Cuando hoy despunte el sol
y la luna no quiera retraerse,
continuaré con ésta vida,
e intentaré seguir respirando,
soportando el dolor,
conteniendo el desangramiento;
aullando, con corazón silencioso,
por éste sufrimiento.
 
Cuando hoy despunte el sol,
a mi cuerpo lo bañaré,
intentando calmar mi descontrolado espíritu ,
intentando aliviar un dolor,
intentando despojar, aquellos recuerdos...
Y hoy, cuando despunte el sol,
comprenderé, que es inútil;
éste dolor
ya se apropio de mí corazón.
 
Cuando hoy empiece el atardecer,
no tendrá mi cuerpo
ganas de seguir viviendo;
éste desangramiento no se estanca;
éste dolor en el pecho ya es intenso.
 
Cuando hoy llegue la noche,
desearé seguir sufriendo
y entraré en mis recuerdos,
contemplando, a aquella mujer
que suavemente me tortura.
 
Cuando hoy llegue la noche,
su venusto cuerpo femenino
reposará en otros brazos.
Y hoy, cuando llegue la noche,
mis sueños también serán otros,
pero mi sufrimiento,
será siempre el mismo.