Travestido,
desdoblándome tenazmente,
para dejar ver mi verdadera dualidad.
Trasgredido, convenciéndome que algún día
podré encumbrarme a un remoto y fantástico rincón.
Me voy vistiendo de palabras hechas canciones.
De unos versos ilusionados envueltos en nuevas  ilusiones.
Quiero hallarme, quiero adentrarme en mi enterrado yo.
Me coloco  briosas golondrinas en el cabello
para  embarcarme en un alocado viaje
al mundo apalabrado de la imaginación.
Allí, me desgarro en fieras carcajadas
y le hago burlas al cruel silencio de mi disimulado dolor.
Y yo sigo siendo el otro y el otro sigue siendo yo...
Me trepo en los tacones de una excelsa dama
para domar al macho que anida en mi interior.
Hago con mis versos siempre lo que me da la gana
porque al final de cuentas no siempre tendremos la razón.
Nadie me asigna cánones, las pautas rompo yo...
¡Son todas travestidas mis coquetas palabras,
están muy maquilladas con mi delirio y mi pasión!
Están muy adornadas de rebeldías y rabias,
son todo lo que quiero: fuego y transgresión.
Mi lírica es tan dulce, tan clara y amanerada;
está hecha de saña y finísimo clamor.
Y soy sólo un hombre que pare y se desgrana
en verso y en metáfora, en símil y dual personificación. 
Poesía travestida que ha sido inventada por un anónimo cantor.
José Luis Marrero Santiago
2012-11-03
"Todos los seres humanos nos travestimos porque no somos de la misma manera
con todo el mundo. Todos tenemos muchos antifaces  y nos desdoblamos constantemente. El carácter humano es complejo, es dual, es tridimensional. Hay un travestismo en las ideas
y en eso la literatura está llena de travestis... La obra creada es un proyección
travestida del autor."

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