La era del gravetiense (Cultura) EN FASE DE RECOGIDA DE DATOS.
Publicado en Nov 24, 2012
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El Gravetiense es una fase de la cultura Perigordiense de los Homo sapiens, en el Paleolítico Superior. Se desarrolló durante una fase climática fría, donde predominaban los renos y los mamuts.
Abarca la Península IbéricaFranciaBélgicaItaliaEuropa CentralUcrania y parte de Rusia.
Hay una gran unidad cultural en la industria lítica, en las estructuras de habitación, y en las esculturas femeninas, llamadas venus. Las venus evocan a representaciones femeninas, con tamaño de unos 10 cm de media. Su silueta presenta una exageración de los atributos femeninos.
El utillaje óseo es menos abundante que en el auriñaciense, aunque aparecen los primeros objetos de hueso decorados. También aparece la cocción dearcilla.
Las estructuras de habitación son numerosas y a menudo de gran complejidad, en fosas circulares u ovales, excavadas en suelo helado, delimitadas por huesos de mamuts.
Esta fase, desarrollada hacia el 30.000 a. C., se caracteriza por la abundancia de buriles, incluso asociados a raspadores, perforadores, o a hojas truncadas. En cambio hay menos raspadores y en general son planos. Un útil característico es la llamada punta de la Gravette, de dorso rectilíneo. Aparecen también hojas de dorso rebajado y puntas de azagaya óseas.
 Durante el Paleolítico y en las llanuras de Europa central y Rusia meridional se individualizó la cultura gravetiense, debido a las peculiares condiciones naturales. La ausencia de cavernas les obligó a construir viviendas artificiales, hechas con palos, tierra y pieles. También eran de piel sus vestidos, que estaban trabajados con instrumentos de hueso o de marfil. Dentro de cada vivienda había un hogar.
Eran cazadores, preferiblemente de mamut. El mamut es una presa grande que es necesario cazar en grupo, lo que implica una sociedad organizada, y puede que jerarquizada. Esta hipótesis se ve apoyada por la existencia de comercio con otros países.
 Hace 25000 años Europa estaba poblada por personas 
como nosotros. Usaban las mismas herramientas, cazaban 
con armas iguales, lucían colgantes similares y, por primera 
vez, el arte -imágenes y signos cargados de sentido- era común y abarcaba el continente:El mamut era un elefante adaptado al frío. Su espesa manta de pelo y una gruesa capa de grasa conservaban su temperatura corporal aún en condiciones extremas. Con su marfil se realizaron utensilios, adornos y esculturas femeninas o de animales. Europa se pobló de figuritas de mujer. ¿Entera? No, ninguna se ha hallado
aún en la península Ibérica.
 El Gravetiense (del 29.000 a 20.000 antes del presente aproximadamente) se extendió entre la península Ibérica y las estepas 
euroasiáticas; fue una gran cultura europea que desarrolló algunos 
matices regionales muy interesantes.
Introducción
EL GrAvEtIEnsE, cuLturA pAnEuropEA
Así, mientras en el occidente de Europa 
dominan los hábitats en abrigos y cuevas, en las estepas de Europa central y 
oriental, donde escaseaban estas formaciones, construyeron viviendas utilizando 
huesos y colmillos de mamut cubiertos 
con pieles. Algunas pudieron acoger 
hasta 30 personas, quizá una familia 
extensa; por ejemplo, en el yacimiento de 
Puskari I (Novgorod-Severskij, Ucrania) 
se encontraron los restos de una cabaña 
de  12 x 4,5 m., construida con defensas
y huesos de mamut cubiertos con pieles y 
en cuyo interior se hallaron tres hogares 
en cubeta -de 60 a 80 cm. de diámetro- 
con restos de huesos usados como leña.
La industria lítica –los útiles de piedra- es 
abundante; utilizaron principalmente el 
sílex por ser la materia prima con mejores 
cualidades para ser trabajada; se tallaba 
de modo preciso para extraer láminas 
finas y regulares con las que fabricar 
puntas para la caza y otros objetos de 
uso cotidiano. 
 
