- ¡Ya estamos otra vez los dos juntos y dentro, Luz Celeste!
- Nada de bromas ahora, Jota Jota.
- No estoy de bromas en este momento, sino muy enfadado; así que tengo que desahogarme de alguna manera para no tener iras.
- Pero no conmigo.
- Contigo nunca jamás de los jamones... esto... quiero decir de los jamases... pero con quien se me ponga ahora por delante para impedir el trabajo que tengo que realizar, por supuesto que sí.
- ¡Jajajajaja! Hablando de jamones... ¿qué te parece la frase de "jamás jamé jamón"?
- ¡Calla por favor que no tengo ganas de reír! Ven detrás de mí porque vamos a subir al piso de arriba. ¿Así que tú eres La Joya?
- Por supuesto que yo soy La Joya.
- ¡Pues me perteneces solamente a mí! ¡A ver quién se atreve a quitarme a mí La Joya! ¡Le juré a Dios defenderte hasta morir por ti siempre si es necesario!
- Eso es lo que quiero. ¡Que no te mueras pero destruye definitivamente a ese que se hace llamar dios blanco y que sólo es el Líder de la Maldad!
- ¡Lo voy a destruír de un solo tortazo!
- ¡Que no uses la violencia, Jota Jota! Solamente lo destruirás usando la inteligencia como Dios manda.
- Voy a hacerlo como Dios manda; pero si se pone más pesado de lo que debe ser le doy un par de hostias que lo convierto en rostro pálido del todo.
- Venga. Déjate de dar hostias ahora. Yo subo detrás de ti.

Los dos suben por la escalera de marfil con forma de caracol.

- ¿De dónde habrá salido tanto marfil, Luz Celeste?
- Vete tú a saber...
- Desde luego que no lo sé todavía pero pronto lo voy a descubrir. ¡Carajo! ¿Qué es eso?
- Pues un cuerno colocado en la puerta de entrada. ¿No lo estás viendo, despistado?
- ¡Caracoles! ¡Cuernos quemados! ¡Es un cuerno de rinoceronte africano!
- ¿Y qué te dice eso, Jota Jota?
- Según he leído yo alguna que otra vez, durante mis macro investigaciones, de los cuernos de rinocerontes africanos se fabrican polvos afrodisíacos después de machacar los cuernos en un almirez. ¡Por eso trafican con ellos!
- Acabas de descubrir otra Gran Verdad.
- Pues daré a conocer al mundo entero de dónde vienen esos polvos.
- ¿A qué polvos te refieres?
- A estos y a los otros... jejeje... tienes una gran cultura y mucha memoria Luz Celeste.
- Entonces escribe en tu memoria, y no lo olvides, algo relacionado con los polvos de los dioses griegos llamados Afrodita y Dionisos.
- ¿Qué quieres decir con eso, Luz Celeste?
- ¡Sexo y borrachera al mismo tiempo!
- ¡Exacto, Luz Celeste! ¡Sexo y borrachera al mismo tiempo! Vamos descubriendo nuevos asuntos particulares en este asunto general.
- ¡Jajajajaja!
- ¿Por qué te ríes ahora?
- Por cómo lo describes. Eso de polvos en asuntos particulares mezclados con asuntos de polvos en general tiene mucha gracia.
- Le he prometido un reportaje único y original, que sea muy interesante, a Leda Melo de Carvalho y lo voy a cumplir.
- ¿Qién es esa Leda?
- No te preocupes por ella. No tienes ya ninguna contrincante a quien derrotar.
- ¡Ah, bueno!
- Lo que me estoy preguntando es ¿qué cuernos hace ese cuerno de origen africano en esta puerta que está dentro de la Amazonía? No debe ser simplemente un adorno nada más.
- Sigue... sigue pensando con tu inteligencia, Jota Jota... porque mi inteligencia también me dice que no debe ser solamente un adorno.
- Sí. Estoy analizando la cuestión. Los cuernos no son solamente esos adornos que llevan, mentalmente hablando, los cornudos en sus frentes; así que este hermoso y grande cuerno debe servir para algo más que para decirnos que en todo esto hay asuntos de cuernos por todas partes.
- ¿Qué crees que significa entonces este cuerno colocado en esta puerta?
- ¡Ya está! ¡Es muy fácil, Luz Celeste! Solamente usando un poco la imaginación se puede llegar a una conclusión muy interesante.
- ¡Atiza, Jota Jota! ¿Qué estás imaginando ahora?
- Que si tocamos la punta de este cuerno africano algo va a suceder.
- ¿Y a qué estás esperando para hacerlo? ¡Yo desde luego no me atrevo por si surge alguna sorpresa desagradable!
- Ahora mismo lo vamos a saber.

Asi es. Jota Jota toca, con el dedo índice de su mano derecha, la punta del cuerno de rinoceronte africano y aplica todas sus fuerzas fisicas y mentales hasta que logra que la puerta se abra y aparezca ante los ojos de los dos un Gran Salón de grandes dimensiones.

- ¿Estás viendo, Luz Celeste?
- ¡Después de demostrarme ese ejemplo de fuerza física y mental ya estoy totalmente segura de que lo vas a destruir!
- ¿Habias dudado alguna vez de mí?
- Nunca he tenido dudas de ti sobre tu capacidad física y mental.
- ¿Y lo de las dudas sobre que eres la única novia que he tenido en mi vida?
- Era difícil de creer. Muy difícil de creer que no hubieses tenido otra novia nada más que yo. Pero me parece que tampoco estás mintiendo.
- Sobre asuntos de saber quién es la única chavala que amo de verdad no hay ninguna duda y si tienes dudas ya es hora de que no las tengas.
- Ni tengo dudas ahora ni he tenido dudas nunca.
- Entonces... ¿pro qué ese interés tuyo en saber quién era la chica que me acompañaba cuando te presentaste en medio de la selva?
- Sólo quise comprobar si ella mentía o no mentía porque tú si que no me has mentido.
- Pues entonces sólo ayúdame cuanto te necesite y no me lleves la contraria. Si tengo que dar leña utilizaré mis fuerzas físicas en contra de lo que me pides tú... y si tengo que hacer público todo esto que estamos decubriendo y puesto en comunicación al mundo entero ya no dudes de que la citada Leda sólo es una buena amiga, que es ya periodista profesional, y nada más. Si para salvar a tu pueblo tengo que destruir lo que encontremos ahi dentro... ¡por supuesto que pienso destruírlo!
- Eso es imposible por muy fuerte que seas físicamente hablando.
- Pues ya encontraré yo alguna manera de hacerlo. ¡No olvides que los dos somos cristianos verdaderos y confiamos en Jesucristo! Eso de que la inteligencia, si le unimos la imaginación, es un gran poder, es totamente cierto pero a la inteligencia y la imaginación, en algunas ocasiones, hay que ayudarlas con un empujoncito físico...

Luz Celeste empuja suavemente hacia dentro a Jota Jota.

- ¡Jajajajaja! ¡Ya está el pequeño empujoncito dado!
- ¿Siempre tengo que ser yo el que vaya delante cuando peor se ponen las cosas?
- Para eso eres el varón. ¡Jajajajaja!

Y ambos penetran en la Gran Sala yendo Luz Celeste siempre detrás de Jota Jota y agarrada fuertemente a él.

- ¡Qué miedo, Jota Jota!.
- ¿Miedo? ¿Quién ha dicho miedo?
- Entonces... ¿por qué estás temblando?
- Porque al temblar tú me contagias los temblores a mí.
- ¡Jajajajaja!