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CUADERNO DE DIBUJO

Publicado en Nov 19, 2012

Había una vez un cuaderno de dibujo, con las tapas todas viejas y rotas; pero en el interior las hojas estaban limpias y todas sin ocupar. Este cuaderno vivía en una librería antigua, donde muy pocas personas entraban. Todos compraban los cuadernos más nuevos, nadie quería uno que tuviera las tapas raídas y sucias. Así que el cuaderno pasó mucho tiempo más en esa librería.
Hasta que un día entró una señora de unos cuarenta años que quería llevarle algo a su hijo enfermo para que se entretuviera; pero no tenia mucho dinero. Eligió unos bellos lápices de colores y quería un cuaderno de dibujo precioso también; pero como no le alcanzaba, el dueño del local que era un anciano muy buena persona le dijo:
Señora, si usted se lleva los lápices de colores le regalo para su hijo este cuaderno que aunque tiene las tapas sucias y viejas por dentro esta completo y limpio.
La señora se fue muy contenta con su compra a ver a su hijo Miguel; que había dejado a cargo de una vecina mientras ella iba de compras. Al regresar encontró a su hijo que la recibió con la típica frase "mamá, que me trajiste". La mamá le pasó el cuaderno y los lápices de colores al niño.
Este estaba tan contento que no le dio importancia a la tapa del cuaderno sino que tomo los lápices y de inmediato se puso a pintar. Tomo el lápiz verde para pintar un pasto como el de su jardín; y casi sin darse cuenta el resto de los lápices estaban pintando solos. Bastaba que Miguel pintara con un solo lápiz para que los demás pintaran solos como por arte de magia. Cuando el niño se cansó y dejó el lápiz sobre la mesa los demás lápices de inmediato dejaron de pintar también. Así el niño se dio cuenta que ese mismo fenómeno sucedía cada vez que el dejaba el lápiz. Pero lo más sorprendente fue que al guardar los lápices en su caja, vio que el dibujo que estaba haciendo se había terminado. Era el mas bello paisaje que el jamás había visto, ni menos haber pintado con solo 5 años. Descubrió que todo lo que el imaginaba o deseaba con todo el corazón, se plasmaba en su cuaderno. Su mamá no podía creer que su hijo se entretuviera tanto con lo que le había llevado; así que fue a verlo. Fue tal su sorpresa al ver ese maravilloso dibujo que le preguntó a Miguel como lo había hecho. El niño le explicó a su madre lo que sucedía con los otros lápices mientras el pintaba, y como cualquier adulto no le creyó al hijo. Se dijo a si misma "debe ser la fiebre". No mamá le replicaba Miguel. Así que se lo demostró tomando un lápiz para pintar. La mamá no podía creer lo que veía ella misma miraba todos los otros lápices pintando junto con Miguelito.
Miguel se mejoro de su enfermedad gracias al cuaderno, porque así lo pintó en un dibujo, se veía sano jugando fútbol junto a sus amigos; y en menos de una semana ya estaba en pie como en la misma imagen que quedó plasmada en ese maravilloso cuaderno.

Pasaron años y Miguel siempre que deseaba algo tomaba su cuaderno y pintaba. Este cuaderno además tenia otra gracia; mientras mas pintabas y hojas ocupabas, siempre tenia mas hojas en blanco; y los lápices de colores tampoco se gastaban. Nunca uso un sacapuntas en más de 10 años que tenia el cuaderno y los lápices. Tenía ya dibujada toda su niñez, ya empezaba su adolescencia y aun seguía pintando como si auntuviera 5 años.
Terminó el Colegio con excelentes notas, entro a estudiar dibujo en la Universidad, y pintaba cada día mejor y con mas ganas.
Un día llegó una alumna nueva a la Universidad de la cual el se enamoró a primera vista. Decidió pintarse con ella casado y lleno de hijos, nietos y muchos familiares cerca.

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