Vivir
Publicado en Aug 04, 2009
No concibo la vida
para dañar a los demás. La concibo para hacer el bien y amar al projimo y a las mujeres. La hembra está después de la madre y la madre está después de Dios. Así, con esta escalera de prioridades salgo cada día a bregar con el mundo. A trabajar con las manos para comprar mi pan y a recojer el maná de la poesía que cae de un cielo denso que jamás terminará de deshojarse. El cielo es Morada Final del Hombre.
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Asirio