Son muy características de este periodo las figuritas femeninas llamadas 
“Venus”, aunque, como se ha dicho, no se ha hallado ninguna en la península 
Ibérica. Algunas de esas figuras fueron modeladas en arcilla, otras talladas en 
marfil, hueso o piedra, existiendo algunas análogas grabadas o pintadas en 
las paredes de las cuevas. En todas se resaltó la anatomía femenina pero casi 
nunca los rostros, que quedaron velados para siempre.
 
También aparecen en los yacimientos 
centroeuropeos de esta época algunas 
esculturas de animales, como la de un 
león y un mamut procedentes de Pavlov 
(República Checa).
El arte rupestre o parietal, el arte de las 
cavernas, es desde entonces común a 
Europa, desde la península Ibérica hasta 
el curso bajo del Danubio.Los gravetienses depuraron la técnica de trabajo del asta: mediante profundas incisiones longitudinales extraían varillas y placas de bordes rectos y paralelos a partir de las cuales construían, por ejemplo, las puntas de proyectil. Algunas de estaspuntas llevaban en su base profundas ranuras o estrías que facilitaban su enmangueen un astil de madera En el Gravetiense Europa estaba habitada por una única especie humana -sapiens-, a la que pertenecemos. Se han documentado enterramientos de aquella época en Europa central (Dolni Vestonice, Predmosti o Brno) y oriental (Sungir); en Gran Bretaña (Paviland), Italia (Arene Candide o Barma Grande) o Francia (Cromagnon o Cussac). En esta etapa se generalizaron los ritos funerarios, lo que indica su consciencia sobre lo trascendente, así como un comportamiento simbólico y una estructura social desarrollados. Los huesos y otros restos hallados en esas cuidadas inhumaciones dan información sobre la edad, el sexo, la salud y las patologías de aquellas personas: eran grupos sociales organizados, que cuidaban de los enfermos y desfavorecidos. Algunos difuntos fueron enterrados con un ajuar imponente, vestidos con mucho adorno y acompañados de muchos objetos, lo que podría indicar la existencia de alguna diferencia social. Algunos ejemplos son significativos.Para el niño de Lagar Velho (Valle deLapedo, Portugal) se excavó una tumba poco profunda en cuyo fondo se hizo  fuego con ramas de pino silvestre. Su cadáver se depositó envuelto en una piel con los brazos extendidos a lo largo del cuerpo; en su cabeza había conchas y dientes perforados de ciervo, que quizá fueran el adorno de un gorro, y sobre las piernas se encontraron huesos de conejo y venado, todo ello teñido con ocre rojo.En la necrópolis rusa de Sungir (Vladimir), se hallaron varios enterramientos; uno de un chico de 13 años y una chica de 9 con deformación congénita en las piernas –quizá por la diabetes de su madre- resulta excepcional. Fueron colocados cabeza con cabeza, con ropas y calzado adornados con dientes perforados, y cubiertos con ocre rojo. Los cinco mil adornos que lucían suponen una gran inversión de tiempo en su elaboración, siendo también llamativa la cantidad de objetos usuales que les acompañaban, lo que hace pensar que quizás estos jóvenes destacaron por algo dentro de su grupo. 
 La abundancia de cuevas y abrigos favoreció el asentamiento de los 
grupos humanos en la región. Aunque por ahora los yacimientos 
gravetienses son más abundantes en la mitad oriental (País Vasco) 
que en la occidental (Cantabria y Asturias), hay que tener en cuenta
 que en algunas fases climáticas la humedad abundante pudo 
remover o erosionar depósitos de esta etapa y, por tanto, provocar
la pérdida de información.
El paisaje
cantábrico hace 
25.000 años
3 EL pAIsAJE cAntÁBrIco
Durante el Gravetiense hubo periodos de clima similar al actual, otros de frío intenso y 
algunos más templados. Hoy sabemos que esos ciclos fueron relativamente cortos -en 
torno a un milenio o milenio y medio- y, como es natural, las personas, los animales y las 
