Madrid...

Carmen se encuentra en la ciudad de Madrid, apoyada con sus codos en la barra de un pub muy elegante de la Calle de Serrano. Es "La Botellita" de Serrano, número 63. Está meditando para sí misma, con la jarra de cerveza ya vacía entre sus manos, mientras es observada, detenidamente, por un joven camarero.

- Ver o no ver. Bueno, Shakespeare dijo ser o no ser, pero prefiero decir, desde que conocí a Jota Jota, ver o no ver... porque si solamente somos seres maduros no vemos que, a veces, estamos totalmente perdidos; mas si vemos aunque no seamos seres tan maduros, estamos totalmente salvados.

El joven camarero ha escuchado estas palabras y se aerca a ella...

- Perdón, señorita, pero eso no tiene sentido.
- ¿Qué es lo que no tiene sentido y cómo se llama usted?
- Mi nombre completo es Luis Carlos Maya Carril; porque soy el producto del cruce entre un indio fascista venezolano, de donde me viene lo de Luis, y de una famosísima ciclista de ideología comunista italiana, de donde me viene lo de Carlos. Soy hijo del famoso cacique venezolano Luis Francisco Maya y de la también famosa y célebre ciclista italiana Carla Luisa Carril, de antiguos orígenes hispanos ambos; tan antiguos orígenes que se pierden en las noches de los tiempos de finales del Siglo XV o principios del Siglo XVI. Y sigo insitiendo en que lo que ha dicho usted antes es una incongruencia sin sentido alguno.

A Carmen le cae simpático el joven camarero...

- Puedes llamarme de tú. Soy Carmen Vergara Ordóñez de los Palomino y tengo orígenes ancestrales de los Osborne y los Domecq de los que se pierden en las noches de los tiempos de finales del Siglo XV o principios del Siglo XVI.
- ¡jajajajaja! Además de guapa eres simpática...
- ¡Pues es cierto! Tengo entre mis más antigos antepasados a los más añejos ganaderos taurinos conocidos por los Reyes Católicos de Castilla y Aragón.
- ¿Cómo es eso que desciendes de ganaderos? ¿No habrás querido decir que desciendes de granaderos?
- No. No soy granadera de Granada sino malagueña de Málaga y a ver si no te confundes conmigo porque no soy tan fácil de confundir... salvo con ese dichoso de Jota Jota...
- ¿Por qué estás tan triste y quién es ese dichoso Jota Jota? ¿Es que no te has mirado a un espejo? Físicamente estás muy completa.
- Yo no veo que sea ninguna cosa del otro mundo.
- Por eso eres más interesante... porque eres de este mundo...
- Entonces, si soy de este mundo, explícame eso de que no tiene sentido lo que he diho a ver si me entero de lo que me quieres decir.

Luis Carlos se olvida de todo lo demás y se pone, también con los codos apoyados en la barra y con la cara a muy poca distancia de la cara de ella, para hablar con Carmen.

- Dijiste lo siguiente: "porque si solamente somos seres maduros no vemos que, a veces, estamos perdidos; mas si vemos aunque no seamos seres tan maduros, estamos totalmente salvados" y eso es una incongruencia y, además, una incoherencia.
- Pues a mí me parece que el incongruente y el incoherente eres tú... porque resulta que lo que he dicho es perfectamente lógico.
- No entiendo...
- Pues si no entiendes haz el favor de escuchar bien antes de hablar para dar tu opinión, porque la mejor manera que existe para aprender es aprender antes de entender... ¿o es mejor entender antes que aprender? ¿Quieres decir tú ahora algo que sea congruente y coherente ante este nuevo dilema existencial?
- ¿Quién te ha enseñado a filosofar de esa manera? Estudio en la Facultad de Filosofía y Letras en mis ratos libres y no creo que ningún famoso pensador haya dicho eso...
- Supongamos que haya sido el dichoso de Jota Jota...
- Se dice que "a la cama no te irás sin aprender algo más".
- ¡Pues eso es! ¡Eso de ir a la cama tú y yo no te lo crees ni borracho!
- No te pongas tan pronto a la defensiva, tigresa... lo único que quiero decir es que no conozco a ningún pensador que se llame Jota Jota o le digan Jota Jota.
- ¿Yo soy una tigresa para tí? Pues para mí tú sólo eres una pulga; un pibe que se chupa todavía el dedo pulgar antes de dormir. ¡Lo de ir a la cama contigo ni lo sueñes! En cuanto al asunto de William Shakespeare, del cual no sabes ni como se escribe su apellido ni de cómo se pronuncia con total corrección, aclaro, para ver si se te queda totalmente claro del todo y de una vez por todas, que eso de "ser o no ser" solamente es una abstracción nada más. ¡Más concreto y más real es Jota Jota! ¿Tú a quién prefieres de los dos? ¡En el buen sentido de la palabra, no vaya a ser que tú seas un poco marica! Y no te vayas a cabrear ahora conmigo, Luis Carlos. ¿Shakespeare o Jota Jota? Porque yo lo tengo ya bien claro, pero tú me parece que estás todavía demasiado tierno y, en cuanto a mí se refiere, prefiero a un tipo que tenga bien claros los asuntos entre un chaval y una chavala porque esas cuestiones, para mí, son como el chocolate que cuanto más espeso es mejor para el paladar y para la digestión. ¿Eres tú, acaso de los del doble cero nepalés birrioso? Y haz el favor de apartar un poco tu cara de la mía porque ante desconocidos prefiero mantener las distancias necesarias... ¿entiendes?...

