Les aseguro que,
Si en verdad estamos o estuvimos vivos
Y si es que cada vida posee un creador,
Todo, pero todo esto, pasará...
 
Y les aseguro,
Que si la lógica impone que los hechos ocurren por algún motivo,
Hasta lo inexplicable podrá ser descubierto...
 
Y todo, pero todo en definitiva,
Formará experiencia, historia y leyenda,
Para algún futuro desconocido
Pues todo presente se convierte en pasado,
Al momento inmediato de cuestionarlo...
Puedo asegurarles que llegaremos a ser conocidos y recordados,
Por aquellos que ni siquiera aún han nacido.
 
La lágrima nos abre un surco en el camino
Para la siembra de una nueva cosecha.
Fertilizando, como lluvia a la tierra, nuestras mejillas,
Para darle la posibilidad al sol y al espíritu,
De poder volver a ruborizarnos ante un nuevo brote...O un nuevo amor.
 
Y si...Seguramente, la primer apariencia,
Para aquel campesino,
O para cualquiera de nosotros mismos luego de tanto sufrir y luchar,
ocasione el “no darnos cuenta” del logro obtenido con nuestro sacrificio.
Quizás por el agotamiento que cargamos luego de dicha tarea...
 
Situación casi inevitable para casi todos nosotros,
Pues tan solo los sabios que conocen el método de conservar la calma,
Son capaces de reconocer o intuir, el beneficio de lo sembrado,
Quizás apenas la cosecha nos da a conocer sus brotes...