plantas cambiaron, migraron o se adaptaron al clima de cada momento.Por el contrario, el diagrama del polen de Ametzagaina permite hablar de un clima templado y húmedo, pues hay mucho más polen de árboles -20%-, y de más especies (pino, roble, avellano, abedul o aliso), gran cantidad de polen de brezos y  numerosísimas esporas de helechos, todo lo cual indica un paisaje de bosque atlántico, con árboles de hoja caduca, similar al actual.
 Por el contrario, el diagrama del polen de 
Ametzagaina permite hablar de un clima 
templado y húmedo, pues hay mucho 
más polen de árboles -20%-, y de más 
especies (pino, roble, avellano, abedul o 
aliso), gran cantidad de polen de brezos 
y  numerosísimas esporas de helechos, 
todo lo cual indica un paisaje de bosque 
atlántico, con árboles de hoja caduca, 
similar al actual.
 Los animales son sensibles a 
los cambios medioambientales 
y su capacidad de adaptación 
es limitada; su hallazgo en las 
excavaciones nos indica el 
clima del momento. 
Mamut, reno, zorro ártico, cuón alpino, 
perdiz nival..., son animales que confirman 
un clima extremadamente frío durante 
algunos momentos del Gravetiense; otros, 
como el ciervo o el jabalí, proliferaron y los 
sustituyeron cuando el clima cambiaba 
a condiciones más templadas. Caballo y 
ciervo o reno eran los más cazados.
También vivían en la región los grandes depredadores que hoy sólo perviven en áreas 
poco pobladas de Asia y África. No sería 
fácil compartir y competir en el mismo 
territorio con leones o leopardos, pues los 
humanos también serían presas potenciales; tampoco sería agradable toparse con 
el oso o las hienas de las cavernas, bastante mayores que sus parientes actuales. 
Lobo, zorro, lince o gato montés frecuentaban también los paisajes gravetienses y 
aún sobreviven por aquí cerca.
 Los hallazgos de estos proboscidios en la península Ibérica se limitan a 
alguna punta de proyectil de marfil o dentina, y a las figuras de mamut 
grabadas o pintadas en las cuevas cántabras de Pondra y El Castillo, o la 
asturiana de El PindalEl mamut era un elefante adaptado al frío. Su espesa manta de pelo y una gruesa capa de grasa conservaban su temperatura corporal aún en condiciones extremas. Con su marfil se realizaron utensilios, adornos y esculturas femeninas o de animales.Un esqueleto completo de mamut se halló casualmente en las minas de Pámanes (Cantabria), el cual se conservó gracias a la familia Salguero, que lo donó al Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid en 1912.El mamut era un elefante adaptado al frío. Su espesa manta de pelo y una gruesa capa de grasa conservaban su temperatura corporal aún en condiciones extremas. Con su marfil se realizaron utensilios, adornos y esculturas femeninas o de animales.Un esqueleto completo de mamut se halló casualmente en las minas de Pámanes (Cantabria), el cual se conservó gracias a la familia Salguero, que lo donó al Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid en 1912.
Los gravetienses utilizaron como materia prima las rocas duras 
existentes cerca de cada yacimiento, aunque ampliaban su radio 
de aprovisionamiento para encontrar el sílex, más adecuado para 
fabricar su utillaje característico.  
El 
aprovechamiento 
de los recursos
4 EL sÍLEX, LA pIEdrA prEcIAdA
El sílex es la roca más usada en los 
yacimientos de la mitad oriental de la 
cornisa cantábrica. Destacan los afloramientos de la sierra de Urbasa (Navarra), 
Treviño (Burgos y Vitoria) o del tipo Flisch 
(Vizcaya y Guipúzcoa), aunque aparece 
también sílex procedente de las Landas 
(Francia). En relación con estos afloramientos se ha descubierto un número 
significativo de yacimientos al aire libre 
constituidos como talleres para su aprovisionamiento y procesado: Mugarduia 
Sur, Prado, Pelbarte...
 .
Por el contrario, en la mitad occidental 
de la cornisa se incrementa el uso de la 
cuarcita frente al sílex. Aunque sea algo 
peor para tallar y sus filos sean menos 
cortantes, su empleo se explica por su 
abundancia en las proximidades de los 
yacimientos y por su buena calidad. Junto 
