Va por Pedro (Reflexiones)
Publicado en Nov 25, 2012
En realidad, mi ídolo de la actual Fórmula 1 de Automovilismo, y desde hace años, ni es Fernando Alonso, ni es Sebastien Vettel, ni tan siquiera lo es Michael Schumacher, ni ninguno de esos que alardean de tener tantos títulos de campeones mundiales o de ser los primeros de la parrilla de salida. Para mí, en realidad, mi ídolo de la actual Fórmula 1, y desde hace años, es el piloto español Pedro Martínez de la Rosa. ¿Por qué es mi ídolo De la Rosa? No es porque tenga un segundo apellido tan poético y tan romántico... porque, en esto del Automovilismo de la Fórmula 1, no hay lugar para la poesía ni para el romanticismo a la hora de decir verdades. Si te ponen un monoplaza que parece un biplaza o una aeronave pues el resultado es que, aunque seas un manta como lo pueden ser Sebastien Vettel, Lewis Hamilton, Jenson Buttos o Mark Webber (dejando a un lado a Fernando Alonso que es bicampeón mundial por méritos propios), pues en vez de rodar lo que haces es volar. Pero si te ponen el peor cacharro de la Fórmula 1 corres menos que una tortuga de escayola. ¡Eso es lo que pasa con Pedro Martínez de la Rosa! Este chaval no sólo da clases magistrales de cómo conducir un Fórmula 1 sino que termina casi todos los Grand Prix en los que participa pero, claro, con un cacharro que corre como una tortuga de escayola, sólo puedes entrar en los últimos puestos y, por lo tanto, no sumas puntos. Lo dice hasta la guapísima Sara Carbonero cuando titula su crónica de hoy, sobre la Fórmula 1, como "Había una vez un circo". Me entero, ahora, que Pedro Martínez de la Rosa puede correr hoy también su última carrera de Fórmula 1. La difícil continuidad del equipo HRT, si nadie lo compra, le dejaría sin asiento, y las demás escuderías ya tienen confirmados sus pilotos, salvo sorpresas, para la próxima temporada de F1. Hay pocas opciones, pero no está todo dicho hasta que termine el Mundial. Para la guapísima Sara Carbonero, el español Pedro Martínez de la Rosa es el tragafuegos de este circo de la F1 y ha tenido que lidiar con el peor coche de la parrilla con una profesionalidad asombrosa. Los aficionados aún no entienden cómo ha podido terminar casi todas las carreras sin quemarse. Es de los más queridos y admirados de la carpa. Sí. Está muy bien eso de ser de los más queridos y admirados de la carpa... pero si tienes un cacharro como coche lo mejor es irse de la F1 y montar una cacharrería con todas las piezas de su HRT. Por eso, Pedro Martínez de la Rosa (y no lo digo por su poético y romántico segundo apellido) es el mejor piloto del actual circo automovilista. ¿Qué haría hasta el mismísimo Michael Schumaker -tan laureado él que sólo le falta conseguir la Medalla Laureada del Automovilismo Universal- con una especie de patineta con ruedas como lo son los dos coches HRT? Yo no sé si Sara Carbonero (aún sigo sorprendido que esta guapísima chavala se pase de escribir sobre fútbol y ahora escriba de automovilismo) sabe o no sabe mucho, poco o nada, de Fórmula 1, pero tiene una manera especial de escribir con la cual comparto eso de que este espectáculo circense es vergonzoso. Los españoles no tenemos por qué sentir vergüenza del curriculum automovilista de Pedro Martínez de la Rosa, porque si este chaval hubiera tenido un Mac Laren, estoy totalmente seguro de que ya sería hasta quintocampeón mundial. Lo que no puede ser es que se le pida ser campeón con uno de los dos cacharros de la F1 y, si no se lo creen, el asunto es evidente: en este Gran Prix de Brasil Fórmula 1 del año 2012, los dos HRT salen desde los dos últimos lugares de la parrilla. En el lugar número 23 (penúltimo) sale Narain Karthikayan y en el lugar número 24 (último) el español Pedro Martínez de la Rosa; mientras que las dos aeronaves de Mac Laren salen en el primer lugar (Lewis Hamilton) y en el segundo lugar (Jenson Button). Lo realmente cierto es que si el español Pedro Martínez de la Rosa ocupara uno de los dos primeros lugares de la parrilla, sería desde hace ya muchos meses, el actual campeón mundial de F1 y no como Lewis Hamilton y Jenson Buton que han hecho el ridículo más espantoso de la presente temporada 2012 porque, teniendo dos verdaderas aeronaves, si tan siquiera van a conseguir ser, alguno de los dos, el subcampeón. Como dijo Marco Anneo Lucano: "Con la audacia se encubren grandes miedos"... pero con un cacharro que corre menos que una tortuga de escayola se puede superar el miedo mas, por mucha audacia que se le ponga al asunto, conseguir algún punto para la Clasificación General es más difícil que acertar una quiniela hípica trucada según lo deseen los mafiosos de las apuestas ya que esto de los caballos de vapor me remontan, usando la memoria, a los tiempos de "Cerros Verdes". Verde está el asunto en el circo de la F1 por culpa de estas injusticias. Quizás a la guapísima Sara Carbonero la hayan obligado a escribir lo que ha escrito (eso sería cuestión de preguntárselo al Director del diario Marca) pero no hace falta ser aprendiz de brujo para adivinar lo que ocurre con Pedro Martínez de la Rosa ya que cualquier niño (o niña) subido (o subida) en una patineta lo sabe. Conduciendo una patineta, como le sucede a Pedro Martínez de la Rosa, no se puede alcanzar nunca un título de Campeón del Mundo de Fórmula 1 si estás compitiendo contra verdaderas aeronaves que en vez de rodar, vuelan. Han volado ya, de momento al menos, todas las oportunidades que ha estado pidiendo (y ganándoselo a pulso) Pedro Martínez de la Rosa a lo largo de todos estos años, pero es mejor observar la rosa de los vientos para saber de qué va todo este montaje de los intereses creados. Y vuelvo a recordar a Jacinto Benavente... pero entre el jacinto y la rosa prefiero a la rosa... no vaya a producirse males entendidos como ocurrió con Don Monchito Pérez y alguien vaya a creer que Pedro me ha pagado cualquier cantidad de euros por escribir estas reflexiones. "Si alguien debe demostrar lo que vale es hora de dejar de desflorar a las margaritas". A Pedro Martínez de la Rosa le han tenido siempre desflorando a las margaritas del si y del no y siempre ha tenido que esperar a que alguien le reconociera no sólo como uno de los más queridos y apreciados del circo de la F1, sino como el gran campeón que podría haber sido si en vez de darle siempre un cacharo le hubiesen dado siempre un monoplaza como Dios manda. A otra cosa, mariposa, y el mejor es De la Rosa. Parece un refrán español pero sólo es la justicia que debemos hacer todos con el español Pedro Martínez de la Rosa. Terminar casi todos los Grand Prix de la actual temporada aunque no haya conseguido ningún punto sí que es de héroe legendario.
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José Orero De Julián
José Orero De Julián
José Orero De Julián
José Orero De Julián
José Orero De Julián
José Orero De Julián
Olga
Gracias...