Pero tú no llegaste...
Publicado en Nov 20, 2012
Pinté un camino para que lo vieras,
lo marqué con rocas para que no te perdieras… Arrojé pintura azul para que te recordara a mis ojos dibujé un arcoíris para que vieras mi sonrisa. Escribí palabras de amor y sollozos para que las leyeras. En ese mismo camino dejé caer lágrimas para que las sintieras pero tonta de mí, el sol insensiblemente las secó. Te mandé indirectas con señales que decían ¡sígueme!… Coloreé las curvas para que no te salieras, entoné una canción para que la entonaras, y en mi profundo sentimiento, para que la siguieras… Robé los zafiros más bellos del mundo para que por lo menos tu afán de egoísmo quisiera saber donde acababa su rastro resplandeciente. Coloqué un sol caluroso para que identificaras el quemazón que siento, por tus increíbles ojos… Puse biblias con un corazón enmarcado para que observaras lo que rogué a dios que volvieras conmigo. Destruí nuestras fotos i las dejé caer por un aguacero, para ver si la curiosidad de tu alma te llevaba hasta… Hasta el llanto enternecedor que enterré en un agujero. Hice el camino aún más corto, para que no te perdieras y no se hiciera muy pesado el hecho de llegar hasta mí. Incluso me propuse dar marcha atrás y hacer ese mismo camino si tú me lo pidieras. Pensamientos hipócritas pasaron por mi cabeza y en verdad me planteé rogarte una nueva vez más, tus besos. Situé mis manos junto a las tuyas y juré hacer todo lo posible para que esas, nuevamente no se separaran. Me vestí con el mejor vestido, unté de carmín mis labios y me senté en una silla de lo más incomoda que existe. Comencé a leer libros de amor, para que cuando tú llegaras, pudiera recitarte el más lindo de los poemas. ¡Pero tú nunca llegaste! Ensayé mi más ingenua sonrisa, para que nada más verla tuvieras unas inmensas ganas de besarla. ¡Pero tú no llegaste! Se hizo tarde, tenía frío, quería tus labios y tú no los míos. Era tan fácil, seguir el camino… ¡Pero tú no llegaste!
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Radharani Delgado Berjman