a ella, destacan variedades silíceas con 
afloramientos en estas regiones, como el 
sílex de Virgen del Mar (Cantabria) y los 
de Piloña y Piedramuelle (Asturias).Los gravetienses depuraron la técnica de trabajo del asta: mediante profundas incisiones longitudinales extraían varillas y placas de bordes rectos y paralelos a partir de las cuales construían, por ejemplo, las puntas de proyectil. Algunas de estaspuntas llevaban en su base profundas ranuras o estrías que facilitaban su enmangueen un astil de madera Marfil, hueso, asta, dientes y conchas se utilizaron también para hacer objetos de uso cotidiano y elementos de adorno personal. Los animales cazados aportarían la mayor parte, pero se aprovechaban también restos encontrados fortuitamente, como cuernas del desmogue de renos o ciervos, o dientes de animales muertos 
 La cultura Gravetiense supone una mejora 
sustancial de las técnicas de talla, especialmente las vinculadas a la extracción de láminas y laminillas, 
logrando productos que tienden a la rectitud, la regularidad y a una 
forma general rectangular. Es frecuente el hallazgo de núcleos de sílex 
piramidales o prismáticos -con uno o dos planos de percusión- que 
sirvieron para la obtención de este tipo de soportes predeterminados. 
IndustrIA LÍtIcA: dIvErsA Y vArIAdAco I r ÁB nt Ac AJE  s AI p EL 
Los utensilios gravetienses más característicos son los destinados a la caza, como 
las puntas con pedúnculo para facilitar su 
enmangue o las denominadas puntas y micropuntas de La Gravette. Estos elementos 
conviven con otros tipos de herramientas 
empleadas para acciones cotidianas como 
raspar, raer, cortar o agujerear, destacando los buriles –especialmente un tipo 
específico conocido como buril de Noailles-, 
raspadores, perforadores, denticulados...
La tipología y el contexto arqueológico han 
servido para ordenar la evolución del Gravetiense cantábrico, permitiendo distinguir 
una primera etapa con abundantes buriles 
de Noailles y otra posterior caracterizada por 
las puntas pedunculadas o los elementos 
de dorso. Por otro lado, diferencias, a 
veces sutiles, entre los útiles de distintos 
yacimientos o regiones permite establecer 
diferencias cronológicas o territoriales que 
marcan matices culturales de gran interés.
 El trabajo intensivo del 
hueso, el asta o las conchas 
hizo imprescindible el uso 
del buril, un objeto de piedra 
con un pequeño vértice 
agudo, fino y multiuso con 
el que hacer incisiones, 
perforar, raspar y dar forma 
a una amplia variedad de 
objetos cotidianos, adornos 
y pequeños objetos de arte 
mueble tallados en hueso 
o asta.Aparecen muchos en cada sitio, y con distintas variantes a las que se da nombre por algún detalle de su forma o fabricación: buril diedro, de truncatura, de Noailles...; alguno de estos buriles predomina según diferentes momentos, regiones o yacimientos. Por su cantidad y variedad debió ser una pequeña herramienta necesaria y polivalente, muy útil.Los “buriles de Noailles” son un producto estándar característico del Gravetiense, apareciendo en grandes cantidades en algunos yacimientos como la cueva de Isturitz (Saint Martin d’Arberoue, Francia), donde se han contabilizado 1200 por metro cúbico de sedimento. El motivo de su producción masiva es una incógnita. ¿Para qué tantos, pues? La desigual distribución territorial de estos útiles ha llevado a algunos autores a vincular su fabricación y uso con sitios hiper-especializados en alguna actividad concreta como, por ejemplo, el aprovechamiento de plantas lacustres, aunque sus usos pudieron ser muy variados. 
 La caza era importante en la alimentación de los gravetienses, 
que aumentaron su eficacia cinegética creando nuevas puntas 
de proyectil para sus armas.
En toda Europa se utiliza el mismo tipo de 
puntas: las llamadas de Font-Robert (con 
pedúnculo) o las puntas y micropuntas 
de La Gravette. A medida que se desarrolla este periodo aumentan en número 
las formas más pequeñas, a partir de 
microláminas
 
