renunciado a sus varillas. Tiene una teoría sobre coger o no coger varillas que, para mí, no tiene ningún valor porque son feas, viejas y hay que pagarles dinero además. - ¿Qué teoría tan extraña y rara es esa y a qué te estás refiriendo? - Consiste en ligar o no ligar. A él le gusta ligar con las que nadie quiere y a mí, por supuesto, eso de ligar con las que nadie quiere no me interesa para nada. - ¿Qué quieres decir con todo eso? - Estoy diciéndote que el tal Don Bento se las da de muy listillo pero no se come ni una rosca con ninguna que valga la pena. - Veo que sigues pensando con inteligencia, Jota Jota. ¿Es por eso por lo que eres tan sano? - Sí. Pero Don Bento es tan listillo que le gusta coleccionar varillas que nadie quiere en vez de chavalas guapas. ¿Quieres que te explique, hablando en serio y de chaval a chavala, quiénes son las varillas para que lo termines de entender? - Explícamelo mejor porque todavia no lo entiendo... - Las varillas son más viejas que las tartanas de la época de mi bisabuela, son más feas que Picio y te sacan los cuartos de la manera más tonta que existe y solamente por menos de cinco minutos de estar durmiendo con ellas. Los tontos como Don Bento dicen que eso es ser hombres. ¿Vas entendiendo ahora? - No hace falta que me expliques más. Ya sé a qué te refieres. Se llama prostitución y deduzco que ese tío... - ¿Quién te ha dicho que sea un tío? - ¿Es que no es un tío? - Sí. Es un tío pero más bien birrioso solamente por su culpa y no por culpa de Dios como anda diciendo por ahí. - Pues estoy descubriendo que si va diciendo eso de Dios es más tonto de lo que yo creía. Pero dejemos ya de hablar del Bento de las Varillas. - El Bento de las Varillas es el Tío de las Tirillas. ¡Fin del tema! - ¡Ja, ja, ja, ja, ja! - No lo he dicho para hacerte reír sino para hacerte comprender lo que es. - Pues como yo conozco también a esa clase de listillos, asunto listo... para darle carpetazo por supuesto. Y a ver si alguien habla con él para que lo comprenda. - ¿Cómo puedes comprender que un burro pueda ser capaz? - ¿Capaz de qué? - De lo que tú sabes y te imaginas que pueda hacer con una chavalilla como tú. - ¿Qué desearía ligar conmigo para llevarme a la cama si me conociese de verdad? ¡Ja, ja, ja, ja, ja! ¡Sólo haría el ridículo nada mas! A lo mejor se cree que me hipnotizaría con sus encantos de machista sin remedio alguno. ¿Qué clase de mirada tiene? - Algo asi como turbia por culpa de sus malos pensamientos. ¡Se le nota nada más que te mira con sus ojos de ratón! ¡Digo de ratón pues creee que ligaría a una chavalilla como tú mirándote un largo rato! - ¿Es que es un hipnotizador? - Me parece que se cree que hipnotiza más que Rasputín a Catalina. - ¡Ja, ja, ja, ja, ja! - Que estoy hablando en serio, Luz Celeste. - Menos mal que tú no eres un burro porque un burro es imposible que pueda salvar a todo mi Pueblo Puka incluída a mí también. - Escucha. Él entró de una aldea a Madrid pero Madrid nunca entró en él. - Deduzco que se puede ser un poco tonto cuando ocurre eso pero no un tonto tan total. - Eso es, Luz Celeste. Para mí un hombre sensato es un hombre inteligente cuando se comporta de forma natural y cuando le gusta lo natural, y tú ya entiendes lo que quiere decir eso, mientras que un burro nunca puede comprender las distancias. - ¿De qué distancias hablas? - De la que existe entre una chavalilla tan natural como la miel como es tu caso y la de un burro como él que debería saber que la miel no se ha hecho para la boca de los asnos. - ¡Jajajajaja! ¿Quieres darme a entender que deseas besarme de nuevo? - Pues no es mala idea. - Está bien. Pero después volvemos a ponernos serios... ¿vale? - Vale. Jota Jota, aprovechando que están los dos en el suelo y escondidos detrás de los arbustos, sólo tiene que colocarse sobre ella y besarla en la boca con pasión una vez más. Hasta que Luz Celeste puede, por fin, respirar. - ¡Ya no vale seguir más, Jota Jota, que se nos hace tarde! - La diferencia entre sus muchas varillas y tú es tan abismal en favor de tí que... - Déjalo ya, Jota Jota, por favor... que me estás poniendo colorada y nerviosa... - ¿Sí sólo queria decir que la gloria eres tú? - Volvamos a la realidad de lo que nos rodea. Tienes que encontrar una buena estrategia para solucionar esta situación. - Dame sólo diez segundos para pensar... Y allí están los dos, escondidos entre los arbustos, unidos y pegados como si fueran un solo cuerpo para tratar de no ser descubiertos por nadie puesto que un sólo cuerpo ocupa menos espacio que dos cuerpos según le hace entender, por gestos, Jota Jota a Luz Celeste.
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