Extraño lo que serias esta noche en que las palomas cantan adentro de la casa.
¿Has escuchado el canto de las palomas? Como si anunciaran la muerte o el día nublado.
Te extraño tanto esta noche, y contener los te extraños por años lo único que genera es el viaje de las nubes y la muerte de los elefantes.
El fin de una era, todo se proyecta como en un documental blanco y negro. Viejo, borroso y con mal sonido.
Tengo miedo cuando las ballenas empiezan a cantar.
Me arrastran.
Caigo en la profundidad del océano  y peleo, pero no se nadar.
Me voy a lo profundo, el silencio es azul y nadie dirá mi nombre.
La paz que precede a la muerte se asemeja al sonido del viento cuando silba por los ricones , pidiendo permiso para entrar.
Siento el mar en el cuerpo y la oscuridad en el alma.
Esta oscuro o está triste la oscuridad, es triste porque no puede ver nada.
La oscuridad es ciega y no puede verse a si misma.
 Caigo como en un vértigo quieto. No hay de donde prenderse, ni brazos ni ramas.
Eso tiene el mar. La única gravedad es la que te ahoga.
Luego ese eterno lamento en mi cabeza, me tapo los oídos para no escucharlas
Caigo.
Hasta que llegan los monstruos a leerme un cuento.
Caigo, caigo.
Hasta que vuelvas caigo.
Amanece cuando flotan  las ballenas que se ahogaron con el aire.
Panza arriba sobre  la superficie ya no cantan.
Para cuando despierto ya estoy muerta.
Me levanto de un sueño y grito, No maten los elefantes!
Los veo caminar uno detrás de los otros, sometidos.
Se que lloran aunque las lagrimas van por dentro.
Los niños quieren sus colmillos, y los rodean riendo a carcajadas.
No esperaran hasta que mueran aterrados, se los sacaran vivos.
Es el fin
¿A quien se le ocurrió prender fuego a los libros?.