Es muy interesante lo que se observa 
en un taller al aire libre en el área de 
Tercis, al sur del departamento francés 
de Las Landas, donde aflora en diferentes puntos sílex de gran calidad que 
ha sido explotado desde el Paleolítico 
inferior. A partir del tipo de hallazgos 
en los niveles arqueológicos se sabe 
que la explotación del sílex resulta 
especialmente intensa en los momentos avanzados del Auriñaciense y a lo 
largo del Gravetiense. Los sistemas de 
producción durante este último periodo 
están orientados a la obtención de 
láminas grandes, buena parte de las 
cuales serán la base o soporte para 
fabricar las puntas de dorso del tipo de 
La Gravette.
Asimismo, la mejora de las técnicas de 
trabajo sobre marfil, asta y dentina de 
elefante permiten fabricar en este periodo robustas puntas de lanza y azagaya 
(como las nominadas de Isturitz).
 
Son pocos los objetos de arte figurativo hallados en las regiones
cantábricas: un león en la cueva de El Castillo, una figura humana en 
la de Morín y una cierva en Antoliñako koba, todos ellos 
grabados sobre guijarros. Y no ha aparecido ninguna de 
las características figuritas femeninas: las Venus.
El
comportamiento
simbólico
5 oBJEtos dE ArtE MuEBLE Y dE Adorno pErsonAL
Por el contrario, hay abundantes colgantes realizados con diferentes tipos de dientes, 
conchas, hueso o piedra. Algunos irían cosidos en la ropa, otros formarían auténticos 
collares, como el hallado en el abrigo del Cuco, cuyas cuentas aparecieron juntas
y recubiertas por ocre rojo. 
Algunas azagayas o huesos, como costillas o metápodos, se cubrieron con pequeñas 
líneas incisas, a veces en secuencias ordenadas, rítmicas, que son más frecuentes en el 
ámbito cantábrico y en el pirenaico. Quizá testimonien observaciones recurrentes
 Se trata de un colgante, no hay duda, pero ¿fue un adorno como parecen serlo otros? Su tamaño lo aleja de esta idea: muy pesado, y si miramos el extremo opuesto a la perforación veremos las marcas, las rayas, de numerosos golpes dados con él: es un retocador, un martillito de precisión para la talla final de pequeños útiles de sílex.Quizá sólo fue la herramienta que alguien apreció tanto como para llevarla colgada a todas partes sin riesgo de perderla. 
 
Se trata de un colgante, no 
hay duda, pero ¿fue un adorno 
como parecen serlo otros? 
Su tamaño lo aleja de esta idea: muy 
pesado, y si miramos el extremo opuesto 
a la perforación veremos las marcas, 
las rayas, de numerosos golpes dados 
con él: es un retocador, un martillito de 
precisión para la talla final de pequeños 
útiles de sílex.
Quizá sólo fue la herramienta que alguien 
apreció tanto como para llevarla colgada 
a todas partes sin riesgo de perderla.
 
Es notable la presencia de arte 
gravetiense grabado o pintado 
en cuevas cantábricas. Las 
figuras y signos se realizaron 
tanto en la oscuridad interior 
como en las paredes de los 
abrigos de entrada, bañados 
por la luz del día.
Destaca la concentración de manos pintadas en el vestíbulo de Fuente del Salín, 
o la figura femenina en el panel de fondo 
de la cueva de Llonín, lo más parecido 
a una Venus pintada. En las cuevas se 
representan siluetas de animales con 
gruesos trazos o series de puntos, generalmente en color rojo. 
Como todo el arte del Paleolítico europeo, 
también el gravetiense tiene una faceta 
abstracta y otra figurativa, es decir, junto 
a caballos, ciervos o manos, aparecen 
puntos, triángulos o trazos pareados 
cuyo significado parece codificado y 
desconocido para nosotros.
  
 
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Foto del autor Jos Orero De Julin
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Dossier Cultural.

Palabras Clave: Comunicacin Divulgacin Sociedad Cultura Conocimiento Historia.

Categoría: Material Educativo

Subcategoría: Tareas



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