COMO UN CUENTO DE HADAS
Publicado en Nov 25, 2012
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Capítulo I
El Encuentro
Erase una vez, sentada frente a doce torres
Se encontraba ella, algo ansiosa por vivir
Aquella nueva aventura, un poco decepcionada
Quiso abrir su corazón y escuchó con atención.
Pronto! invade aquel ambiente una suave lluvia
No se pudo ver la luna tampoco contar estrellas
La noche invitaba a un beso, temeroso se lo dio.
Era común la escena, sentada en aquel césped
Él con su guitarra, tocando algunas baladas
A medio terminar, de su propia inspiración, y
Ella zapatos en mano recorriendo de la mano,
De aquel que hasta ayer fuera un extraño
Un mundo lleno de magia y cargado de ilusión.
Capitulo II
La Despedida
Un amor que llegó de prisa le transformó en una niña
Días llenos de alegría con mensajes hasta recibir el día
Como borrar cada detalle que afloraba sin ningún plan
El deseo de compartir, la magia de cada encuentro
Envuelto de una pureza, que va más allá de lo banal
Aquella terrible mañana, ella solo pudo expresar:
No me dejes todavía, entiéndeme lo que siento,
Mi corazón se desgarra en el más profundo lamento
Acércate mi pequeño, dame un beso que me muero.
Quisiera cambiar la historia, darle a mi vida ese vuelco
Que me deje disfrutar de este bello sentimiento
Acercarte mi Morfeo, te adueñaste de mis sueños,
Me siento desamparada, ya no suena mi teléfono
Llega la melancolía, por favor sácame de esta pena
Acaso no entiendes que en esta despedida
Siento que se me va la vida, no te vayas todavía.
Devuélveme la sonrisa y la sensación de ser querida
No quiero solo tres rosas, ni un cielo azul estrellado
Quiero hacer un hogar de mi escondite secreto
Quiero ser la princesa de este cuento de hadas
Acércate se mi ángel y el dueño de mi esperanza.

CAPITULO III
El regreso
El atendió el llamado, movido por un sentimiento
Buscar una explicación, era solo perder el tiempo.
Las almas se reconocen, es embrujo, es hechizo
Sobran todas las palabras hay amor en la mirada.
Aquella tarde, ansioso salió al encuentro de ella
Ataviada de princesa, volvió hasta aquella carroza
Esta vez una pequeña plaza fue el lugar encantado
Con Dios como único testigo de la romántica cena
El entonces le expreso a ella toda su admiración:
Con tus mensajes profundos me llenas de ilusión
Has sacado al romántico que siempre quise ocultar
Y contigo he aprendido a ser más calmado al actuar
Valorando cada momento de ese modo particular
Ese toque tan especial, que solo tú le sabes dar,
Quisiera ser ese príncipe que te acompañe cada día
Enamorarte con mi melodía y rías con mis tonterías
Acércate! No me dejes vida mía, se mi princesa,
Lléname con tu fuerza, endúlzame y se mi guía.

CAPITULO IV
La entrega
Los cuentos de hadas son solo eso…
No existen las princesas encantadas
Ni príncipes en carrozas desbocadas.
Sin embargo, allí estaba ella…
Inventándose un mágico encuentro
Y él, complaciendo casi todo sin remedio.
Aquella tarde, al caer el alba
Estaciono su vieja carroza en la otra calle,
Su larga cabellera, al vaivén del viento
Transportaba su aroma anunciando su llegada,
Él solo esperaba, ansioso por verla
Y en un abrazo decirle cuanto la extrañaba,
En el asiento trasero, tres rosas y una guitarra
Y en su corazón el amor y el inmenso deseo
Por tocar una melodía que la llevara hasta el cielo.
Ella lo miraba, presa del miedo
El susurraba, muy quedo al oído:
No temas princesa, mi amor te lo entrego
En este cálido beso.
Ella saco dos pañuelos de seda, de aquella cartera
Y lo sorprendió diciéndole:
Quisiera que esto fuera, más que una unión cualquiera
quiero una fusión, donde el amor prevalezca
El encuentro de dos almas más allá de lo carnal,
Que se mantenga en el tiempo,
Siempre vivo en tu recuerdo.
Y con los ojos vendados fue ella quien esta vez dijo:
Ven… explora mi cuerpo, agudiza los sentidos,
Graba cada parte de mí, encuentra miles de motivos
Para traerme a tu mente, cuando me encuentre ausente
Y hagamos de nuestra historia, como un eterno presente.
 
CAPITULO V
El Final
Con la simple palabra de hablar todos los días
No es fácil explicar toda esa mágica alegría.
Un amor dormido que de pronto despierta
Logrando hacer soñar a una noble princesa,
Creyendo en cuentos de hadas, ha quedado ella presa
De un hermoso sentimiento, del que huía sin destreza
Sin saber que al sentirlo nacía el amor más puro
Lleno de mil aventuras sin un futuro seguro.
Encuentros en compañía de pequeñas gotas de lluvia
Y como único testigo, eternas noches sin luna.
Aquella vieja carroza, era un fiel carro, sin duda
Y el príncipe encantado, un noble caballero,
Que con cada detalle daba rima a este cuento.
Hasta que un día cualquiera, la tristeza les llegó
Disfrazada de doncella, la gran noticia soltó
Esa que bendice la vida, sin importar la ocasión,
Un ser se estaba gestando y apagaba una ilusión,
Transformó el cuento de hadas en una historia de horror
Como una daga en el pecho, el filoso frío su alma heló,
No supo qué hacer con la pena, ni con su historia de amor.
Por qué no le das el final, tú que has estado presente,
Viviendo desde la distancia, este idilio que se entrama
En una dulce fantasía, que carece de un mañana… 
 
 
 
 
   
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Descripción

Capitulo final del Libro Cinco dramas, Tres amores,Breve descripcin de la vida de una mujer marcada por la soledad.

Palabras Clave: poesia narrativa romance drama

Categoría: Poesa

Subcategoría: Romntica


Creditos: Malena Bentez

Derechos de Autor: Mara Elena Bentez

Enlace: maria.elena.33886@facebook.com


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