Tú no sales
de mis libros
ni de la receta de un magnifico Brandy;
no sales de cometas andantes,
ni de cuentos de niños;
no sales de los fuegos artificiales de festividades exóticas
ni de las calles de alguna aldea Rusa;
no sales de los gajos de alguna naranja colgante,
ni de las huellas de las aceras de un poblado chino;
no sales del día Martes,
ni de las cajas de incienso en el mercado;
tú no sales de ninguna parte...
sólo estás...y eso basta.