Ocultando mi corazón 
 
 
 
Despertar y sentir es tan duro como ver la partida, como ver la lejanía.
 
Preciso de una habitación para irme detrás, necesito una almohada para poder algo alcanzar, pues es un frio sueño lejos de la realidad.
 
Despertar es tan nublado como un hielo en una noche de invierno, quisiera ser tan caliente como brazas ardientes; el hogar alcanzado es mejor que el rechazado, es tranquilizante e inevitable.
 
“Es tan hermoso como el hermoso rostro que un día voló sin aliento”.
 
Gritar, se hace doloroso como tratar de hacerlo con la garganta obstruida, imaginar, es como ver una mente en la profundidad del océano, lleno de lagrimas que inunda un corazón.
 
El pecho de las olas, se quebranta ante el viento que sopla y libera el polvo de sus manos, se marcha dejando una huella tocante en el velo, que cubre su suave cuerpo, su ligera alma.
 
“Nada compara las carcajadas de un  karaoke de ilusiones que blanco cantaba la voz de la moda”.
 
Una eterna musa que regresa, y libera un alma doliente en su abril casi mayo, hace de sus recuerdos un pergamino dirigido a una madre, hace de sus brazos un apagado primero de enero -“No me tomes ni me pongas en una repisa, bajemos de la mesa y juguemos en el carrusel”-.
 
El parque de diversiones se corroe en un soplo terrorífico, mil murciélagos silban en las noches despejadas de unos días poco calmados.
 
Aquel cuento autobiográfico de un muñeco de trapo, de una puerta rallada, de una cortina arrugada, y de un telón percudido, se hace mudo y poco expresivo, en una pequeña receta que lamenta la calma de la ausencia.
 
“Lirica diosa del cielo que flota en su trono, retorna bríllate como un bello diamante”
 
Como se apagaba la esperma y se encendía un velón, dime que se siente planear entre las nubes, arrancó el coche, y se recorrieron kilómetros por llantos, conduce su carruaje en una cadera tan curva, como el diverso mundo de hoy, expresa todo lo que en una caja se lleva consigo, lamentos oportunos y sermones sin punto, que en un negro velo cantaban hipócritamente su amistad.
 
Algunos tiempos e historietas se agrietan en busca de una editorial, que exprese su figura literaria, y publique un libro consigo escrito, sonado como flauta en forma de violín, como piano con notas de saxofón y palmadas de cachetadas trasladadas al mayor.
 
 
 
D’.’S.
 
 
16/10/2012