Aprender de los problemas y dificultades que aparecen en la vida
Publicado en Nov 17, 2012
Reflexión del día. Aprender de los problemas y dificultades que aparecen en la vida
En la vida surgen dificultades y problemas en ocasiones ajenos a nuestra voluntad, aunque siempre hay cierta responsabilidad en uno mismo,. Y es normal que surja la rabia, enfado, enojo, o tristeza, desolación, frustración. Un largo etcétera de emociones que generalmente son negativas. Y digo que es normal porque sino seriamos incoherentes. Lo importante es aprender a manejarlas a nuestro favor. Al aparecer estos problemas y dificultades lo primero es dejar que fluyan las emociones, ni luchar contra ellas, ni regocijarse en ellas. Simplemente vivirlas, expresarlas, aceptar que es normal sentir tal o cual cosa. Ver si hay cierta responsabilidad propia en el problema que ha surgido, repasarlo, si es necesario hablar con algún amigo que sepas que te va a escuchar y hacer una devolución sin crítica, o buscar otro tipo de ayuda si ese problema parece que se repite en diferentes situaciones parecidas a lo largo de tu vida. En ocasiones en ese conflicto no has tenido ningún tipo de responsabilidad si lo repasas, simplemente apareció en tu vía, pero de igual forma deja que las emociones surjan, recuerda que es normal sentirse mal cuando es justificado. En otras ocasiones puedes no tener a las personas adecuadas, no tener recursos para buscar otro tipo de ayuda si el problema es un conflicto que aparece una y otra vez en tu vida. Entonces hay formas como escribirlas por ejemplo, u otras formas. Uno tiene las suyas propias y los recursos para que ese problema no se convierta en un conflicto repetitivo, o que te hunda en la miseria, te amargue, te deprima, destruya o anule una parte buena de ti y que se convierta en crónico. Una cosa si es afín a todo ser humano. El aprender de la experiencia. Bien ese problema sea repetitivo, tengas o no algún amigo de verdad que te escuche, te apoye, y recoja en tu dolor, o bien tengas o no recursos para buscar otras ayudas, o bien te ayude, escribir, meditar, el deporte, alguna afición que te ayude a conectar contigo, con tus recursos internos, (¡Ah!, el ir de compras u otras adicciones consumistas, y que te desconecten de la realidad NO valen bajo ningún concepto ¡eh! ¡¡ja, ja, ja!!) Bueno, voy a dar un resumen y pautas para aprender de la experiencia. Lo más importante para empezar es aprender a conectarnos con nosotros mismos, aprender a encontrar el silencio interior. El silencio interior para mí, es cuando las emociones negativas no provocan todo tipo de pensamientos. Nuestro corazón se haya calmado y nuestra mente no escuche los gritos de dolor de nuestro corazón. Además también es llegar a una calma donde estamos presentes, escuchando, viendo, sintiendo, pero siendo observadores, conscientes del momento presente. Una cosa importante es no actuar con las emociones negativas, porque te puedes arrepentir después y surgen más problemas a la lista en tu vida. Es decir, antes de tomar una acción calmar ese grito de tu corazón que te hace tomar decisiones equivocadas. Repasa lo sucedido, que has hecho, que has permitido (si es el caso), también que no has hecho y que no has permitido (también si es el caso). Qué decisiones piensas que puedes hacer para que ese problema se resuelva y desaparezca, y nunca vuelva. Aquí es importante que esas emociones negativas se hayan calmado, resuelto, antes de tomar una decisión o acción equivocada. En esa decisión cuando el corazón no grite y la mente lo contamine, o al revés la mente alimente las emociones negativas y haga que surjan otras emociones negativas, es decir, en ese silencio interior, hay que dar respuesta a varias preguntas. ¿Mi decisión cómo me ayuda? ¿Cómo ayuda a los demás? ¿Qué me aporta? ¿Qué aporta a los demás? ¿Perjudica a las personas que quiero y son importantes para mi? ¿Ambas partes no se verán perjudicadas? Centrarse en los recursos internos que todos tenemos, ver cómo aplicarlos para resolver ese problema, que reforzar en nosotros para que no vuelva a ocurrir, es decir, se resuelva de verdad. Para esa resolución de verdad, es importante ser conscientes de los puntos débiles no resueltos que tenemos y que deben ser reforzados. Ahí sí o sí, es pura responsabilidad propia. Al reforzar y trabajar esos puntos débiles, conflictivos propios, vamos a descubrir grandes cosas, recursos, una nueva imagen de nosotros, que siempre ha estado ahí, es lo potencial escondido, que por diferentes circunstancias de la vida, se han ido durmiendo. También son puntos que hemos venido a este mundo a resolver, para aprender y evolucionar. Importante para ese aprendizaje de la experiencia, es nunca volverse más duro, capullo, malvadillo, entre otras durezas que lo único que nos perjudica a nosotros y salpicamos a otros, perdiendo una gran oportunidad de descubrir lo que nos ofrece la vida, bien en situaciones o con las personas que van apareciendo en ella. Aprender de la experiencia es aprender de las propias debilidades, ser responsables de nuestras acciones y ser conscientes que todo se puede cambiar o por lo menos mejorar. José Navarro
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