INTENTONAS
Publicado en Aug 04, 2009
INTENTONAS
Iba por su intento trescientos cuarenta y nueve. Hasta había pensado escribir un libro. La vida no le había resultado fácil. Tan es así que, a pesar de su creatividad, había fallado en todos sus intentos suicidas. La última vez, había querido arrojarse al paso del tren. Esperó por horas, hasta que ya cansado, se fue. Al llegar a su casa se enteró del paro de trenes que hubo ese día. Cada fracaso desarrollaba su creatividad. Las primeras veces había fallado por poco. Como esa vez en el muelle en que, atado a una enorme piedra, la soga que lo unía se corto. Aparentemente la soga estaba podrida, no la había revisado antes. Así fue como se quedó mirando la piedra que se hundía, mientras él continuaba con el trozo de soga atado a la cintura. No se amilanó. Buscó nuevos métodos. Quiso intentar con las pastillas, pero finalmente esa noche se perdió y no encontró la farmacia de turno. Desistió de este sistema para otra oportunidad. Como no le gustaba la sangre, dejó de lado el procedimiento del corte de venas. Incluso pensó en quien limpiaría el piso después. Indudablemente era un tipo considerado. Probó meterse en la hinchada contraria, pero al no saber nada de fútbol, se mezcló con la que tenía los mismos colores que él. Los demás hinchas hasta llegaron a consolarlo, al verlo llorar, pensando que lo hacía por el partido que iban perdiendo. Finalmente, y ya cansado de tantos fracasos, recurrió al método de la pistola. Esta vez no fallaría. Colocaría tres tiros en su cabeza para asegurarse de que en esta ocasión tendría éxito. Comprobó que todo estuviera en orden. Tomó la pistola. En ese momento, sonó su celular: Jorge, su amigo, le mandaba un mensaje. Pensó en qué querría. Lo leyó. Le avisaba que había sacado la lotería. Justo ahora, pensó. Con un movimiento de cabeza dejó el celular de lado. El aparato volvió a sonar. Otro mensaje, ahora de su mujer. Ella le pedía que volviera, que lo perdonaba. Bajó lentamente la pistola, al tiempo que pensaba en que realmente estaba condenado por la mala suerte. Otra vez algo lo hacía fallar en su intento.
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