Esa mujer era fea
temerosa, insegura, con una mirada triste,
pero aun asi repleta de  hombres maleficos.

En la noche salía a conversar con los faros,
desnuda y debil alimentó su soledad con
una imagen, la perfecta cara de un Lobo
adinerado, con su vestimenta casual
pero que al encontrarse frente a frente, la
indumentaria se desgarro y quedaron
puros,  perfectamente al aire libre
con la piel disfutando la brisa de la luna,
mirandose sin morbo, pero ansiosos de pasion
aunque paresca imposible.
 
Ese hombre lobo, ahuyaba tan melodioso
para entretener a la doncella, enamorarla,
y despues de un tiempo saborearla
con mordidas gigantes.
 
La mujer  tenia demasiados hombres pero un solo
amor: ¡tonta!, ¡estupida!
es un verguenza
para la putas, amanecio en la caja de arena
del hombre lobo, junto a sus desechos.

Pero de un pedazo de carne surge
una mujer deforme, con el corazon en la cabeza
y la razon en el pecho...

¡¡Soy yo!! Sonrisa perversa, piel gris,
ojos grandes, malditos, vivos y muertos,
pechos perfectos, y el sincero sentimiento de la
venganza, un agudo canto, como el de
una esquizofrenica, un sin fin de hombres en mi cama,
te olvidaré, eso canto cuando espero la lujuria, lo olvidaré,
lobo maldito, yo olvidare a...
¿De que estaba hablando?