Había una vez una princesa que podría presumir se sobre estrimación cuando la nombraron Reina: Su Majestad Frágil Diente de León, La Reina del Drama, fue el título que le concedieron.
 
Sin embargo, ella  sabía muy bien lo que su reino era: sencilla imaginación; y ella, un cuentoque aspiraba a un final, que de buscarlo, no termina.
 
Un día tan ordinario, un jóven que iba de paso, con tono de adversario, preguntó con osadía:
 
- Frágil Diente de León? ¡Qué son ésas tonterías!
 
- Si lo tomas muy ligero, lo deshace el viento llevándoselo hacia ninguna parte y si presionas demasiado, lo aplastas entre tus manos conviertiéndolo en nada: sólo un artista podría sostenerlo- dijo ella.
 
- No pretendo ofenderla- dijoélen tono serio- pero ésas son niñadas, la ofendí?- preguntó a ella al percatarse de su mirada que denotaba frialdad.
 
- "Como el sentimiento cuanod estásdormido y sientes que vas a caer- citó aquellas palabras describiendo su sentir.
 
-Eres muy dramática- dijo él con frialdad.
 
-No puedo ser de otra manera- dijo ella y se marchó con su característico paso firme, cuya resonancia de zapatos, la anunciaban; su mirada siempre defrente pero a nadie veía a losojos; y su boca suavemente cerrada.