El joven camarero Luis Carlos Maya Carril aparta su rostro del rostro de ella y queda a una prudente distancia para evitar cualquier guantazo.

- No sé... yo... que decía yo... esto... me pillaste...
- Pues eso. Te he pillado con las manos en la mierda, y perdona por lo de la mierda, pero mierda es lo que os metéis dentro del cuerpo. ¿Te sigo explicando de qué va la filosofía de Jota Jota?
- Si así lo quieres...
- ¡Es el mejor ejemplo de joven pensador sensato que he conocido aunque sea mucho más aventurero que todos vosotros juntos, los que decís que voláis con el doble cero napolés y otras mierdas del mismo estilo! Tú, a su lado, sólo eres un hombre de paja nada más. ¡Él no se atrevería a poner su cara tan cerca de la mía antes de saber bien lo que hace porque es lo suficientemente inteligente como para conseguir que una chavala como yo sea la que ponga la cara cerca de la suya antes que él! ¿Lo tienes ya bastante claro o es que, además, en tu tiempo libre, aparte de estudiar Filosofía y Letras eres de esos "hadcares" enviando troyanos a los correos ajenos porque que no valéis ni un pimiento morrón? Al lado de un chaval como él, tú y los "hadcares" como tú, sólo sois unos espantapájaros. ¡Espantajos nada más! Y no te pongas de morros bebé... que eres más infantil que un tal "Pibe" de mi Facultad de Periodismo que confunde lo que es una crónica de fútbol con una crónica de sucesos y por eso no hace más que decir que le va a dar una hostia a Jota Jota cuando no tiene ni el valor, ni la valentía, de dársela. Ni se te ocurra otra vez inentar besarme sin conocerme de nada porque si te tengo que sobar los morros te los sobo bien sobados... y no preciamente a besos sino a hostias... de esas que no es capaz de dar "El Pibe" por mucho que lo vaya pregonando por ahí. A ese "Pibe" le pasa lo que a tí. Díme de lo que presumes y te diré lo que no eres. Todavía está "Jota Jota" esperando que "El Pibe" le de la hostia y eso que ocasiones ha tenido a miles para atreverse a dársela. Si intentas otra vez acercarte a mí, haciéndote el gracioso sin serlo, te vas caliente a la cama... pero no porque yo vaya a la cama contigo para calentarte los cataplines... sino caliente de verdad.
- No... yo... la verdad...
- Ya sé. Esto me confirma que eres como "El Pibe". La verdad es que si quieres ir caliente a la cama con una chavala que te caliente los cataplines búscate a una pelandusca que haga parejita contigo, pendejo. Y ahora, si no te importa, y como estás aquí para servirme que para eso te pagan... ¡haz el favor de ponerme otra jarra de cerveza y déjame a solas con mis pensamientos!

El joven camarero Luis Carlos Maya Carril, asustado de verdad ante aquella furia andaluza desatada, le sirve, rápidamente, otra jarra de cerveza que Carmen bebe rápidamente y, después, paga sus dos consumiciones, coge su bolso y sale del pub pensando en Jota Jota. Estaría dispuesto a pagar lo que fuera con tal de volver a estar unos pocos minutos de su tiempo con él... pero bien sabe ella que ya Jota Jota está en otra dimensión.

- La próxima vez que me enamore de verdad ya he aprendido a saber lo que no debo hacer si se trata de un hombre con los cataplines bien puestos en su sitio... porque él me ha enseñado que el amor no se mendiga jamás...